Balance cinematográfico de 2025 por David Pérez «Davicine»
Llega el momento de realizar la siempre complicada lista de las mejores películas del año, y ha sido particularmente difícil elegir las 10 mejores películas de 2025 con tantas buenas opciones que hemos tenido en salas y plataformas este año.
Hay que recordar que cada medio analiza las mejores películas de la temporada que han podido ver en su país, de ahí que nosotros nos basemos en películas estrenadas en España, por lo que tocará esperar un año para ver algunos títulos que ya están en tops internacionales y aquí no se han estrenado.
Basándome en los estrenos comerciales, tanto en salas como plataformas, hay títulos que se quedan en el tintero y a buen seguro estarán el próximo año en mi lista, como Hamnet, disfrutada en el marco de la Seminci pero con estreno ya previsto en 2026. Esto siempre me descuadra a la hora de hacer mi top, pero prefiero mostrar películas que todos los que nos lean han tenido (o van a poder tener) ocasión de ver.
El terror tiene una parte importante en mi lista, lo que es algo lógico teniendo en cuenta mi vinculación con el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Valladolid PUFA (Pucela Fantástica), de donde tengo en mi top una de las ganadoras, El dosier Maldoror, que se alzó con el Premio del Público y se puede ver ahora mismo en Movistar Plus+, película del director belga Fabrice Du Welz, una obra visualmente impactante y de gran riesgo formal que despertó el entusiasmo del público asistente a la segunda edición de PUFA. Aunque tengo más elecciones de género como Weapons, Devuélvemela, que construye una atmósfera opresiva que se nutre de la angustia psicológica y el dolor humano, o Pecadores, combinando el género con el cine más comercial, sin destacar por nada en concreto pero cuya sensación final impacta, demostrando el gran momento por el que pasa el cine de género.
Curiosamente, otros años no he tenido ningún título patrio en mi top, y este año hay dos películas que entran por méritos propios, como son Los domingos y Sirat, que se enfrentarán por todos los galardones de la temporada de premios que empieza en breve. Con Los domingos, Alauda Ruiz de Azúa vuelve a demostrar su enorme talento para escribir (primero) y dirigir (después) sobre los vínculos familiares y sus múltiples naturalezas, sobre los sentimientos que los alimentan y complican, sobre los cauces de las emociones que los acompañan y sobre los prejuicios que los enturbian. Si por algo destacan todos los personajes de esta película es por su tremenda humanidad, sus dudas e inseguridades, y todo es tratado con una enorme sensibilidad por una directora que dirige actores con maestría y sabe muy bien lo que quiere hacer con su guion y lo que no.
Por otro lado, Sirat, de Oliver Laxe, es una una travesía hipnótica, sensorial y profundamente ambigua, incluso hermética, una película tan hermosa como desconcertante e irritante porque no siempre se entiende, pero será recordada. Hay escenas que rozan la vanguardia estética, otras que se detienen solo en la contemplación del desierto, como si el paisaje hablara más que cualquier diálogo, haciendo que sea imposible cuestionar la belleza de lo que nos muestra. Esta película no busca darnos respuestas, sino provocarnos preguntas. A veces, da la impresión de que ni siquiera sus personajes entienden lo que ha pasado, ni lo que les espera. A fin de cuentas, no todas las travesías llevan al paraíso.
Las grandes producciones no faltan, como Una batalla tras otra o The Brutalist. La primera, de Paul Thomas Anderson, es una propuesta ambiciosa cuya voluntad de provocar, confrontar y emocionar la hacen una propuesta cinematográfica que da mucho que hablar. Tiene la ambición de ser más que un thriller de acción: está llena de persecuciones y violencia, pero también aspira a combinar la comedia de grano grueso con la crítica social, repasando temas actuales como la inmigración, el racismo y el autoritarismo.
En relación a la película de Brady Corbet, es una película extraordinaria en su sentido más literal: una obra que se sale de lo ordinario, esto es, fuera de lo común. Rodada originalmente en 70 mm, es un gran homenaje al cine clásico y maneja la imagen y el lenguaje cinematográfico de una manera al tiempo innovadora y magistral. Estamos ante una producción visualmente impactante, emocionalmente conmovedora y profundamente humana, una obra magistral que fusiona a la perfección el arte y la arquitectura, aparte de destacar unas actuaciones fuera de serie.
Pero no todos son grandes producciones, y también el cine más personal tiene cabida, con películas tan reseñables e importantes como La voz de Hind, que nos hace sentir en carne propia el dolor, la impotencia, la rabia, una película conmovedora que muestra de manera sobria la lucha de un David desarmado ante a un Goliat sin escrúpulos. La película conmueve y sacude y lo hace sin trucos ni trampas, solo por la fuerza de los hechos, y por eso mismo tiene el poder de despertar empatía en el público como pocas películas contemporáneas logran. Igualmente destaca Valor Sentimental, con la que Joachim Trier filma la intimidad con elegancia, con sobriedad, sin artificios y cierra el film argumental y emocionalmente con una secuencia sencillamente magistral.
Una lista variada en presupuestos y géneros, así como en público objetivo, pero como amante del cine me encanta ver de todo, y sacar lo mejor de cada película en su género y estilo.
Sin más, os resumo mi personal Top 10 de las mejores películas del año:
- Una batalla tras otra, de Paul Thomas Anderson
- The Brutalist, de Brady Corbet
- Weapons, de Zach Cregger
- Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa
- La voz de Hind, de Kaouther Ben Hania
- Sirat, de Oliver Laxe
- Valor sentimental, de Joachim Trier
- Devuélvemela, de Danny y Michael Philippou
- El dosier Maldoror, de Fabrice Du Welz
- Pecadores, de Ryan Coogler
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