martes, octubre 7, 2025
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Crítica de ‘Identidad desbloqueada’: Si pierdes el móvil, pierdes tu vida

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Las críticas de Daniel Farriol:
Identidad desbloqueada

Identidad desbloqueada (Unlocked) (2023) es un thriller surcoreano que está escrito y dirigido por el debutante Kim Tae-joon, adaptando la novela «Sumaho o otoshita dake nanoni» de Akira Shiga. La historia nos muestra el giro que experimenta la vida de una joven tras perder en el autobús su teléfono móvil y que este acabe en manos de un peligroso hacker informático que utiliza sus datos para controlar todos sus movimientos.

Está protagonizada por Chun Woo-hee (The Anchor, El extraño), Yim Si-wan (Declaración de emergencia, Strangers from Hell), Kim Hee-won (Silence, My Punch-Drunk Boxer), Park Jeong-hwan, Kim Ye-won y Jeon Jin-Oh. La película es una remake del filme japonés Stolen Identity (Hideo Nakata, 2018) y se ha estrenado en Netflix el día 17 de Febrero de 2023.

Un remake que mejora la versión anterior

Identidad desbloqueada es un thriller surcoreano de formas arquetípicas sobre un frío psicópata que le hace la vida imposible a una chica inocente por pura diversión. La novedad del asunto es que tiene un enfoque cibernético para hacernos reflexionar sobre la absoluta dependencia que tenemos en el mundo actual hacia las nuevas tecnologías y hacia los aparatos electrónicos que nos rodean que si bien, por un lado, hay que reconocer que nos hacen nuestro día a día más fácil, también es cierto que su uso indiscriminado implica el tener que ceder constantemente nuestros datos a terceros y que nuestra libertad de movimientos se vea en entredicho cuando una virtualidad presuntamente genérica pueda hacer un mal uso de toda esa información.

La premisa de la ópera prima realizada por Kim Tae-joon nos muestra a Na Mi (Chun Woo-hee), una joven que pierde su móvil en un autobús y que, desde entonces, sufrirá un infierno que pondrá patas arriba toda su vida cuando un peligroso hacker informático llamado Jun Yeong (Yim Si-wan) se haga con su dispositivo para fines poco honestos como sería filtrar secretos profesionales o suplantarla en sus redes sociales. De hecho, la premisa de la historia está extraída de la novela «Sumaho o otoshita dake nanoni» de Akira Shiga y daba mucho más juego en cuanto a la temática de esa suplantación de identidad derivada de que alguien robase toda la información contenida en nuestro smartphone.

Esa idea quedaba mucho más explotada en la versión japonesa del mismo libro, Stolen Identity (Hideo Nakata, 2018), de la que este remake coreano acaba modificando tantas cosas que casi parecen dos historias distintas, por suerte, esta es mucho mejor que aquella.

Identidad desbloqueada

Una subtrama policial sobre un asesino en serie 

En paralelo a esa trama principal, tendremos otra de igual importancia en la que seguiremos los pasos de un veterano inspector de policía, Ji-man (Kim Hee-won), el cuál se encuentra investigando los crímenes de un asesino en serie que, al parecer, pueden estar relacionados con la desaparición de su propio hijo al que comenzará a considerar como principal sospechoso cuando descubra indicios de su presencia en el lugar de uno de los crímenes. Entonces, a espaldas del departamento de policía, iniciará junto a su compañero una peligrosa investigación que le llevará a rastrear el paradero de Na Mi, la chica que podría convertirse en la siguiente víctima del metódico asesino, ya que el modus operandi del psicópata se inicia mediante el robo de los datos de los móviles de sus víctimas para destruir la tranquilidad de sus vidas antes de decidir matarlas.

Identidad desbloqueada integra ambas tramas de suspense con mucha más pericia que en la versión anterior de Hideo Nakata en la que había algunas secuencias realmente ridículas respecto a la caracterización del asesino que aquí gana muchos enteros bajo el rostro de la estrella K-pop Yim Si-wan. En general, este remake coreano posee un ritmo bastante frenético, logra una buena atmósfera para hacer progresar la intriga y nos ofrece escenas con la intensidad dramática suficiente para que nos mantengamos atentos a la pantalla hasta final, eso sí, sin que todo ello sirva para eludir los lugares comunes del género, una evidente previsibilidad en el desarrollo de los hechos narrados o una descripción esquemática del trabajo que desempeña la pareja de policías que parece ir siempre dos pasos por detrás de la inteligencia del malvado asesino, planteando algunas situaciones rocambolescas como la del encuentro cara a cara.

Identidad desbloqueada

La identidad es tan frágil como la pantalla de tu smartphone

Identidad desbloqueada es un thriller muy entretenido que, por desgracia, se queda en la superficie de lo que explica. Todas las advertencias y reflexiones que podrían derivarse acerca de los peligros de compartir nuestros datos por redes o convertir el móvil en nuestro ADN tecnológico, acabarán en saco roto cuando la película concentre todos los esfuerzos en potenciar el suspense y la acción dejando más de lado el aspecto psicológico-social.

En el filme de Kim Tae-joon el hacker se dedicará a controlar los movimientos de la víctima, pero interviene poco en otros aspectos de su vida que podrían haber sido aún más terroríficos como la suplantación de su personalidad en mensajes, redes y eventos o el uso de contraseñas, tarjetas de crédito, fotografías íntimas, etc, que es por donde de verdad iban los tiros en el enfoque original que tenía esta historia sobre la fragilidad de nuestra identidad en los tiempos modernos.

Aún así, se trata de un filme apañado y bien realizado que nos hará pasar un buen rato sufriendo por la pobre Na Mi. ¿De verdad no echas de menos aquellos tiempos en los que nuestra existencia no dependía tanto de un móvil? ¿Te gusta estar constantemente localizable y recibir a diario llamadas de números desconocidos? Tal vez, después de ver la película, te plantees apagar el teléfono un rato.


¿Qué te ha parecido la película?

(Finalizado y actualizado) ‘Ellas hablan‘, la nueva película de Sarah Polley, sortea libros de Miriam Toews

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Ellas hablan

El 17 de febrero llega a los cines Ellas Hablan, nominada al Oscar a Mejor Película y Mejor Guion Adaptado. En 2010, las mujeres de una aislada comunidad religiosa luchan por reconciliar su realidad con su fe. Basada en la novela de Miriam Toews, Ellas Hablan está escrita y dirigida por Sarah Polley. Con motivo de su estreno, tenemos para vosotros 5 libros de Miriam Toews (editorial Sexto Piso) en el que se basa esta película.



Para participar en el sorteo podéis hacerlo de las siguientes maneras antes del 26 de febrero, inclusive:

  • Dejando un comentario en esta entrada del blog, siempre y cuando escribáis otro comentario en cualquier otra entrada.
  • Cumplimentando el siguiente formulario, indicando el nombre del sorteo ELLAS HABLAN:

    He leído y acepto el Aviso Legal y la Política de Privacidad.

    Declaro, bajo mi propia responsabilidad, ser mayor de 18 años y respondo de manera exclusiva de la veracidad de dicha declaración.


    ELLAS HABLAN
    17 de Febrero Exclusivamente en Cines
    #EllasHablan

    Ellas hablan


    Duración, premio y bases del sorteo:

    • El sorteo estará activo desde la fecha de publicación del mismo hasta el 26 de febrero, inclusive.
    • El premio consiste en un libro de «Ellas hablan», de la editorial Sexto Piso, para cada uno de los 5 ganadores.
    • Podéis leer las bases legales de nuestros sorteos aquí

    Actualización: Los ganadores han sido:

    • Isabel Crespo O.
    • Jose María Peña
    • Pablo Arribas
    • Maribel de la Cruz
    • María del Mar Vicente

    Crítica de ’Todas las veces que nos enamoramos’: Canto al amor y la amistad

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    Todas las veces que nos enamoramos

    Las críticas de David Pérez «Davicine»:
    Todas las veces que nos enamoramos

    Irene y Julio llevan enamorándose, rompiendo y volviéndolo a intentar desde que se conocieron. ¿Conseguirán tener su final feliz algún día? Georgina Amorós (Élite) y Franco Masini (Rebelde) protagonizan Todas las veces que nos enamoramos, complicada historia de amor de Carlos Montero, dirigida por Ginesta Guindal, Bàrbara Farré, Mateo Gil y Carlota Pereda, y cuyo reparto completan Carlos González, Blanca Martínez, Albert Salazar, Jorge Suquet, Roser Vilajosana, Alejandro Jato y Kyle Scudder. La serie se estrena en Netflix el 14 de febrero de 2023.

