viernes, noviembre 14, 2025

73 SSIFF. Retrospectiva – Lillian Hellman. Crítica ‘The Westerner (El forastero)’ (1940)

Las críticas de Daniel Farriol:
Ciclo-Retrospectiva Lillian Hellman
The Westerner (El forastero) (1940)

The Westerner (El forastero) es un wésterm cómico estadounidense que está dirigido por William Wyler (con la participación sin acreditar de Lewis Mileston en escenas adicionales) y que cuenta con un guion escrito por Jo Swerling y Niven Busch (con la participación sin acreditar de W.R. Burnett, Lillian Hellman, Oliver La Farge y Dudley Nichols), adaptando una historia de Stuart N. Lake. Stretch Willoughby es un cowboy rudo pero con buenos sentimientos. Western sobre las relaciones que se establecen entre Cole Harden, un vaquero honesto, y Roy Bean, personaje caprichoso y de singular moralidad, conocido históricamente como «el juez de la horca».

Está protagonizada por Gary Cooper, Walter Brennan, Doris Davenport, Fred Stone y Forrest Tucker. La película ha podido verse en el Festival de San Sebastián 2025 dentro de la Retrospectiva Clásica que han dedicado a la guionista.

‘El juez de la horca’, un personaje peculiar

The Westerner (El forastero) son dos wésterns en uno. El primero, la parte más original, narra en tono de comedia satírica las andanzas de Roy Bean (Walter Brennan), personaje verídico del Far West que era conocido como «el juez de la horca». Este peculiar personaje fue un tabernero de finales del siglo XIX que se dedicó desde la barra de un saloon a impartir su arbitraria visión sobre la ley, sin tener conocimientos reales sobre la misma, ejecutando sentencias de muerte a diestro y siniestro mientras pronunciaba chascarrillos que hacían reír a los asistentes. En verdad, esto no está tan inspirado en la realidad ya que nunca se ha podido documentar que sentenciase a nadie a morir en la horca, a menudo se confunde su figura con la de Isaac Parker que también era conocido con el mismo sobrenombre.

En la película se recrea también una amistad imposible con Cole Harden (personaje ficticio interpretado por Gary Cooper), un vaquero acusado de robar un caballo que elude inteligentemente la sentencia de muerte cuando el juez descubre que comparte su misma admiración por la actriz británica Lillie Langtry. La mujer de los sueños de Bean, cuyas numerosas fotografías decoraban la taberna, podríamos considerarla una de las primeras celebridades mediáticas de la época, tan conocida por su trabajo en el cine como por sus escándalos sentimentales fuera de la pantalla. Como vemos, la prensa rosa no es un invento contemporáneo.

En The Westerner (El forastero) la amistad entre los dos hombres protagonistas tiene un arco dramático interesante, convirtiéndose en una relación de amor-odio que pasa por distintas fases, desde dormir juntos en una misma cama tras una noche de borrachera a pegarse tiros en un teatro para defender sus posturas irreconciliables sobre un conflicto de tierras.

De la comedia inicial al melodrama romántico

De ahí deriva el «segundo» wéstern que incluye en su interior el film The Westerner (El forastero), probablemente el menos interesante y que resulta más convencional. El Juez Roy Bean se convierte en la cabeza visible de un grupo de ganaderos que han hecho suya la región y pretenden mantener el campo despejado para la libre circulación de las reses. Sin embargo, la presencia de colonos agricultores que se instalan en esas tierras, cercando el territorio para impedir que los animales se coman sus cosechas, crea un conflicto de intereses en el que Cole Harden deberá tomar partido tras enamorarse de Jane Ellen Mathews (Doris Davenport).

La chica es una joven de armas tomar (tal vez, algo tenga que ver en su caracterización la colaboración no acreditada de Lillian Hellman en el guion) que no piensa renunciar a las tierras donde se ha asentado junto a su familia. La película toma partido en favor de los agricultores y también plantea de manera tangencial un breve recorrido histórico del nacimiento de Texas previo a la Guerra de Secesión, pero con un planteamiento que poco tiene que ver con lo que ocurrió realmente (por ejemplo, no aparece ni un solo mexicano en pantalla).

The Westerner (El forastero) acaba siendo un divertimento menor que desaprovecha su material de partida. Ni siquiera Gary Cooper quedó satisfecho de su trabajo (de hecho, en las primeras secuencias se le nota más perdido que de costumbre), ya que consideraba que un buen wéstern debía tener tiroteos y menos diálogo. Sin embargo, el bueno de William Wyler se siente más cómodo explorando los personajes y sus respectivas relaciones, es evidente que lo que menos le preocupaba era realizar un wéstern común. Eso sí, donde de verdad se luce el director es en la espectacular secuencia del incendio.

La belleza de los cielos

Además de la interpretación de Walter Brennan, que le valió su tercer Oscar, The Westerner (El forastero) destaca por el trabajo fotográfico de Gregg Toland, camarógrafo reconocido por su revolucionario uso de la profundidad de campo y de los contraluces. Aquí nos regala algunas secuencias memorables enmarcando la subtrama romántica en imágenes en blanco y negro de cielos arrebatadores, cuyas texturas majestuosas bien podrían formar parte si estuvieran coloreadas de Lo que el viento se llevó (Víctor Fleming, 1939) o de los mejores melodramas de Douglas Sirk.

Como curiosidad complementaria podemos comentar que la actriz Doris Davenport precisamente se había postulado el año anterior para el papel de Scarlett O’Hara que encumbró a Vivien Leigh, llegando a estar seleccionada hasta las audiciones finales. Por desgracia, Davenport abandonaría de forma prematura la interpretación debido a la falta de oportunidades, lo que demuestra la sutil línea que separa el fracaso del éxito si tenemos en cuenta el estupendo trabajo que realiza en esta película.

The Westerner (El forastero) conjuga de manera irregular la comedia, el melodrama romántico22 y el wéstern, funcionando mejor cuanto más se aleja de los tópicos y se enfoca en la figura del Juez. Tiene un arranque y desenlace estupendos, pero el desarrollo es menos afortunado y el ritmo resulta inconstante ante los numerosos cambios de registro. Años después esta película tuvo un remake superior, a menudo denostado e incomprendido, El juez de la horca (The Life and Times of Judge Roy Bean) (John Huston, 1972), protagonizado por Paul Newman, Ava Gardner y el oso Bruno, donde se potenció el surrealismo inherente al personaje y se añadieron hechos relevantes de la leyenda real que aquí se pasan por alto.


¿Qué te ha parecido la película ‘The Westerner (El forastero)’?

The Westerner

6.7

Puntuación

6.7/10

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