sábado, febrero 24, 2024

Crítica de ‘Detective Knight: Última misión’: El último gran héroe

Las críticas de Daniel Farriol:
Detective Knight: Última misión

Detective Knight: Última misión (Detective Knight: Independence) es un thriller de acción estadounidense que está dirigido por Edward Drake (Apex, Conspiración en Hollywood) y escrito por él mismo junto a Corey Large, basado en una historia de Edward Drake. La historia pone fin a las peripecias del veterano detective de Los Ángeles que, esta vez, deberá capturar a un justiciero descontrolado que actúa con un uniforme falso de policía.

Está protagonizada por Bruce Willis (Glass, Tras la pista del asesino), Lochlyn Munro (Valara, Margaux), Jack Kilmer (Hala, The Giant), Dina Meyer (The Evil Within, Atracción mortal), Willow Shields (When Time Got Louder, Los juegos del hambre), Jimmy Jean-Louis, Lorenzo Antonucci, Dax Campbell y Scott Cargle. La película es la tercera parte de la trilogía policíaca sobre el personaje del agente James Knight que se completa con Detective Knight: Sin piedad y Detective Knight: Redención. Se ha estrenado en cines en España de la mano de A Contracorriente Films el día 3 de Marzo de 2023. Próximamente podrá verse en Movistar+.

El paramédico que quiso ser policía

Con Detective Knight: Última misión se termina la trilogía policíaca protagonizada por el personaje Detective Knight que pondrá fin a la carrera como actor de Bruce Willis tras padecer un deterioro cognitivo (perceptible en estas tres películas) que le afectaba al habla y a los movimientos motrices y que, por desgracia, se ha agravado en los últimos días por una demencia frontotemporal. Sin duda, no es la despedida de las pantallas que merecía y las películas no están a su altura, pero al menos servirá como homenaje de despedida a una carrera prolífica que nos ha hecho disfrutar de tantos buenos momentos.

El cierre de la trilogía ofrece pocas novedades respecto a los dos filmes predecesores, aunque tengo que reconocer que éste es el que más me ha entretenido ver por partir de una trama con cierto interés en su desarrollo. Durante la primera secuencia asistiremos (nuevamente) el atraco a un banco, esta vez, filmado mediante una cámara subjetiva que formará parte del despliegue de recursos cinematográficos utilizados por el director Edward Drake de manera indiscriminada.

Esa escena sirve para presentar al verdadero protagonista que tiene la historia, Dezi (Jack Kilmer, sí, hijo de Val), un joven paramédico de ascendencia irlandesa que una vez quiso ser policía para cambiar el mundo. Junto a su compañera en la ambulancia, Ally (Willow Shields), recibe indicaciones de un agente para salvar la vida de un hombre herido durante el asalto y dejar morir a unos de los atracadores.

Detective Knight: Última misión

«Un ángel de la justicia»

Dezi es un personaje muy interesante porque representa el desengaño del sueño americano. Quiere sentirse parte de la «solución» y acude regularmente a un bar de policías donde es repudiado por los que él considera como sus compañeros. Su procedencia extranjera tampoco le permite encajar del todo en la sociedad norteamericana y, unido a algunos traumas familiares que arrastra consigo, acabarán transformándolo en una especie de Joker, un paria que utilizará la violencia para acallar la rabia interior que le consume. Tras ser despedido injustamente del trabajo decidirá recuperar un viejo uniforme de policía para convertirse en justiciero o «un ángel de la justicia» como dice el charlatán al que escucha por internet.

Paradójicamente, hay que escupir en la placa para poder sacarle brillo, al menos es lo que vemos hacer al protagonista cuando se enfunda su traje de superhéroe callejero. Pero eso no podía salir bien y el falso policía acabará perdiendo los papeles cuando ejecute a sangre fría a unos malhechores que le estaban dando una paliza a un hombre, cayendo entonces en una espiral de violencia nihilista que solo podrá detener el amigo Knight quien, además, tendrá razones personales para hacerlo.

Durante el desarrollo del segundo acto, a través del punto de ruptura de ese personaje, Detective Knight: Última misión plantea los típicos dilemas morales sobre la frágil frontera existente entre el bien y el mal o entre la justicia y la ley. Es una lástima que los guionistas se hagan un lío morrocotudo en las tesis expuestas durante un desenlace impropio para una historia que tenía posibilidades para explorar el origen de la violencia.

Detective Knight: Última misión

Una trilogía noventera 

Detective Knight: Última misión es un filme policíaco donde Edward Drake maneja una estética propia de los años 90, por ejemplo, incorporando el recurso de la pantalla partida. Sin embargo, lo combina con otros trucos más contemporáneos como puede ser el uso de la cámara subjetiva a modo de videojuego shooter o unos créditos inspirados/copiados del reality documental COPS (o su símil español Policías en la calle) con imágenes de archivo reales de acciones policiales.

Viendo el uso absurdo que hace del transfoco en algunos planos no creo que el director tuviera una intención semiótica real, pero resulta curioso ese inicio donde muestra un atraco desde el punto de vista del asaltante para acto seguido usar la cámara de igual forma para presentar la mirada del detective Knight al llegar al lugar de los hechos. Es algo que si estuviera realizado a posta entroncaría a la perfección con el discurso posterior que tiene la película sobre la constante dicotomía humana de elección frente el bien y el mal. 

Los personajes y diálogos también parecen sacados de otra época donde con el abuso de la testosterona era el reflejo de una masculinidad mal entendida. Knight es un héroe incomprendido que cae en los tópicos del género policial anteponiendo su profesión a la familia aunque quiera recuperar a una exmujer y una hija que le evitan.

Detective Knight: Última misión

«El mundo necesita héroes»

Por eso el tufillo patriótico que parece desprender Detective Knight: Última misión también tiene un componente contradictorio, al igual que la visión heroica acerca del trabajo policial acaba desmoronándose mediante la deplorable actitud de algunos agentes que aparecen en escena. «El mundo necesita héroes», dice alguien en la película, pero ¿lo es el Detective Knight por utilizar métodos expeditivos contra los delincuentes? ¿Es Dezi un villano o podría haberse convertido en héroe si le hubieran dejado? Para darle mayor trascendencia al asunto el atraco final se sitúa durante el cuatro de julio, es decir, el Día de la Independencia de los Estados Unidos (de ahí el título original), pero todos esos temas expuestos sobre el tapiz acaban en agua de borrajas por una falta de concreción final.

En cuanto a la participación de Bruce Willis, sigue saliendo poco en pantalla, pero al menos en esta tercera entrega dispone de la oportunidad de «lucirse» con un par de secuencias de acción. También queda mejor disimulada que en las dos películas anteriores el lastre de la enfermedad que condiciona sus movimientos y diálogos. Al final, Knight acaba siendo un remedo de los personajes que le dieron la fama, por eso, con el fundido a negro que pone fin a su carrera se escucha un exabrupto que pretende imitar el famoso «yipi kai yei, hijo de puta» de La jungla de cristal, aunque aquí carezca de sentido.


¿Qué te ha parecido la película?

Detective Knight: Última misión

5.5

Puntuación

5.5/10

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