Crítica de ‘Stolen Identity’: Hideo Nakata ha perdido su identidad
Hideo Nakata, el maestro del J-horror
¿Es una parodia o la película va en serio?
Reconozco que durante tres cuartas partes del visionado de la película estuve dudando en si Hideo Nakata nos estaba troleando o si lo que en realidad pretendía hacer era una parodia del género. Sería genial que fuera esto último porque salvaguardaría su honor como cineasta. Stolen Identity es tan errática como un trabajo estudiantil y nos descoloca constantemente en el tono con el que afronta las secuencias más cercanas al terror. Todo es exagerado y bizarro, incluso las interpretaciones del elenco están pasadas de rosca. Mención especial merece ese psicópata travestido con peluca a lo Anthony Perkins en Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960). Además de hacker informático y serial killer en sus ratos libres, el personaje tiene un montón de tics nerviosos. Pero lo más surrealista que he visto en mucho tiempo es la extraña balada hawaiana que suena cada vez que aparece. Si el director pretendía inquietarnos, solo consigue que estallemos en una sonora carcajada. Hay escenas de ver para creer como la del psicópata montado en un caballito de tiovivo desplegando todo tipo de muecas mientras tortura a una de las chicas.
Por eso decía antes que podía tratarse de una parodia genial. Como si Nakata estuviera harto de hacer terror y le hubiese dado la vuelta a la tortilla. Stolen Identity abusa de los lugares comunes del género, también del thriller y del drama romántico. O es un auténtico genio o su resbalón le lleva a mimetizarse en Ed Wood o Tommy Wiseau imitando al mejor De Palma y a los thrillers de psicópatas de los 80. Mi sensación inicial era que se estaba riendo de los millenials y sus problemas del primer mundo asociados a las nuevas tecnologías. Pero viendo los giros finales que tiene la historia parece que la cosa va en serio. Es terrible comprobar que un director de referencia para el terror sea capaz de realizar tamaño despropósito. Y eso que hay temas interesantes sobre la mesa de esta comedia involuntaria. La dependencia enfermiza hacia los smartphones, la necesidad de popularidad en redes sociales, la exposición de la privacidad en internet, la vulnerabilidad de nuestra identidad en la era digital… Mientras escribo estas líneas descubro estupefacto que Nakata ha rodado una secuela!!! Así que la cosa aún puede ir a peor. Tierra trágame.
¿Qué te ha parecido la película?