El Festival de San Sebastián, en su septuagésima edición, ha tenido el acierto de programar un ciclo retrospectivo a la obra del cineasta francés Claude Sautet adelantándose dos años a la celebración del centenario de su nacimiento. El ciclo, organizado en colaboración con la Filmoteca Vasca incluye la publicación del libro «Conversaciones con Claude Sautet» y proyectará trece de sus catorce largometrajes. Todos menos A todo riesgo, su segundo film realizado en 1960. Desconocemos las razones de esta ausencia aunque no es difícil de imaginar que se trate de algún problema con los derechos de exhibición o de la ausencia de copias de calidad. En cualquier caso es una lástima que el ciclo no sea completo y tampoco pueda verse el único cortometraje de Sautet, Nous n’irons plus au bois filmado en 1951, antes de empezar su carrera como largometrajista.
En nuestra cobertura de la edición número 70 del Festival de San Sebastián, además de nuestras crónicas diarias y las críticas de las películas de la Sección Oficial y Perlak, desde No es cine todo lo que reluce vamos a ocuparnos de esta retrospectiva publicando diariamente críticas de todas las películas de Claude Sautet incluyendo A todo riesgo que no podrá verse durante el festival. Estas críticas se irán publicando a lo largo del festival siguiendo el esquema de programación del mismo, es decir, no seguiremos necesariamente un orden cronológico sino que las publicaremos conforme al orden en qué serán proyectadas de forma que queden siempre pases pendientes para que los espectadores puedan ir a verlas.
Inicios de su carrera cinematográfica
Nacido el 23 de febrero de 1924 en Montrouge, Claude Sautet fue contemporáneo de los cineastas de la Nouvelle Vague y de la Rive Gauche, sin embargo no se encuadró en ninguno de los dos movimientos vanguardistas del cine francés de mediados de siglo. Su carrera como cineasta, lejos de la crítica cinematográfica de Cahiers du Cinema que alumbró a Rohmer, Truffaut, Godard, Rivette o Chabrol, comenzó como pintor de decorados cinematográficos, posteriormente trabajó como montador, guionista y ayudante de dirección. Su primera experiencia en la dirección fue en Occupe-toi d’Amelie (1949) como segundo asistente del director Claude Autant-Lara. Esta experiencia le llevó a filmar su primer (y único cortometraje), el ya citado Nous n’irons plus au bois (1951). Posteriormente comenzó a trabajar como ayudante de dirección de Pierre Montazel, André Cerf, Richard Pottier, Édouard Molinaro y, especialmente de Yves Robert en Les homes ne pensent qu’à ça (1954), alguien con quien le uniría una profunda amistad durante toda su vida y con quien llegaría a contar como actor en dos ocasiones: en El mal hijo donde Robert interpreta al padre del protagonista y en Garçon! en la que tiene un pequeño papel como profesor de baile.
Su primer largometraje, del que siempre renunció a su autoría fue Bonjour Sourire! (1955), una película que iba a dirigir Robert Dhéry y la cual abandonó poco antes de iniciar el rodaje forzando que Sautet, que iba a ser el ayudante de dirección tuviera que hacerse cargo de la misma. A partir de ahí, Sautet inició una carrera no demasiado prolífica (catorce películas en cuarenta años) pero lo suficientemente sólida como para merecer una consideración como cineasta que no es reconocida como se debiera. En opinión de quien aquí escribe, Sautet es uno de los cineastas franceses más infravalorados de la segunda mitad del siglo XX. Algo que, en parte, viene a remediar esta feliz iniciativa del Festival de San Sebastián.
