Las críticas de Laura Zurita:
Father Mother Sister Brother
Película dividida en tres actos alrededor del mismo hecho: el reencuentro de miembros de una familia. Unos hermanos ya adultos se vuelven a juntar después de años sin verse, forzados a enfrentarse a tensiones no resueltas y a reevaluar sus tensas relaciones con unos padres emocionalmente distantes. Cada una de las tres historias tiene lugar en un país diferente: «Father» está ambientada en Estados Unidos, «Mother» en Dublín, y «Sister Brother» en París.
Father Mother Sister Brother está escrita y dirigida por Jim Jarmusch. En su reparto encontramos a Tom Waits, Adam Driver, Mayim Bialik, Charlotte Rampling, Cate Blanchett, Vicky Krieps, Sarah Greene, Indya Moore, Philippe Azoury y Luka Sabbat. La película se estrena en España el 24 de diciembre de 2025 de la mano de Avalon.

Familia e incomunicación
Jim Jarmusch es un autor que se inspira en la deriva y la observación, atento a los márgenes y a los gestos mínimos. Sus películas se distinguen por una narrativa deliberadamente despojada de lo no esencial, en la que los personajes parecen habitar un estado de leve desconexión con el mundo que los rodea. Más interesado en los silencios que en los diálogos, Jarmusch ha hecho de la incomunicación, la repetición y el extrañamiento cotidiano los ejes de su obra.
Durante el visionado de su última película, Father Mother Sister Brother, que se alzó con el León de Oro en el pasado Festival de Venecia, surge de manera insistente la pregunta de si se puede estar incomunicado dentro de la propia familia. Concebida como un tríptico con tres historias ambientadas en tres países distintos, la película medita sobre los vínculos familiares para exponer la dificultad de ser familia y, sobre todo, de comprenderse a través del tiempo.

Un tríptico sobre vínculos rotos
Father Mother Sister Brother transforma la aparente banalidad de la vida familiar en una reflexión agridulce sobre la persistencia de los lazos que nos atan incluso cuando parecen agotados o vaciados de sentido. Lo que distingue a la mirada de Jarmusch de otras es su capacidad para observar la cotidianeidad como un escenario. No hay crisis familiares fotogénicas, ni escenas de confrontación o estallidos sentimentales. En su lugar, la película registra los silencios, las incomodidades, las tensiones que resonarán en más de un espectador, especialmente en estas fechas navideñas. Father Mother Sister Brother dibuja un paisaje amargo y desilusionado de familias como conjuntos de soledades.
El tríptico se estructura a partir de tres situaciones concretas que funcionan como variaciones sobre un mismo tema. En el primer segmento, dos hermanos emprenden el trayecto hacia la casa de su padre distante, en una escena que oscila entre la incomodidad y un humor silencioso apenas perceptible. El segundo relato muestra el encuentro anual de unas hermanas con su madre en un entorno irlandés, donde las tensiones subyacentes apenas se insinúan y el peso de lo no dicho resulta más elocuente que cualquier reproche. El tercer episodio se sitúa en París y sigue a una pareja de mellizos que intentan procesar la reciente pérdida de sus padres, enfrentándose a una ausencia que redefine el vínculo entre ellos.
Contención extrema
La obra de Jarmusch siempre ha sabido conjugar la observación minuciosa con una expresividad mínima, haciendo de la contención su firma. Los personajes de Father Mother Sister Brother se relacionan como si hubiera más verdad en lo que queda fuera de las palabras que en lo que se dice, refugiándose en un hieratismo que no es vacío, sino defensivo. También es cierto que en algunas secuencias la contención es tan extrema que existe el riesgo de dejar a los espectadores fuera.
El humor de la película es oscuro y seco, y emerge de la torpeza y los sinsentidos de las relaciones cotidianas. Evoca a esas sonrisas incómodas que surgen cuando la situación es tan tensa que solo puede ser asumida desde la ironía. Hay tensiones latentes, silencios incómodos, y una conciencia compartida de que algo no funciona, aunque nadie se atreva a nombrarlo.
En el cine de Jim Jarmusch, la música no funciona como acompañamiento ni como refuerzo emocional, sino como una extensión del mundo que habitan sus personajes. Sus elecciones musicales, hechas con un gusto exquisito, acompañan a la acción de una manera similar a la de la cámara. Jarmusch entiende la música como interna al plano, y por eso la integra de manera diegética. En Father Mother Sister Brother la música evoca el mismo desgarro melancólico que las imágenes, y la supera en belleza.
Para quienes acepten su propuesta de escucha atenta y tengan la paciencia necesaria, Father Mother Sister Brother revela una imagen reconocible: Un retrato íntimo de la familia como un silencio compartido, como un espacio donde la cercanía no garantiza el acompañamiento, pero aun así, los vínculos, aunque torcidos, permanecen.
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