Oppenheimer ha sido la gran triunfadora de la edición número 96 de los premios Óscar que se ha celebrado esta pasada madrugada en el Dolby Theatre de Los Ángeles presentada por Jimmy Kimmel. La película dirigida por Christopher Nolan se ha alzado con siete estatuillas de trece a las que estaba nominada, incluyendo las correspondientes a mejor película, mejor director, mejor actor principal (Cillian Murphy) y mejor actor de reparto (Robert Downey Jr.).
También puede considerarse triunfadora a Pobres Criaturas de Yorgos Lanthimos que suma cuatro Óscar, tres en categorías artísticas (maquillaje y peluquería, vestuario y diseño de producción) y el de mejor actriz principal para su protagonista, una emocionadísima Emma Stone, que a sus 35 años consigue su segundo Óscar tras el que recibió hace seis años por La La Land.
No pudo ser, tres eran las nominaciones del cine español en esta edición de los Óscar y ninguna de las tres nominaciones se transformó en estatuilla. Robot Dreams de Pablo Berger vio como la Academia premiaba al maestro japonés Hayao Miyazaki con su segundo Óscar a mejor película de animación por El chico y la garza tras el que recibió por El viaje de Chihiro hace veintidós años. La sociedad de la nieve, por su parte, se vio superada en sus dos nominaciones por Pobres criaturas en la categoría de mejor maquillaje y por La zona de interés en la de mejor película internacional, probablemente la categoría en la que más esperanzas teníamos depositadas.
Como en todas las noches de los Óscar, la música tuvo un papel importantísimo en el desarrollo de la ceremonia. La primera actuación colocó un nivel altísimo con Billie Eilish y Finneas O´Connell interpretando la canción «What Was I Made For?» de Barbie con una puesta en escena delicada y emotiva que puso en pie al patio de butacas del Dolby Theatre. La canción «Wahzhazhe» de Scott George llenó el escenario de la música tribal india de Los asesinos de la luna poco antes de que un poco afinado Jon Batiste cantase al piano la canción «It Never Went Away» de American Symphony. Becky G. hizo arder el escenario con la puesta en escena de «The Fire Inside», la canción compuesta por Diane Warren para Flamin’ Hot: La historia de los Cheetos picantes. Pero el momentazo de la noche llegó cuando Ryan Gosling puso patas arriba el Dolby Theatre con una de esas actuaciones que echamos tanto de menos en las galas de los Óscar, la espectacular puesta en escena de la canción «I´m just Ken» hizo cantar y bailar a todo el mundo, especialmente a unas entusiasmadas Greta Gerwig y Margot Robbie en primera fila.
La zona de interés sumó un segundo Óscar al conseguido en la categoría de mejor película internacional, el de mejor sonido. Con una estatuilla se tuvieron que conformar Los que se quedan (mejor actriz de reparto) Barbie (la correspondiente a mejor canción), Anatomía de una caída (mejor guion original) y American Fiction (mejor guion adaptado), pero al menos no se fueron de vacío como Los asesinos de la luna (cero de diez nominaciones) o Maestro (cero de siete), sin duda alguna las dos grandes derrotadas de la noche.
Christopher Nolan recibió el premio al mejor director de manos de Steven Spielberg dando lugar a una imagen de profunda carga simbólica que tuvo cierto sabor a relevo generacional. El maestro, rey Midas de Hollywood durante décadas, dando paso a su heredero.
La gala, que comenzó dos horas antes de lo habitual, acabó, como siempre, resultando demasiado larga. Jimmy Kimmel estuvo sencillamente correcto como maestro de ceremonias. Realmente echamos de menos la espectacularidad de las galas de hace más de una década con aquellos portentosos números de apertura, con vídeos que recordaban grandes momentos de Hollywood o la entrega del Óscar de Honor a una leyenda de Hollywood durante la ceremonia y no unos días antes como se hace actualmente. La noche habría transcurrido sin pena ni gloria de no ser por Ryan Gosling que se marcó uno de esos números inolvidables comenzando la actuación desde su propia butaca y terminándola en medio del escenario rodeado de un centenar de coristas y bailarines. Memorable.
A continuación os dejamos con el palmarés completo, pinchando en cada título se puede acceder a cada una de las críticas publicadas en No es cine todo lo que reluce.
Mejor película
Mejor director
- Christopher Nolan por Oppenheimer
Mejor actriz principal
- Emma Stone por Pobres criaturas
Mejor actor principal
- Cillian Murphy por Oppenheimer
Mejor actriz de reparto
- Da’Vine Joy Randolph por Los que se quedan
Mejor actor de reparto
- Robert Downey Jr. por Oppenheimer
Mejor guion original
- Justine Triet y Arthur Harari por Anatomía de una caída
Mejor guion adaptado
- Cord Jefferson por American Fiction
Mejor película de animación
- El chico y la garza, de Hayao Miyazaki (Japón)
Mejor película internacional
- La zona de interés, de Jonathan Glazer (Reino Unido)
Mejor banda sonora
- Ludwig Göransson por Oppenheimer
Mejor canción original
- «What Was I Made For?» de Billie Eilish y Finneas O´Conell para Barbie
Mejor documental
- 20 días en Mariúpol, dirigido por Mstyslav Chernov (Ucrania)
Mejor fotografía
- Hoyte van Hoytema por Oppenheimer
Mejor montaje
- Jennifer Lame por Oppenheimer
Mejor diseño de producción
- James Price, Shona Heath y Zsuzsa Mihalek, por Pobres criaturas
Mejor maquillaje y peluquería
- Nadia Stacey, Mark Coulier y Robert Hammond por Pobres criaturas
Mejor diseño de vestuario
- Holly Waddington por Pobres criaturas
Mejores efectos visuales
- Takashi Yamazaki, Kiyoko Shibuya, Masaki Takahashi y Tatsuji Nojima por Godzilla: Minus One
Mejor sonido
- Tarn Willers y Johnnie Burn por La zona de interés
Mejor cortometraje de ficción
- La maravillosa historia de Henry Sugar, dirigido por Wes Anderson (Estados Unidos)
Mejor cortometraje documental
- El último taller de instrumentos, de Kris Bowers y Ben Proudfoot (Estados Unidos)
Mejor cortometraje animado
- WAR IS OVER! Inspired by the Music of John and Yoko, de Dave Mullins (Estados Unidos)
Descubre más desde No es cine todo lo que reluce
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.