Los setenta: primera época dorada
Tras la tibia acogida a A todo riesgo y el rotundo fracaso de Armas para el Caribe, su segundo y tercer largometrajes, Sautet se apartó temporalmente de la dirección y volvió a ejercer como asistente y, especialmente, como guionista de numerosas películas. No fue hasta 1970 cuando Las cosas de la vida le procuró su primer gran éxito, una excelente acogida en el Festival de Cannes y el inicio de fructíferas colaboraciones que marcarían su carrera. La más llamativa es la de la pareja protagonista, Michel Piccoli y Romy Schneider que se convertirían en sus actores fetiche y con los que le uniría una entrañable amistad, particularmente con Romy Schneider cuya trágica y prematura muerte en 1982 le afectó profundamente. Pero no fue esta la única colaboración que se fraguó en Las cosas de la vida, también sería la primera vez que trabajaría con tres colaboradores que le acompañarán durante casi toda su carrera, en primer lugar su amigo y coguionista habitual Jean-Loup Dabadie con quien escribiría seis películas más, en segundo lugar el director de fotografía Jean Boffety que trabajaría en todas las películas de Sautet hasta Garçon! (1985). El fallecimiento de Boffety en 1988 obligó a Sautet a cambiar de director de fotografía y en sus tres últimas películas trabajará con Jean-François Robin y con Yves Angelo. Y la tercera alianza artística que se fraguó en este film fue con el compositor Philippe Sarde que compondrá la música de todas las películas de Sautet a excepción de Un corazón en invierno cuya banda sonora está compuesta por piezas clásicas.
A continuación de Las cosas de la vida, Sautet filmó a lo largo de toda la década de los 70 las películas que le granjearían fama como maestro de la puesta en escena, del drama romántico y de la filmación en ambientes naturales con un naturalismo muy particular. A Max y los chatarreros (1971) le siguieron Ella, yo y el otro (1972), Tres amigos, sus mujeres… y los otros (1974), Mado (1976) y Una vida de mujer (1978) en la que sería la última colaboración con Romy Schneider en un papel inolvidable que le valió su segundo César y que llevó a la película a estar nominada al Óscar a la mejor película extranjera.
Dos películas de transición y una segunda época dorada con la trilogía final
Tras el éxito de los 70 vendrían dos películas de transición, la pesimista Un mal hijo (1980) y la fallida Garçon! (1983), película que fue un vehículo para el lucimiento de Yves Montand, otro de sus actores recurrentes, y que resultó un mero entretenimiento muy afectado por las imposiciones de Montand en el guion y por un montaje demasiado restrictivo de Sautet que llegó a recortar 24 minutos del metraje original al que hoy puede verse en la versión definitiva. Desanimado por este fracaso (a pesar de que la película funcionó muy bien en taquilla empujada por el carisma de Montand), Sautet estuvo a punto de volver a abandonar la dirección, pero afortunadamente todavía le quedaban tres grandes películas con las que coronar su filmografía en una segunda época dorada para la cual Sautet encontró una nueva pareja de actores predilectos, Daniel Auteil que protagonizaría Unos días conmigo (1988) y Un corazón en invierno (1992) y Emmanuelle Béart que protagonizó los dos últimos films de Sautet, la citada Un corazón in invierno y su obra final Nelly y el Sr. Arnaud (1995).
Sautet finalizó su carrera con dos películas magistrales que le brindaron el reconocimiento de crítica, público y premios. Lamentablemente, la enfermedad durante los últimos años de vida (un cáncer hepático) y su fallecimiento en París el 22 de julio de 2000 a los 76 años, nos privaron de una prolongación de esta segunda época dorada.
Premios y distinciones
A pesar de que Sautet no fue un director particularmente premiado, sus películas recibieron varios galardones reseñables. Su primer premio importante fue el prestigioso Louis Delluc que fue otorgado a Las cosas de la vida en 1970. Dos años después, Yves Montand recibió el David de Donatello al mejor actor extranjero por Ella, yo y el otro. Mado recibió el premio César al mejor sonido para Jean-Pierre Ruh. Una vida de mujer obtuvo once nominaciones al César de los cuales obtuvo el correspondiente a la mejor actriz protagonista para Romy Schneider, con esta película, Sautet consiguió su única nominación al Óscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Un mal hijo le proporcionó a Jacques Dufilho el César a mejor actor secundario de entre las seis nominaciones que tuvo la película; cuatro tendría Garçon! y tres Unos días conmigo aunque ninguna de las dos lograría ningún premio. Sería con sus dos últimas películas con las que Sautet lograría sus mayores éxitos personales, con ambas: Un corazón en invierno y Nelly y el Sr. Arnaud, Sautet ganaría el César al mejor director. Un corazón en invierno también le procuraría el León de Plata al mejor director en el Festival de Venecia además de tres premios David de Donatello y el César a mejor actor secundario para André Dussolier. Nelly y el Sr. Arnaud, además del citado César al mejor director, obtuvo también el de mejor actor principal para Michel Serrault y la película fue galardonada con el Gran Premio del Jurado en la SEMINCI de Valladolid.