    Un canto al amor y al cine

    Netflix sabe muy bien qué novedades estrenar según las distintas épocas del año, ya sea Navidad, Halloween o San Valentín, de ahí que durante el mes de febrero tengamos en la plataforma muchos estrenos que giran alrededor del amor, como es el caso de Todas las veces que nos enamoramos, que no es la típica comedia romántica a la que estamos acostumbrados, lo que tampoco es suficiente como para ser altamente recomendable, pero si que se deja ver mientras toca nuestro puntito nostálgico. Esta serie de ocho capítulos comienza en septiembre de 2003 para narrar la historia de Irene, una aspirante a directora de cine cuya vida da un giro de 180 grados al llegar a Madrid y conocer a los que pronto serán sus mejores amigos y a Julio, el chico que sería el protagonista perfecto para sus películas y también para su vida. Pero las cosas no siempre salen como una quiere.

    La comedia romántica Todas las veces que nos enamoramos es una historia con un toque de nostalgia, sobre el amor y la amistad que florecen en la época universitaria y sobre la necesidad de encontrar tu lugar en el mundo. Así, esta serie es un canto al amor, al que duele y al que sana; a la amistad, esa que se convierte en tu familia; y a los sueños, aunque no se cumplan o no de la manera en que esperabas. Pero también es un canto de amor al cine, pues el mundo del cine es sin duda uno de los temas principales de la serie. Carlos Montero cuenta cómo es la vida de este grupo de estudiantes de la facultad de cine, describiendo su día a día en la universidad, la convivencia con sus amigos y parejas, sus primeros proyectos,.. sin olvidarse de la frustración por no ser capaces de llevar a la pantalla lo que llevan dentro.

    Una historia realista que no termina de brillar

    Montero ha sido capaz de crear una serie que nos muestra la vida de una forma realista, inspirada claramente en las experiencias juveniles de su creador, pero no es glamour todo lo que rodea el mundo del séptimo arte, por lo que no se olvidan de reflejar la otra cara de este mundo, una parte más oscura y tóxica que no siempre se refleja en películas ni series. Si bien la historia de amor de los protagonistas es el motor de la serie, de lo que no hay duda es que tenemos mucho que ver alrededor de cómo el cine exprime a los actores que acaban siendo meros productos para los espectadores, y como la fama puede acabar devorando a los actores debido no sólo a sus demonios internos sino también por la elección de ciertos actores por su aspecto más que por su calidad interpretativa, no obviando las expectativas altas que muchos se marcan y los abusos de poder.

    Aunque tengamos temas interesantes alrededor de esta atípica historia de amor, la serie de Carlos Montero no brilla especialmente por su originalidad, dado que el amor imposible no es algo novedoso en el género de las comedias románticas, y el tira y afloja entre ellos tampoco incrementa demasiado el interés de la historia dada la repetición de las mismas situaciones una y otra vez. Entre ellos vemos que existe una química sexual, pero no hay una relación completa como para que entendamos que tengan que acabar juntos, dado que sus charlas, como su relación, son muy vacías. Si bien esta relación de los protagonistas pueden acabar siendo monótona, los secundarios aportan lo que quizás echamos de menos en la serie, siendo capaces de tener sus propias e interesantes subtramas.

    Rostros conocido para una serie que sabe cuál es su público

    Al tratarse de una serie creada por Carlos Montero, no podía faltar alguien del reparto de Élite, y los protagonistas de Todas las veces que nos enamoramos son Irene y Julio, interpretados por Georgina Amorós y Franco Masini, respectivamente. Georgina dio el salto a la fama gracias a la popular serie Elite de Netflix, por lo que esta no es su primera producción para la plataforma, siendo toda una actriz experimentada a la edad de 24 años. En cuanto a Franco, apareció en Rebelde, por lo que tampoco es novedad para él afrontar el éxito de una serie en Netflix.

    A pesar del buen hacer de ambos actores, no es fácil empatizar con ellos, siendo sus personajes inmaduros, un par de jóvenes que juegan con la traición y el egoísmo, y cuyas conversaciones más interesantes se limitan a las que tienen entre las sábanas, aunque bien puede ser visto como un reflejo de lo que sucede con muchas relaciones actuales. Mejor parados salen sus compañeros de reparto, los compañeros de piso de Irene, Damián y Jimena, interpretados por Carlos González y Blanca Martínez, que dan el toque cómico al tira y afloja de los protagonistas, permitiendo distraerse un poco de tanta repetición, con sus propias tramas secundarias, entre las que nos encontramos un recordatorio del atentado que se vivió en España en 2004.

    Todas las veces que nos enamoramos es una serie que habla del amor y la amistad, pero también del complejo mundo del cine y la dificultad de encontrar nuestro lugar en el mundo. Lástima que no consigamos empatizar demasiado con sus protagonistas, pero si nos deja disfrutar de una relación distinta a las vistas hasta ahora, donde no está claro si acabarán juntos o separados.


    Listado de episodios de ‘Todas las veces que nos enamoramos

    La serie Todas las veces que nos enamoramos está compuesta por 8 episodios de entre 40-55 minutos de duración cada uno.

    Episodio 1. Meet cute

    Irene deja su casa en Castellón para estudiar cine en Madrid, en donde una noche de fiesta da pie a un encuentro trascendental con Julio, un atractivo alumno de Derecho.

    Episodio 2. Sonámbulos

    Mientras trata de recuperarse de una experiencia aterradora, una Irene con la creatividad por los suelos es rescatada por Da y Jimena con la ayuda de Fer.

    Episodio 3. Talento

    Los límites personales y profesionales se difuminan cuando Irene, decidida a rodar su corto, acepta participar en una entrevista. A Julio le ofrecen hacer una audición.

    Episodio 4. Se me olvidó que te olvidé

    La vida de Julio da un vuelco de forma repentina. El primer día de rodaje del corto de Irene no pinta nada bien… hasta que un amigo llega para echarle una mano.

    Episodio 5. Jamás, siempre, nunca

    Mientras la presión de trabajar en dos rodajes diferentes empieza a pasarle factura a Julio, el secreto de Fer y Jimena se convierte en una bomba de relojería.

    Episodio 6. Campamento de verano

    Con el comienzo del verano, Jimena y Julio se enfrentan a decisiones cruciales. Irene estrena su corto en un lugar muy poco convencional.

    Episodio 7. Meritoria

    La tensión está por las nubes cuando Irene y Julio acaban en el mismo plató de rodaje. Fer se esfuerza por desempeñar un nuevo papel en la vida de Jimena.

    Episodio 8. El poder de las palabras

    Justo cuando las cosas empiezan a encajar para Julio e Irene, un nuevo giro amenaza con desestabilizarlos. En 2022, Irene se prepara para el día de su boda.


    ¿Qué te ha parecido la serie Todas las veces que nos enamoramos en Netflix?

