Las críticas teatrales de Laura Zurita:
Las trágicas payasas de Shakespeare
Cinco payasas amantes del teatro shakesperiano se atrincheran en un teatro del extrarradio a punto de ser clausurado para dar a conocer sus originales versiones de Hamlet, Otelo y Romeo y Julieta.
Ocultando sus verdaderas intenciones detrás de una inocente noche en un bingo, las damas se entregan en cuerpo y alma al juego del teatro. Sin embargo, el miedo a ser detenidas por las fuerzas de seguridad que, de un momento a otro, rodearán el edificio es a veces más fuerte y, a ratos, nubla la representación.
La tensión hará que afloren algunos problemas personales, y el exceso de celo por interpretar lo mejor posible sus papeles llevará la función por caminos poco deseados, incluso para las mismas payasas.
Hernán Gené lleva el universo shakesperiano a una nueva dimensión, en la que el humor y la originalidad no están reñidos con la calidad de la dramaturgia, sino que potencia los momentos más poéticos y teatrales, hermanándolos con una hilarante sucesión de gags y equívocos propios del mundo de los payasos.
Al mismo tiempo, al contar la historia de las tercas y obcecadas payasas haciendo teatro en una sala amenazada por la policía, Hernán Gené realiza un sentido homenaje a todos los actores y actrices que día a día hacen de este arte tan frágil un mundo maravilloso e inabarcable.
Las trágicas payasas de Shakespeare está escrita y dirigida por Hernán Gené e interpretada por Esther Acevedo, Lidia Navarro, Georgina Rey y Maribel Vitar, con Maite Esteban Oliva como payasa invitada y artista aérea. La obra se estrenó el 31 de marzo de 2024 en el Teatro Pavón, donde se representará todo el mes de abril.
Propuesta innovadora
Avisados quedan: Las trágicas payasas de Shakespeare es una obra que va a disfrutar toda la familia, en la que es bueno dejar los prejuicios en la puerta. El mismo título de la obra ya nos anuncia que estamos ante algo especial: un híbrido de tragedia, comedia, obra absurda, teatro serio y payasada.
Las trágicas payasas de Shakespeare introduce de forma inteligente al público joven a las obras del genio de la literatura inglesa, William Shakespeare, al mismo tiempo que entretiene y hace reír. Además, reivindica el arte y oficio, a menudo infravalorado, de ser payaso. Y es que ñas actrices de la obra se enorgullecen de ser payasas y emplean los recursos y las formas de los payasos tradicionales. Su actuación se caracteriza por la riqueza de recursos físicos y de expresión, llevando el buen humor de la payasada al escenario.
Se aprecian también atisbos de teatro del absurdo en Las trágicas payasas de Shakespeare, con intérpretes que siempre muestran ser conscientes de que están en un escenario, sin permitir en ningún momento que el público se abstraiga de este hecho.
Las trágicas payasas de Shakespeare posee un estilo propio. Es una obra desenfadada, informal e incluso en ocasiones políticamente incorrecta, alejada de las propuestas infantiles tradicionales edulcoradas. Esto la convierte en una experiencia refrescante que crea una complicidad especial entre las actrices y su joven público. Los niños la disfrutan enormemente, familiarizándose entre risas con el teatro de uno de los mayores genios de la literatura.
Metateatro y juego con el público
Las trágicas payasas de Shakespeare es dinámica, efervescente y alegre, reivindicando el circo y llevando su esencia a la escena. Las actrices, interpretando distintos papeles, ofrecen una versión particular de tres obras de Shakespeare: Otelo, Romeo y Julieta y Hamlet. Las obras están acortadas y resumidas, y a veces se cambia el orden de algunas escenas, pero se intenta conservar los detalles de la trama.
Más allá de las representaciones de las obras de Shakespeare, las actrices interpretan a actrices que están en tensión y rivalizan entre ellas mientras intentan sacar adelante Las trágicas payasas de Shakespeare. A través de estas capas de interpretación, se crea un juego con el público en el que a veces desaparece la cuarta pared. Incluso se recurre a la ayuda de los espectadores contra una inminente invasión policial, llevando la acción al patio de butacas. El concepto de interpretación se amplía y se enriquece, dando oportunidad a las payasas de mostrar su talento para la interpretación, el canto, la danza y las acrobacias.
En conclusión, Las trágicas payasas de Shakespeare une la difusión del conocimiento de las obras del bardo con un desenfadado híbrido de teatro del absurdo, circo y teatro, sin complejos. Esta propuesta innovadora la convierte en una experiencia refrescante para toda la familia. De hecho, ese desenfado deleita a los más pequeños y crea una complicidad evidente y muy especial entre las actrices y su joven público.