Bibliografía y videografía de Claude Sautet en España
Actualmente no existe ninguna monografía publicada de Claude Sautet en España, lo cual resulta sorprendente (y sonrojante) teniendo en cuenta que hoy día se publican libros de directores de medio pelo en cuanto tienen una película de éxito. Especialmente llamativa resulta su ausencia en la magnífica colección Signo e Imagen / Cineastas de la editorial Cátedra que va ya por su número 130 y todavía no ha dedicado ninguno de sus volúmenes al cineasta francés. La obra de referencia sobre la figura de Sautet hasta el momento es la monografía de Sandra Martí publicada por la editorial Gremese en 2004 y que únicamente está disponible en francés.
Es por eso que el acierto del Festival de San Sebastián resulta doble al acompañar la retrospectiva con la publicación del libro Conversaciones con Claude Sautet, traducción del volumen de entrevistas con el director realizadas por Michel Boujut. Se trata de un libro publicado originalmente por Institut Lumière / Actes Sud en 1994 cuya edición definitiva se remonta a 2014. El libro está doblemente prologado por Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes y del Institut Lumière, y por el actor Daniel Auteuil, y cuenta con un epílogo escrito por el director Bertrand Tavernier. La edición del Festival de San Sebastián incorpora un texto escrito por Quim Casas, crítico y miembro del comité de selección del Festival de San Sebastián, que contextualiza la figura de Sautet en España y en el festival donostiarra.
En cuanto a la videografía de Claude Sautet en España, existen ediciones en DVD de A todo riesgo a cargo de Círculo Digital dentro de su colección «serie cine policiaco», de Armas para el Caribe y de Max y los chatarreros a cargo de Regia Films, también existe una edición de Mado por una de esas editoras «fantasma» que lanzan DVDs en España con dudosa legalidad. Algo parecido puede decirse de la edición en Bluray de Ella, yo y el otro por parte del sello Layons en un Bluray no prensado. Una vida de mujer conoció una notable edición de Versus Entertainment actualmente descatalogada y disponibles en el mercado actualmente se encuentran las dos ediciones en DVD y Bluray que Divisa Home Video lanzó recientemente de Las cosas de la vida y Tres amigos, sus mujeres… y los otros. Un corazón en invierno ha conocido dos ediciones en DVD en nuestro país, una de Filmax hace ya un par de décadas y otra más reciente de A contracorriente Films. En cuanto a Nelly y el Sr. Arnaud, se presentó en una fantástica edición de Avalon en la desaparecida y llorada colección de la Filmoteca Fnac que tantas alegrías nos dio a los coleccionistas de cine en formato doméstico.
Filmografía de Claude Sautet:
Largometrajes:
- Bonjour Sourire! (1951)
- A todo riesgo (Classe tous risques, 1960)
- Armas para el Caribe (L’Arme à gauche, 1965)
- Las cosas de la vida (Les Choses de la vie, 1970)
- Max y los chatarreros (Max et les ferrailleurs, 1971)
- Ella, yo y el otro (César et Rosalie, 1972)
- Tres amigos, sus mujeres y… los otros (Vincent, François, Paul et les autres, 1974)
- Mado (1976)
- Una vida de mujer (Une histoire simple, 1978)
- Un mal hijo (Un mauvais fils, 1980)
- Garçon! (1983)
- Unos días conmigo (Quelques jours avec moi, 1988)
- Un corazón en invierno (Un cœur en hiver, 1992)
- Nelly y el Sr. Arnaud (Nelly et Monsieur Arnaud, 1995)
Cortometrajes:
- Nous n’irons plus au bois (1951)