    Crítica de ‘Venus’: Nostalgia y amores cruzados en el Café Lumière

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    Las críticas de Daniel Farriol:
    Venus

    Venus (2022) es un drama romántico español que está escrito y dirigido por Víctor Conde, adaptando su propia obra de teatro. La historia nos traslada a la década de los 70, cuando Paula y Miguel están a punto de realizar el último concierto con su banda llamada «Venus». Casi cuarenta años después Jorge llega al mismo Café Lumière donde tuvo lugar esa actuación y allí se reencontrará con Alicia, la chica de la que siempre estuvo enamorado. Los recuerdos de ambas épocas confluirán en un mismo espacio temporal.

    Está protagonizada por Antonio Hortelano (El don de Alba, Punta Escarlata), Paula Muñoz (El cerro de los dioses, Desenterrats), Ariana Bruguera, Miquel Fernández (Visitante, Litus), Carlos Serrano-Clark, Carlos Gorbe, Juan Diego, Elena Furiase, Lolita, Ana Rujas, Biel Montoro y Carla Tous. La película se ha estrenado en salas de la mano de Begin Again Films el día 17 de Febrero de 2023.

    Una obra teatral que apela al sentimiento de la nouvelle vague en su traslación a la pantalla

    Venus fue primero una obra de teatro que se estrenó en el teatro Pavón-Kamikaze de Madrid en 2017 y cuyo éxito la derivó luego a Teatros del Canal. Ahora nos llega en formato de película escrita y dirigida por el propio autor del texto original Víctor Conde que trasciende la mera puesta en escena teatral mediante un juego escénico que nos remite a la estética de los años 70 y del estilo narrativo de la nouvelle vague francesa.

    La historia acontece casi íntegramente en un espacio único, el Café Lumière, un nombre con reminiscencias cinéfilas que sirve para ponernos en situación, ya que todo el proyecto está plagado de referencias nostálgicas al cine, la música y el pasado como ejercicio de búsqueda interior. Por ese lugar anclado (literalmente) en el tiempo pasarán una serie de personajes marcados por el amor/desamor y cuyas distintas historias se cruzarán de forma mágica para hacernos reflexionar sobre lo efímero de la vida y la imposibilidad de recuperar el tiempo perdido.

    El protagonista es Jorge (Antonio Hortelano), un hombre de unos 40 años que regresa a su barrio natal para acudir al funeral de su padre con el ya había perdido casi todo contacto. En la cafetería que le vio crecer se reencontrará de forma casual con Alicia (Ariana Bruguera), la chica de la que siempre estuvo enamorado durante su adolescencia. Salidos de una época anterior, también veremos al triángulo sentimental formado por Paula (Paula Muñoz), Mario (Carlos Serrano-Clark) y Miguel (Carlos Gorbe), cuya historia acabará relacionándose con la del propio Jorge para que éste pueda reconciliarse, por fin, con su pasado.

    Venus

    El comienzo es el final (y viceversa)

    Venus (no confundir con el reciente recital terror-festivo de Jaume Balagueró) es también el nombre de la banda a dos que forman Paula y Miguel. De hecho, la película se inicia igual que termina con la última actuación que realizan juntos y donde la propia actriz Paula Muñoz interpreta el tema «El comienzo» compuesto por Alfonso Casado y Alicia Serrat. Es una manera de cerrar un círculo virtuoso en el que como dijo Godard: «una historia debe tener planteamiento, nudo y desenlace, pero no necesariamente en ese orden». Es lo que hace Conde en su película, por algo se ha declarado fan incondicional del inefable director franco-suizo que, precisamente, fue uno de los impulsores más vanguardistas de la nueva ola francesa que en los años 50 y 60 sacudió el panorama cinematográfico mediante un lenguaje fílmico innovador.

    En un par de momentos, Conde se disfraza de Godard con el empleo de bellos travellings de seguimiento que enfatizan el dramatismo de las secuencias aunque en Venus encuentro una mayor similitud con Alain Resnais en cuanto al tratamiento argumental que daba a los recuerdos como forma de explorar los traumas en el presente o esa manera de acoplar otras disciplinas artísticas como son el teatro y la música a la narrativa de las películas. Todo eso está presente en este filme de enorme sensibilidad y poesía visual, pero no hace falta ser un experto en la nouvelle vague para poder disfrutar de una historia romántica que está repleta de personajes y situaciones reconocibles.

    Venus

    Tú y yo, siempre juntos y siempre separados

    He notado que existe una tendencia actual por parte de autores noveles en el cine independiente español de lanzar una mirada nostálgica al pasado y de recuperar un romanticismo que parecía extinto. Pienso en películas como El color del cielo (Joan-Marc Zapata, 2022) o La quietud de la tormenta (Alberto Gastesi, 2022), esta última, por ejemplo, comparte la misma decisión formal con Venus de estar rodada en blanco y negro. Son ejemplos que integran en sus imágenes cierta añoranza por el cine clásico y por una manera de filmar donde la cámara estaba al servicio de la historia y no al revés.

    Si antes nos referíamos a la nouvelle vague como influencia directa para Víctor Conde, es evidente que no es la única y que también recurre a las raíces del melodrama hollywoodiense de los años 50 y 60 con Tú y yo (Leo McCarey, 1957) como referencia explícita que es citada en uno de los diálogos y reafirmada mediante la utilización de la canción de igual título interpretada por Cecilia.

    En ese sentido, hay que estar muy alerta para no perderse las constantes referencias que se deslizan a través de imágenes y diálogos como que alguien pronuncie la frase «vivir es un accidente, un ejercicio de gozo y dolor», extraída de la canción «De paso» de Luis Eduardo Aute, o la presencia de alguien leyendo el libro «La hierba de las noches» de Patrick Modiano, cuya historia central también evoca, igual que en la película, al tiempo perdido que nos atenaza y que se llena de fantasmas ausentes que irremediablemente deben ser invocados para pacificar así nuestra existencia.

    Venus

    La magia del cine y sus musas

    La magia de lo onírico se produce dentro del Café Lumière cuando pasado y presente confluyen en un mismo espacio temporal en el que Jorge rememorará su infancia y, además, podrá interactuar con sus propios padres cuando estos aún eran jóvenes. «El tiempo es transparente» y los recuerdos corpóreos servirán para comprender todas aquellas cosas que nunca fueron dichas, los secretos que se ocultaron y las decisiones que marcaron el devenir posterior de su vida. Venus es una película de emociones profundas que a veces peca de tener unos diálogos excesivamente literarios que restan credibilidad al conjunto. Es un pequeño lastre que suele ocurrir en muchas ocasiones en las que se adapta una obra teatral al cine por tratarse de formatos distintos que también requieren de lenguajes distintos.

    Eso provoca que el excelente elenco artístico de la película (el mismo que estuvo encima de las tablas) tenga que pronunciar algunas frases imposibles de digerir, sin embargo, todos salen airosos del entuerto y, por ejemplo, las actrices Ariana Bruguera y Paula Muñoz, hacen un trabajo maravilloso que cala hondo en las emociones que nos transmiten y cuya presencia reluce en pantalla de manera grandiosa, gracias a la colaboración del equipo de peluquería y maquillaje, convertidas las dos en verdaderas reencarnaciones de las musas de la nouvelle vague con una presencia estética que sigue la estela de actrices como Jean Seberg, Jeanne Moreau o Anna Karina. En roles mucho más secundarios encontraremos la presencia de Juan Diego, Elena Furiase, Lolita o Ana Rujas.

    Venus

    Un poema visual lleno de nostalgia

    Mención aparte merece el trabajo fotográfico que realiza Pol Turrents con una exquisita fotografía en blanco y negro que extrae belleza de cada plano y de cada encuadre, realizando movimientos de cámara suaves, desenfoques con sentido narrativo o un uso de los reflejos en cristales con los que busca potenciar la dualidad temporal de la historia y dotarla de un dinamismo escénico inusitado que se sobrepone a las limitaciones del espacio único. Tratándose de un proyecto independiente y con un presupuesto reducido, la fotografía de esta película puede considerarse como una joya de orfebrería que, en un mundo justo, debería reconocerse con multitud de galardones.

