Las críticas de Laura Zurita:
Homo Argentum
Película compuesta por 16 historias cortas que exploran con humor y autocrítica las particularidades de la cultura argentina. Cada relato, con tono satírico, refleja costumbres, conductas y actitudes propias del país, invitando a la reflexión desde la risa y destacando la capacidad del cine para retratar aspectos de la identidad nacional.
Homo Argentum está dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat sobre un guion de ellos mismos junto a Andrés Duprat. En su reparto encontramos a Guillermo Francella, Eva De Dominici, Clara Kovacic, Guillermo Arengo, Jorge Barril, Giulia Brancato, Vanesa González, Migue Granados, Milo J, y Juan Luppi. La película se estrena en España el 25 de diciembre de 2025 de la mano de A Contracorriente Films.
Protagonista polifacético
Homo Argentum ha sido un fenómeno en su país, la película más vista del cine argentino en 2025, con millones de espectadores y repercusión mediática. La película se sostiene, casi exclusivamente, en la actuación de su protagonista, que funciona como hilo conductor y elemento común de una película construida a partir de fragmentos en gran medida inconexos. La propuesta adopta una estructura episódica compuesta por una serie de historias breves que buscan retratar distintos estereotipos y figuras reconocibles de la sociedad argentina: el director arrogante, el cazador de oportunidades o el jefe de gobierno, entre otros personajes típicos, junto a algunas viñetas que exploran situaciones cotidianas. La multiplicación de personajes en un solo intérprete funciona como atractivo central y demuestra oficio actoral, pero refuerza la sensación de ejercicio conceptual antes que de experiencia dramática plena.
La intención es clara: observar ciertas características del comportamiento social argentino y ofrecer una radiografía de una sociedad en un momento determinado. Sin embargo, el resultado es irregular. Algunos fragmentos resultan ingeniosos y logran captar con rapidez una idea o un gesto reconocible, pero la mayoría son tan breves y de una narración tan leve que no alcanzan a generar verdadero interés ni implicación emocional. Las situaciones se presentan y se disuelven antes de que puedan llegar a una madurez dramática, dejando una sensación de boceto más que de relato.
No es Relatos salvajes
La comparación con la estupenda y aclamada Relatos salvajes resulta casi inevitable. Ambas películas parten de una estructura fragmentada y de un impulso satírico que busca exponer rasgos del carácter social argentino a través del exceso y la deformación. Sin embargo, la personalidad y el vigor de ambas películas son muy distintos. En Relatos salvajes, cada episodio tiene una progresión dramática clara, una lógica interna lleva de la premisa a la explosiva conclusión. La película construye situaciones extremas narradas con agilidad, donde la exageración y el humor se dan la mano, buscando la complicidad de los espectadores, con un humor inseparable del caos y la furia.
En Homo Argentum, en cambio, hablamos de relatos cortitos, a veces apenas esbozados. Muchas viñetas se agotan en la idea inicial o en el guiño irónico, sin desarrollar un conflicto ni llevarlo a un punto de quiebre. El retrato social es más superficial, con más caricatura que desasosiego.
En resumen, Homo Argentum logra en algunos episodios cierto brío y alguna sonrisa ocasional. Su mirada sobre la sociedad argentina es reconocible, pero el conjunto deja sabor a poco. La acumulación de ideas no termina de transformarse en relato, y el resultado es blandito, le falta diente.
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Homo Argentum
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