    Venus es una película poética y amarga, cuyas lágrimas saben tan dulces como escuchar el «Voilà» de François Hardy. Nos habla de la electricidad del primer amor y del desencanto que se produce cuando llega el desamor o el amor no correspondido, pero el filme también se convierte en una oda nostálgica cinéfilo-musical del tiempo pasado como evocador de emociones que nos recuerden la importancia de expresar todo aquello que sentimos por dentro antes de que sea demasiado tarde.


    ¿Qué te ha parecido la película?

    Crítica de ’La chica y el cosmonauta’: Un atemporal triángulo amoroso

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    La chica y el cosmonauta

    Las críticas de David Pérez «Davicine»:
    La chica y el cosmonauta

    El regreso de un cosmonauta que llevaba 30 años desaparecido reaviva un antiguo amor y despierta el interés de una corporación decidida a saber por qué no ha envejecido. Jędrzej Hycnar, Vanessa Aleksander y Magdalena Cielecka protagonizan La chica y el cosmonauta, romance de ciencia ficción que abarca 30 años, dirigido por Bartosz Prokopowicz y escrito por Agata Malesinska, y cuyo reparto completan Jakub Sasak, Andrzej Chyra, Zofia Jastrzębska, Anna Cieślak y Daria Polunina. La serie se estrena en Netflix el 17 de febrero de 2023.

    Nada nuevo en el espacio… y el tiempo

    La chica y el cosmonauta es una serie polaca que claramente ha sido escrita y dirigida tras haber visto una gran cantidad de series y películas de ciencia ficción, entre ellas Interstellar de Christopher Nolan. A pesar de contar una historia que no es excesivamente novedosa en el género, si que han creído que podrían presentar una serie interesante como para que encanchase a lo largo de seis episodios.

    La serie tiene lugar tanto en 2022 como en 2052 e involucra un triángulo amoroso clásico, en el que tenemos una mujer y dos pilotos, al más puro estilo Top Gun. En ella, Nikodem y Bogdan son dos amigos y pilotos de F-16 que compiten por el amor de la preciosa Marta y por un puesto en una expedición espacial. Niko logra el segundo objetivo, pero, debido a un fallo inexplicable, cuando vuelve de su misión han pasado 30 años. Y pese al tiempo transcurrido en la Tierra, él no ha envejecido en absoluto. Aunque Niko no piensa más que en Marta, lo que le interesa a todo el mundo es el secreto de su juventud eterna. Moviéndose a lo largo de los episodios entre dos líneas temporales, la serie repasa la relación entre Marta y Niko. Curiosamente, aunque el triángulo amoroso puede considerarse un cliché, funciona bastante bien, siendo la relación que comparten los personajes entre sí lo que genera un interés aún mayor que la propia historia de ciencia ficción, no siendo un impedimento para su disfrute lo predecible que es.

    Equilibrando el romance con la ciencia ficción

    A nivel de personajes, Marta, Niko y Bogdan tienen bastante tiempo para desarrollarse. Marta es una DJ de profesión que parece haber sido bastante popular en Londres bajo su nombre artístico Stardust. Tanto el motivo por el que ha estado viviendo lejos de su casa durante años, y también la razón de su regreso a Polonia, es su padre, alguien que la había controlado, pero al final ella se da cuenta que su padre hacía todo lo que hacía por amor a ella. Darse cuenta de ello es lo que hace que regrese a Polonia en 2022. La figura paterna también tiene un efecto crucial en otros personajes, como Bogdan, que es el más maduro de los dos amigos, un hombre estoico y melancólico que siempre tiene problemas con su padre, un coronel del ejército a cargo de su tropa que es muy exigente con su hijo y con ciertas tendencias agresivas hacia las mujeres. Por último, Niko y su hermana Karolina también tienen una compleja relación con su propio padre, siendo Niko muy bien presentado como un hombre de espíritu libre. Todos los personajes son creíbles, aunque destaca el conflicto de Marta, eje de toda la historia al tener que decidir si quiere revivir el pasado o no.

    A lo largo de los seis episodios no hay tiempo para el aburrimiento al incluir suficientes giros como para que el triángulo amoroso no pese en la parte de ciencia ficción, pero se complementen bien. La secuencia inicial de La chica y el cosmonauta es prometedora, y demuestra las intenciones del director por presentar una serie bien filmada, con un buen diseño de producción y un toque futurista que no sea excesivamente transgresor para que en todo momento pensemos pueda ser un futuro cercano y realista. Pocas son las series que llegan sin casi noticias y tienen un buen nivel de producción, y esta vez Netflix ha cumplido invirtiendo para que algunas escenas sean atractivas, pero por desgracia no lo son todas, lo que hace que el conjunto no sea tan llamativo como prometía.

    En general, La chica y el cosmonauta es visualmente impresionante, y al estar ambientada en el futuro nos presenta todo tipo de tecnología futurista de fondo, con objetos que claramente esperamos tener en el futuro, luciendo todos ellos de forma realista e impecable. Además del nivel visual en el apartado futurista, también cumple en el actual, pues incluye buenas escenas que implican a aviones F-16. Lástima que cuando nos llevan al pasado, que es nuestro presente, más que vestuario y ambientación de 2022 parece que estamos en un capítulo de Cuéntame con atuendos llamativos y maquillajes brillantes al más puro estilo de los 70.

    La chica y el cosmonauta es un placer culpable para quienes disfrutan con romances y triángulos amorosos independientemente del género, y no defraudará a quienes quieran ver una serie futurista con buenas relaciones entre sus personajes aunque sin excesiva profundidad, combinando de forma acertada la intriga con una historia de amor.


    Listado de episodios de ‘La chica y el cosmonauta

    La serie La chica y el cosmonauta está compuesta por 6 episodios de entre 44-51minutos de duración cada uno.

    Episodio 1

    En 2052, la cápsula de SkyCom vuelve a entrar en órbita, alterando la vida de Marta. En 2022, dos ambiciosos pilotos se enamoran de la misma mujer.

    Episodio 2

    Nadia busca información sobre la misión y el cosmonauta. Niko y Bogdan compiten por una plaza en el programa espacial… y por el amor de Marta.

    Episodio 3

    La tensión entre Niko y Bogdan aumenta a medida que los dos se enamoran de Marta. Nadia intenta sacar a Niko del estado de hibernación, pero se topa con un obstáculo.

    Episodio 4

    En 2052, Marta y Bogdan se distancian. En 2022, Niko se prepara para la misión y reflexiona sobre su relación. Nadia recibe una visita sorpresa.

    Episodio 5

    Niko sale de la hibernación y decide escaparse de la instalación rusa para buscar a Marta. Nadia intenta cubrir sus huellas.

    Episodio 6

    Tras su reencuentro, Marta, Niko y Bogdan deben tomar una difícil decisión sobre su futuro mientras los agentes del FSB les pisan los talones.


    ¿Qué te ha parecido la serie La chica y el cosmonauta en Netflix?

    Crítica de ‘Nana (Before, Now and Then)’: Evocando a Wong Kar-wai

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    Nana

    Las críticas de David Pérez «Davicine» en la 67 Seminci:
    Nana (Before, Now and Then)

    Finales de la década de 1960. Nana no puede huir de su pasado. Sumida en la pobreza tras haber perdido a su familia en la guerra de Java Occidental, se vuelve a casar y comienza una nueva vida. Pero el pasado sigue vivo en sus sueños. Su nuevo marido es rico, pero su papel de esposa en el hogar es de sumisión y él le es infiel. Nana sufre en silencio hasta el día en que conoce a una de las amantes de su marido y todo cambia. Ino es alguien en quien puede confiar, alguien que le ofrece consuelo y a quien puede contarle sus secretos, pasados y presentes. Kamila Andini dirige Nana (también conocida con el título internacional Before, Now & Then), adaptación del primer capítulo de la novela «Jais Darga Namaku» de Ahda Imran, y está protagonizada por Happy Salma, Laura Basuki, Arswendi Nasution, Arawinda Kirana, Ibnu Jamil, Rieke Diah Pitaloka y Chempa Puteri. La película se estrena en España el 17 de febrero de 2023 en Filmin.

    De la pobreza a la sumisión

    Nacida en Yakarta (Indonesia), en 1986, Kamila Andini debutó como directora con The Mirror Never Lies, que se proyectó en la sección Berlinale Generation en 2012. Su segundo largometraje, The Seen and Unseen, ganó el Gran Premio del Jurado Internacional de Generation Kplus en 2018, mientras que el tercero, el drama adolescente Yuni (2021), ganó el Premio Platform en el Festival de Toronto.

    Nana, cuarto largometraje de Andini, le valió el premio a la mejor actuación de reparto para Laura Basuki en Berlín y conquistó el premio del jurado en el Festival de Bruselas, además de fue ser programada  en Sección Oficial en Seminci (Semana Internacional de Cine de Valladolid).  La película narra la historia de una mujer sumisa, sometida a un marido infiel, que encuentra un inesperado refugio en una de las amantes de su esposo.

    La opresión como tradición

    Hay algunas cosas que están tan arraigadas que parece que siempre han estado ahí y, por desgracia, que lo estarán. Una de ellas es la represión de las mujeres en la sociedad indonesia, eje central de Nana, en la que se nos muestra cómo esto ha acabado convirtiéndose en tradición, pues las mujeres de antes, ahora y entonces (en referencia al título internacional) tienen que mantenerse perfectas y al servicio de sus maridos como obedientes madres y esposas.

    Lejos de ser una película emocional, surgida del dolor de la cineasta por cómo vive la mujer en su país, Nana opta por contarlo de una forma contenida e inmersiva, donde no falta la parte trágica, y en la que destaca tanto la fotografía como la estructura de la historia, aunque por momentos pueda ser excesivamente lenta. Este ritmo pausado juega a su contra en algunos momentos pero, curiosamente, también a su favor, pues puede que el espectador acabe desesperado por la duración de escenas que no van a ningún lugar concreto, pero todo forma parte de un plan minucioso para desarrollar de la mejor manera posible al personaje principal, mostrándose como un libro abierto al espectador, aunque esconda muchos secretos (bajo su moño) a los otros personajes.

    La directora enfatiza más la historia a través de símbolos visuales y el uso del movimiento, todo por hacer aún más personal esta historia de sumisión de la mujer por parte del hombre, pero también de autolimitación de las mujeres, incapaces de poder expresar libremente sus problemas, encerradas en si mismas, lo que se refuerza en la película por la limitación de movimientos de los actores, con muchas escenas que se sienten teatrales. A menudo, Nana parece una versión indonesia de In the Mood for Love, de Wong Kar-Wai, por el tono y la textura de muchas escenas que parecen haber sido filmadas a través de un velo, pero también por todo lo que esconden las emociones reprimidas, sin olvidarnos del uso de la música, combinando estilos muy diferentes.

    Dos mujeres con vidas parejas

    Pasado, presente y futuro son reflejados a través de la protagonista, interpretada tanto en el presente como en el futuro por Happy Salma, una estrella en Asia que ha sido capaz de entender realmente el personaje que tenía que interpretar. Desde las expresiones faciales al lenguaje, Nana es mostrada como una mujer contenida y encerrada en sus propios recuerdos. A pesar de todo lo que está en juego, Nana no tiene miedo al divorcio, sino más bien a perder otra familia, a perder otro hijo, lo que causa en su interior un temor tan grande que se manifiesta en pesadillas con evocaciones del pasado.

    En contraposición al personaje de Nana tenemos a Ino, interpretada por Laura Basuki, una mujer valiente y alegre, siempre directa, que aportará luz a muchos momentos de la película, y transmitirá su entusiasmo por la vida a la apagada Nana, siendo la relación entre ambas una de las partes más importantes de la historia de liberación de la protagonista, seguramente al verla como un reflejo de la Nana del pasado. Muchas de las escenas con ambas presentes son las que más pueden llegar a conmover al espectador, al ser escenas en las que los personajes femeninos pueden ser ellos mismos, sin tener que ocultar nada.

    Si bien podrían haber optado por un personaje masculino como antagonista, y a pesar de la presencia del marido de Nana como hombre infiel que parece destinado a hacer naufragar su matrimonio, el verdadero villano es el sistema impasible a la evolución, estancando la renovación de una sociedad en la que la represión y la opresión para las mujeres forman parte del día a día.

    Nana es una película trágica y lenta a la par que visualmente bella, con claras evocaciones al cine de Wong Kar-Wai, que si bien puede abrumar (por no decir aburrir) al principio, consigue contarnos una historia repleta de reflexión sobre las mujeres, su opresión, y su resistencia a las estructuras patriarcales.


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    Crítica de ‘Project Wolf Hunting‘: Violencia omnipresente y muy bien rodada

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    Project Wolf Hunting

    Las críticas de Laura Zurita:
    Project Wolf Hunting

    Septiembre de 2021. Un grupo de peligrosos delincuentes coreanos tiene que ser trasladado en un buque de carga de Manila a Busán. Los acompañan a bordo el capitán de la policía coreana Suk-woo y otros 22 detectives experimentados, cada uno con al menos 10 años de experiencia investigando crímenes violentos. Pronto, la prisión flotante abandona el puerto y comienza su camino hacia Corea. Los prisioneros están fuertemente custodiados y todo está tranquilo a bordo hasta que los criminales inician un motín.

    Project Wolf Hunting está dirigida por Kim Hong-sun y protagonizada por Seo In-guk, Sung Dong-il, Choi Gwi-hwa, Jung So-min, Jang Dong-yoon, Jeong-hwan Park, Moon-Sung Jung y  Jang Young-Nam. La película se estrena en España el 17 de febrero de 2023 de la mano de A Contracorriente Films.

    Presidiarios a bordo

    La película comienza con un prólogo en el que se explica por qué se les ocurre la idea de transportar presidiarios en un carguero. El momento en que se prepara el transporte de los presidiarios nos sirve para presentar a nuestros personajes: El presidiario prepotente y amante de la violencia, aunque sea la que sufre en su propia carne; La mujer dominante, caprichosa y sin escrúpulos; Los presos apocados que prefieren no tener problemas; Y un enigma, una persona jovencísima, que parece incapaz de haber cometido los crímenes de los que se le acusa. Ese aspecto de adolescente se comentará después en la cinta, y nos dará alguna que otra sorpresa.

    El negativo del Capitán América

    Hay una trama paralela, con un pasajero escondido, cuyo origen e historia se contará con flashbacks, pero de manera incompleta, sin darnos muchos detalles. Se trata de un supersoldado producto de un proceso sádico e inmoral, un individuo cruel  e indiferente, el negativo y el lado oscuro del impoluto y épico Capitán América.

    Cualquiera de las dos historias podría haber dado lugar a una interesante historia de acción, pero la mezcla entre las dos en Project Wolf Hunting da lugar a un verdadero revoltijo, en lo que lo único seguro es que hay mucha gente muriendo por todas partes. De hecho, algunas de las convenciones de las películas de acción se subvierten en un verdadero paroxismo de muertes indiscriminadas. Y, de repente, Project Wolf Hunting termina.

    El final, en consonancia con el resto de la película, es estéticamente muy atractivo, pero también apresurado y gélido. En realidad, no termina la historia con la que empezó la película, que queda, nunca mejor dicho, a la deriva.  En él se entrevé, eso sí, otra idea que parece empezar, y que promete (o amenaza) ser punto de partida de una de esas socorridas segundas partes

    La violencia como razón de ser

    Impresiona la cantidad de personajes que muera, ya que la violencia es la gran protagonista de Project Wolf Hnting. No se retrata con fuera de campo, ni elegantes elipsis, sino que se la mira de frente, de manera detallada y fascinante, con pelos y señales.

    Hay sangre, vísceras y dolor, ante la mirada tranquila y fría de la cámara. Algunas de las muertes no tienen más sentido que satisfacer el sadismo puro y duro, un placer retorcido y frío que no parece acompañarse de ningún tipo de arrepentimiento.

    La violencia es ubicua e irredenta, y desde luego no es para espectadores sensibles. De hecho, hay tanta, y tan física y detallada que al final nos lleva a un cierto grado de anestesia sensorial y emocional, y llega a ejercer una cierta fascinación.

    Brillante puesta en escena

    La mayor baza de Project Wolf Hunting es la brillante puesta en escena, muy depurada. Los distintos ambientes tienen cada uno su luz. El exterior una fría luz azul, las celdas un amarillo muy sucio, y sombras ominosas en los compartimentos inferiores.  Conforme pasa el tiempo, el aspecto de los distintos ambientes se unifican, tiñéndose de sangre e inmundicia.

    Llama fuertemente la atención el contraste entre la mugre y la violencia, por una parte, y la sofisticación de la puesta en escena, por otro. Los efectos especiales tienen más vocación de impactantes que de realistas, la sangre salta y chorrea, las vísceras asoman por enormes heridas y las muertes son cada vez más elaboradas y crueles. No hace falta que el espectador se lo crea, hay que crear asombro y, sobre todo, repulsión.

    Project Wolf Hunting es una película de violencia extrema, con un desarrollo algo confuso y un final inacabado y súbito, pero muy bien rodada. Con su puesta en escena depurada, sus excelentes efectos especiales y su crudeza, seguro que hará las delicias de los amantes del gore.


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    Crítica de ‘Ant-man y la Avispa: Quantumanía‘: La bisagra más colorista y barata de Marvel

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    Las críticas de Óscar M.:
    Ant-Man y la Avispa: Quantumanía

    Scott Lang y Hope Van Dyne regresan a Ant-Man y la Avispa: Quantumanía para continuar sus aventuras junto a Hank Pym y Janet Van Dyne, la familia se encuentra explorando el Reino Cuántico, mientras interactúan con extrañas nuevas criaturas y se embarcan en una aventura que los llevará más allá de los límites de lo que pensaban que era posible, encontrando a Kang el Conquistador, la nueva amenaza para los héroes.

    Ant-Man y la Avispa: Quantumanía está protagonizada por Paul Rudd (Cazafantasmas: Más Allá), Evangeline Lilly (El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos), Michael Douglas (Wall Street: El dinero nunca duerme), Michelle Pfeiffer (Maléfica: Maestra del mal) y Jonathan Majors (Devotion: Una historia de héroes), está dirigida por Peyton Reed (Di que sí) y escrita por Jeff Loveness (Rick y Morty). La película se estrena en cines el 17 de febrero de 2023 de la mano de Disney.

    Sin título y con pantalla verde

    Antes de entrar en la parte importante de la secuela de «El hombre hormiga», parece que hay un acuerdo general por el que nadie hace referencia a que en las películas (sobre todo las de superhéroes) no se ponga el título al principio del metraje. Recientemente ha pasado con Black Adam y vuelve a suceder ahora con Ant-Man y la Avispa: Quantumanía (hay más ejemplos), no sabemos qué estamos viendo hasta que llegan los títulos de crédito finales y se puede hasta considerar una falta de respeto al público no presentar la película (por no hablar de los que entrarán en la sala tarde y pillarán la película empezada).

    Otra batalla perdida, y de la que nadie habla, es el abuso de la pantalla verde, esta secuela será, probablemente, una de las más baratas de Marvel. La inversión ha consistido en sólo dos escenas rodadas en el mismo escenario real (una calle que debe representar a la ciudad San Francisco) y la construcción de un plató de rodaje (la sala del trono del enemigo). El resto de escenas destacan por estar creadas por ordenador (o si son reales por estar demasiado postproducidas) y la coreografía de los actores a la hora de moverse por el espacio ficticio, por lo que con ésta le han sacado rentabilidad a la nave industrial donde han rodado todas las películas anteriores.

    Una agotadora carrera sin descanso

    Las películas de la saga Ant-Man tienen la característica de ser excesivamente locales, argumentalmente limitadas y con una repercusión pequeña (y no, no me refiero al tamaño del personaje protagonista). Esta tercera entrega mejora en ciertos momento a la segunda parte sólo por el hecho de que el enemigo principal será el próximo supervillano y sus actos serán los protagonistas centrales en las siguientes aventuras de Los Vengadores, salpicando al resto de películas independientes.

    Una vez que pasa esa realista escena de la calle anteriormente nombrada, la historia de «El hombre hormiga» y su amiga la Avispa entra en una carrera sin descanso donde no hay casi tiempo ni de parpadear, un viaje agotador donde el ritmo se mantiene tan alto que ni las escenas donde los personajes están sentados y sólo hay diálogos dan un respiro al espectador.

    Esto debería ser algo muy positivo en una película de acción, pero el entorno donde se desarrolla la historia es tan falso y tan coloreado que no transmite ningún tipo de veracidad. Uno de los detalles más valorables de las películas de superhéroes es que se sitúen en una ubicación realista y que, con sus poderes, hagan cosas que no puedan hacer los humanos corrientes, pero aquí no hay ninguna referencia real. Admitimos la presencia de planetas extraños con particularidades de Guardianes de la galaxia, pero el Reino Cuántico es tal sobredosis de imaginación que la única manera de darle credibilidad a la secuela habría sido convirtiéndola en una película de animación.

    El futuro del Multiverso pasa por Loki

    Quantumanía es la presentación de Kang, el nuevo megavillano de la franquicia tras la desaparición de Thanos, aunque su aparición en el Universo cinematográfico de Marvel ya tuvo lugar en la serie Loki (algún día alguien recordará que la idea de interconectar e intercalar series y películas la propuso Warner para la fallida La torre oscura), por lo que podría considerarse una reintroducción del personaje para el espectador que sólo va al cine y no está abonado a Disney+.

    Es una estrategia muy acertada por parte de la compañía volver a enseñar al personaje ampliando un poco su historia (a pesar de que la mejor escena esté ubicada en mitad de los títulos de crédito finales, cuando ya la película está terminando), siguiendo la intención de enganchar a la audiencia para que vea las siguientes entregas. La jugada les sale bien y Kang queda incorporado en la familia, indudablemente gracias al trabajo de Jonathan Majors, quien demuestra una versatilidad y una versión que poco tiene que ver con el personaje que vimos anteriormente con el mismo nombre.

    El mayor problema es que hace relativamente obligatorio ver las series de Disney+ (sobre todo, Loki) para entender qué papel va a jugar el personaje de Loki en la historia y, lo más sangrante, es que confirma que la autodenominada «Fase 4» es un conjunto de películas autónomas, independientes, sin conexión y apenas repercusión argumental global, a excepción de Spider-man: No way home y Doctor Strange en el multiverso de la locura, que son los pilares de del Multiverso y la parte fundamental de Ant-Man 3, convirtiendo a la película en una bisagra entre el final de Thanos y la presentación de Kang.

    Nuevos personajes en un conjunto bipolar

    La incorporación de nuevos personajes es una pequeña brisa de aire fresco a la saga, son los nuevos contrapuntos cómicos y a quienes se les adquiere cierto cariño (excepto a la hija de Lang, para la que han usado un calzador por mucho que estén promocionando ya Los nuevos vengadores), pero su escasa presencia en pantalla no compensa el tono sombrío que tienen el resto de personajes. El apoyo que tienen con el vestuario y los escasos escenarios reales (con una clara inspiración en los años setenta y ochenta y en la segunda trilogía de La guerra de las galaxias, en concreto, en El ataque de los clones) podría funcionar, pero el conjunto es tan artificial visualmente que no llega al espectador.

    Hay que agradecer que se le haya dado más tiempo en pantalla y más importancia al personaje interpretado por Michelle Pfeiffer, una de las musas olvidadas de los años ochenta y noventa (hay quien ha olvidado que es la mejor Catwoman hasta la fecha) que demuestra que puede seguir en activo en una película de acción, aunque la comparación facial con Bill Murray o Michael Douglas sea escandalosa y vuelva a poner de manifiesto las condiciones antiedad que se le exigen a las actrices en Hollywood.

    En Ant-Man y la Avispa los guionistas cometieron bastantes errores y, en esta secuela, Jeff Loveness ha decidido mantenerlos, probablemente, para mantener cierta coherencia, porque no tiene otra explicación que continúen repitiendo las referencias a Capitán América: Civil War o que, otra vez, los enemigos no sean caucásicos. Tampoco parece que a nadie le importa que Evangeline Lilly lleve tres películas con cara de sólo estar presente para cobrar el cheque, esperemos que esto mejore en Avengers: The Kang dinasty, de cuyo guión también se encargará el mismo Loveness.

    Engrandecer con música y efectos especiales

    La música de Christophe Beck vuelve a ser uno de los grandes aciertos de la secuela, su partitura electrónica encaja muy bien con las escenas, sus sonidos tan futuristas están perfectamente integrados en el imaginativo entorno de la historia y consigue tener personalidad propia en el batiburrillo de películas de la franquicia (aunque no faltan los acordes de otras composiciones vengadoras previas). Es una pena que el espectador pueda centrarse en el trabajo de Beck durante el metraje, aunque, por suerte, Marvel ha publicado todas los audios en la página más famosa de vídeos de internet para que podamos disfrutarlos (en «Theme from Quantumania» Beck hace una versión del tema principal de Ant-man mejorándolo y haciéndolo aún más épico).

    La lacra del abuso constante de la pantalla verde tiene el lado positivo de poder ver en la pantalla paisajes y personajes que van más allá de nuestra imaginación, con colores y texturas imposibles que ahora conviven con actores reales. Un derroche de creatividad que nos impide centrarnos en algo en concreto, habiendo tantísimos estímulos visuales en cada escena situada en el Reino Cuántico que habrá que ver varias veces la película para descubrir todo lo que se ha incluido.

    Tanto la música como el trabajo de efectos especiales consiguen engrandecer una historia cuyo argumento se queda pequeño y reducido para lo que Marvel y Disney nos tienen acostumbrados a mostrar en la gran pantalla. Ant-Man y la Avispa: Quantumanía sigue siendo una secuela menor (y de las más baratas) de la saga de superhéroes, por mucho que el personaje se haga gigante, y esa limitación autoimpuesta en la historia y su ubicación irreal provoca que sus actos siempre tengan el tamaño de una hormiga en el espectador.


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    Filmin estrena ‘Hilma’, biopic sobre la artista Hilma af Klint

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    Hilma

    Filmin estrena el próximo viernes 24 de febrero, en exclusiva en España, Hilma, la nueva película del cineasta sueco Lasse Hallström, nominado tres veces al Óscar y conocido por Chocolat y Las normas de la casa de la sidra.

    Se trata del primer biopic que profundiza en la vida y obra de Hilma af Klint (1862-1944), la pionera del arte abstracto cuyas creaciones permanecieron escondidas, por su propia elección, hasta 20 años después de su muerte. La artista siempre pensó que el público no estaba preparado para comprender esa forma de arte. Su obra vio la luz por primera vez en el Museo de Arte de Los Ángeles en 1986, pero no fue hasta 2018 cuando, gracias a la exposición monográfica que le dedicó el Guggenheim de Nueva York, su nombre sacudió el mundo del arte y se reveló como una de las primeras artistas abstractas de la historia, anticipándose incluso a Kandinsky, Malevich o Mondrian.

    En la película, Lena Olin, también nominada al Óscar y esposa del director, y su hija en común, Tora Hallström, encarnan a la protagonista en diferentes etapas de su vida.

    Lasse Hallström ha dicho:

    He pasado varios años tratando de entender el enigma de Hilma af Klint. Esta es una historia sobre una búsqueda incansable de la verdad sobre la humanidad y el universo, en una época en la que los hombres establecían todas las reglas.

    A pesar de los obstáculos, Hilma creó un arte que, hoy en día, sigue influyendo en nuestras vidas. Espero que el público experimente estas luchas con todos sus sentidos.

    Hilma af Klint, mediante técnicas experimentales, creó un lenguaje geométrico único que captura la fuerza y el misterio de la filosofía espiritual, corriente imprescindible en la trayectoria de la artista. Asimismo, la pionera desafió la hegemonía masculina del mundo del arte.

    La película también nos descubre su participación en «Las cinco», un grupo de mujeres artistas que combinaban el espiritismo con el arte automático o semiinconsciente, adelantándose a las posteriores corrientes surrealistas. Según los diarios de Hilma, ellas recibían órdenes de «seres superiores» para crear de manera pura e instintiva, sin interferencia del pensamiento.

    La actriz Lena Olin ha dicho:

    Eran mujeres muy oprimidas por la sociedad. Se reunían para pasar la noche pintando juntas, ya que esa era su única forma de experimentar la libertad. En aquella época había muchas mujeres científicas y artistas que hoy en día la historia ha borrado. Eran fuertes y valientes. Todas debemos sacar a relucir nuestra Hilma interior.

     

    Fecha de estreno de ‘Els Encantats’, protagonizada por la ganadora del Goya Laia Costa

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    Els Encantats

    El próximo día 2 de junio A Contracorriente Films estrenará en cines Els Encantats, nueva película de la directora Elena Trapé (Las distancias) que está protagonizada por la reciente ganadora del Goya Laia Costa (Cinco lobitos).

    Tras su reciente separación, Irene se enfrenta por primera vez a la ausencia de su hija de cuatro años, que está pasando unos días con su padre. Incapaz de adaptarse a esta nueva realidad, decide viajar a un pequeño pueblo del pirineo catalán donde tiene una casa, buscando recuperar la seguridad y la calma que siente que hace tiempo ha perdido. Pero el lugar, que en el pasado fue tan familiar, se presenta poco a poco tan abrumador como su nueva vida y la acabará forzando a dejar de huir para enfrentarse a sus miedos.

    Junto a Laia Costa completan el reparto principal Pep Cruz (Las leyes de la frontera), Aina Clotet (La hija de alguien), Dani Pérez Prada (70 binladens), Dèlia Brufau (La voluntaria) y la debutante Ainara Elejalde. El guion está escrito por la propia directora junto a Miguel Ibáñez Monroy.

    Els Encantats es una producción de Coming Soon Films, A Contracorriente Films y Encantats Films AIE. Cuenta con la participación de RTVE y TVC y con el apoyo de ICAA e ICEC y será distribuida en cines por A Contracorriente Films.

    Crítica de ‘La ley de Lidia Poët’: La abogada que defendió la dignidad femenina

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    La ley de Lidia Poët

    Las críticas de Daniel Farriol:
    La ley de Lidia Poët

    La ley de Lidia Poët (La legge di Lidia Poët) (2023) es una serie italiana creada por Guido Iuculano (La tierra de los hijos, Alaska) y Davide Orsini (The Bunker Game, Lazos malditos) donde se combina drama de época e intriga judicial. En la dirección encontramos a Letizia Lamartire (Saremo giovani e bellissimi, Roberto Baggio, la Divina Coleta) y Matteo Rovere (Romulus, El primer rey), con guiones de Elisa Dondi, Daniela Gambaro, Guido Iuculano, Davide Orsini y Paolo Piccirillo.

    La historia ficciona la vida real de Lidia Poët, la primera abogada de Italia. Cuando se le prohibió ejercer la abogacía, mientras preparaba su apelación para revocar la decisión del tribunal, comenzó a colaborar con su hermano para resolver casos complicados. Está protagonizada por Matilda De Angelis (El robo a Mussolini, La increíble historia de la Isla de las Rosas), Eduardo Scarpetta (Nadie como tú, Aquí me río yo), Pierluigi Pasino, Sinead Thornhill, Dario Aita, Sara Lazzaro, Mia McGovern Zaini y Nicolo Pasetti. La serie se ha estrenado en Netflix el día 15 de Febrero de 2023.

    La vida real de una pionera enmarcada en una ficción de entretenimiento

    Lidia Poët está considerada como la primera abogada italiana y una pionera del movimiento de emancipación femenina que luchó para conseguir que las mujeres pudieran ejercer libremente la abogacía y ocupar otros cargos públicos relevantes en el país transalpino. La serie La ley de Lidia Poët creada por Guido Iuculano y Davide Orsini utiliza este hecho histórico para ficcionar la vida de la abogada a través de una astuta combinación de humor, romance, drama social como reflejo crítico de una época y diversas subtramas de intriga judicial en las que la protagonista se convertirá en una suerte de investigadora privada muy en la línea de las novelas policíacas de autoras como Agatha Christie o Jacqueline Winspear.

    Nacida en 1855 en la aldea de Traverse, a sus 26 años recibió el título de abogada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Turín, pero las estrictas leyes patriarcales de por aquel entonces le impidieron ejercer su profesión por el simple hecho de ser mujer, teniendo que trabajar como asistente forense o en el despacho de otros compañeros de profesión masculinos, tras ser denunciada por la fiscalía y ratificada la nulidad de su título por los tribunales.

    Tuvieron que pasar casi 40 años, concretamente hasta el año 1919, cuando las leyes permitieron que pudiera inscribirse legalmente como abogada. La serie de Netflix no pretende ser una biografía fidedigna de su vida, de hecho, se toman muchas licencias en pos de potenciar el entretenimiento de corte generalista, pero a lo largo de los capítulos que integran esta primera temporada se irán deslizando muchos detalles reales de su vida que marcaron la lucha por la autodeterminación de esa mujer adelantada a su tiempo.

    La ley de Lidia Poet

    Matilda De Angelis se convierte en una encantadora Lidia Pöet

    La estructura que poseen los seis capítulos de la primera temporada de La ley de Lidia Poët es casi siempre la misma. En la primera escena se produce un asesinato del que hay un sospechoso principal al que apuntan todas las pruebas. Es detenido por la policía bajo la custodia de la fiscalía, pero la singular abogada considerará la posibilidad de que esa persona no sea culpable y decidirá representarlo para poder demostrar su inocencia. Lo habitual será que al final del capítulo acorrale al verdadero criminal a través de su verborrea y haya una confrontación cara a cara donde incluso ponga en peligro su propia integridad física para forzar la confesión que exculpe a su cliente.

    Lidia Poët está encarnada por la actriz y cantante boloñesa Matilda De Angelis que se convierte en el principal reclamo de la serie, regalándonos una estupenda interpretación repleta de encanto sin por ello renunciar a la visceralidad reivindicativa que poseía el personaje real. El personaje de ficción es una joven independiente, sexualmente liberada y muy cabezota que desafía a las normas establecidas y que emplea su innata curiosidad, la astucia y algunas mentirijillas piadosas para lograr siempre todo lo que se propone. También la veremos adoptar algunas actitudes «masculinas» cuando decide ir sola en bicicleta ante el asombro de todos o vestir con pantalones zurcidos por ella misma. Sin duda, es una rebelde con causa que lucha por la dignidad femenina en un mundo gobernado por hombres.

    La ley de Lidia Poet

    La trama detectivesca se adereza con romance y humor

    La crítica social es evidente, pero La ley de Lidia Poët mantiene siempre un tono jocoso que se aleja del adoctrinamiento ideológico y prefiere optar por el esparcimiento mediante varias subtramas de tono telenovelesco que buscan captar la atención del gran público.

    De esa manera, tenemos la tirante relación con su hermano, Enrico Pöet (Pierluigi Pasino), y la remilgada esposa de éste, Teresa Barbaris (Sara Lazzaro), que generará múltiples equívocos y divertidos enfrentamientos de opinión, pero también se creará alrededor de la abogada un triángulo sentimental bastante tópico donde la protagonista vacilará entre su relación abierta con el libertino Andrea (Dario Aita) y el creciente interés romántico que sentirá por el hermano de su cuñada, Jacopo Barbaris (Eduardo Scarpetta). Este último es un periodista que acabará convirtiéndose en su mayor aliado cuando la abogada necesite de la influencia que tiene el cuarto poder en la opinión pública para contrarrestar así la fuerza de los poderes fácticos que la asfixian.

    La otra subtrama recurrente propia de un folletín es el amor adolescente que mantienen en secreto la sobrina de la protagonista, Marianna Pöe (Sinead Thornhill), y un ingenuo jardinero que trabaja para la familia, algo que no será bien visto por la madre de la chica, cuyo personaje representa el pensamiento tradicional y clasista que tenían muchas mujeres de la época. Los guiones están bien escritos y las diversas narrativas se ensamblan adecuadamente sin que la parte humorística o la romántica hagan sombra a la investigación detectivesca ni viceversa, conservándose así mismo el trasfondo social como un paisaje invariable en todos los episodios, por lo que la serie puede llegar a contentar a diversos tipos de público.

    La ley de Lidia Poet

    Una fantástica ambientación

    La ley de Lidia Poët tiene también un llamativo acabado técnico en el que destaca la ambientación y, sobre todo, el vestuario. Sin embargo, menos acertada me parece la decisión ya convertida en moda de incluir temas musicales modernos en ficciones de época, lo que genera un anacronismo con las imágenes que no siempre ayuda a la credibilidad de lo expuesto. En este caso tenemos una estupenda banda sonora cuando se recurre a su leit motiv central, pero que toma decisiones musicales discutibles en otros momentos puntuales en que el pop melódico adquiere relevancia.

    La serie se convierte en todo un guilty pleasure que se ve en un suspiro y que cuando termina nos dejará con ganas de presenciar muchas más aventuras protagonizadas por la perspicaz abogada-detective. Lidia Poët encuentra aquí a una aliada perfecta en la actriz Matilda De Angelis, cuyo impecable trabajo destaca entre un reparto bien escogido que la secunda con suficiente oficio. ¿Habrá una segunda temporada? El final del último capítulo deja la puerta abierta de par en par, la historia y el personaje darían de sí para mucho más, veremos que es lo que sucede.

    La ley de Lidia Poet

    Listado de episodios de ‘La ley de Lidia Poët’

    La primera temporada de la serie italiana La ley de Lidia Poët (La legge di Lidia Poët) está compuesta por 6 episodios de entre 40 y 52 minutos aproximadamente.

    Episodio 1

    Cuando una bailarina aparece muerta, acusan a su supuesto acosador del asesinato. Desesperada, la madre del sospechoso le pide ayuda a la primera mujer abogada de Italia.

    Episodio 2

    Para disgusto de Enrico, Lidia acepta defender a una anarquista acusada de asesinato. Pero el escándalo es más retorcido de lo que se imaginaba y acaba metida en un lío.

    Episodio 3

    Lidia y Enrico descubren unos secretos familiares cuando, bajo el efecto del opio, un joven que conocía confiesa haber cometido un parricidio en la casa de su niñez.

    Episodio 4

    Lidia quiere representar a una mujer muy similar a ella (culta, infravalorada y despreciada). ¿Pero se sentirá demasiado identificada como para ver la realidad?

    Episodio 5

    Un rico emprendedor fallece después de una sesión de espiritismo en una fiesta muy loca… y la principal sospechosa lleva años encerrada en un manicomio.

    Episodio 6

    Lidia destapa una conspiración y se enfrenta a un dilema: ¿debería quedarse donde está y abrirse camino en un mundo que la rechaza… o probar fortuna en otro lugar?


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