Las críticas de Laura Zurita:
Warfare. Tiempos de guerra
Basada en las experiencias reales del exmarine Ray Mendoza (codirector y coguionista de la película) durante la guerra de Irak, Warfare. Tiempo de guerra introduce al espectador en la experiencia de un pelotón de Navy SEALs estadounidenses. Una historia visceral y a pie de campo sobre la guerra moderna y la hermandad, contada como nunca antes: en tiempo real y basada en los recuerdos de quienes la vivieron.
Warfare. Tiempo de guerra está escrita y dirigida por Alex Garland y Ray Mendoza. El reparto incluye a Joseph Quinn, D’Pharaoh Woon-A-Tai, Cosmo Jarvis, Aaron Mackenzie, Alex Brockdorff, Finn Bennett, Evan Holtzman, Michael Gandolfini, Joe Macaulay y Laurie Duncan. La película se estrena en España el 16 de abril de 2025 distribuida por A24.
Retratar la guerra sin embellecerla
Alex Garland, conocido por su audaz y provocadora filmografía (Ex-Machina, Aniquilación, Civil War), nos sumerge en Warfare. Tiempo de guerra en una experiencia cinematográfica visceral y perturbadora que explora las profundidades de la guerra moderna. Sin grandilocuencia ni épica, Garland y Mendoza optan por un realismo crudo y sin concesiones para retratar la brutalidad, la crueldad y el sinsentido de la guerra que retratan.
El encuentro entre Alex Garland y Ray Mendoza se gestó durante la producción de Civil War. Garland quedó profundamente impactado por las vivencias de Mendoza, un ex Navy SEAL con experiencia en la Guerra de Irak. Las historias de Mendoza, crudas y cargadas de realismo, resonaron en Garland, quien percibió su potencial para una película que rompiera con los clichés del género bélico.
Garland y Mendoza buscan alejarse de cualquier intento de glorificación de la guerra y, en cambio, ofrecer una representación hiperrealista y visceral. La experiencia de primera mano de Mendoza fue un pilar fundamental para alcanzar esa autenticidad. El proceso creativo fue una colaboración intensa. Garland y Mendoza trabajaron estrechamente en el guion, combinando la destreza narrativa de Garland con el conocimiento detallado de Mendoza, que asesoró en la dirección de las escenas de acción, el comportamiento de los personajes y la representación de los procedimientos militares.
Warfare. Tiempo de guerra se basa en los recuerdos concretos de Mendoza y sus compañeros en un episodio durante la invasión de Irak, y eso se nota en los detalles: un dedo que limpia una cornisa, la distribución de una vivienda modesta, un incidente con una jeringa. La película muestra un lado de la guerra que rara vez se ve, sin ningún tipo de embellecimiento ni idealización.
Basada en recuerdos concretos
Warfare. Tiempo de guerra sigue a un grupo de soldados de élite en una misión durante la invasión estadounidense de Irak. La realidad está hecha de fragmentos de información, pequeños movimientos, y cuando llega un tiroteo una muerte, una bomba, nada de ellos se siente ni espectacular ni heroico.
Los efectos especiales son mínimos, ya que se da prioridad a la autenticidad y el impacto emocional. La muerte está siempre al acecho, incluso cuando el enfrentamiento es tan desigual como en este caso, y el bando que seguimos cuenta con una superioridad tecnológica abismal. Los protagonistas son soldados profesionales, bien entrenados y pertrechados, pero siguen siendo seres humanos, con miedos y debilidades. Warfare. Tiempo de guerra muestra cómo la guerra despoja a las personas de su humanidad, convirtiéndolas en simples instrumentos de destrucción. Gran parte del tiempo observan, esperan, y parece que la mayor parte de su guerra es una mezcla absurda de miedo y aburrimiento.
En la cinta, la supervivencia depende de la dependencia mutua que surge en situaciones extremas, y la camaradería es el delgado hilo que los mantiene atados a la vida. El entorno donde se desarrolla la acción les es hostil; los locales están menos entrenados y cuentan con menos recursos, pero defienden su hogar con desesperación frente a una invasión inmotivada. Los soldados se encuentran en una situación aislada entre la población invadida. Warfare. Tiempo de guerra los muestra interfiriendo con la vida local con total indiferencia, una indiferencia que quizá los ayuda a acostumbrarse a las situaciones atroces que crean a su alrededor.
El edificio al que llegan los soldados funciona como metáfora en Warfare. Tiempo de guerra. Eligen una casa al azar, la ocupan, la remodelan a su gusto y, al marcharse, la dejan desolada y en ruinas. La metáfora está servida. Sin necesidad de grandes discursos, plantea preguntas incómodas sobre la moralidad y las consecuencias a largo plazo de la invasión. Más que ofrecer reflexiones explícitas, crea condiciones para la reflexión y, en mi caso, a la indignación.
El diseño sonoro nos coloca dentro de la acción
El diseño sonoro es crucial para la intensidad de la experiencia en Warfare. Tiempo de guerra. El espectador escucha el zumbido de las balas, las explosiones, las conversaciones entrecortadas y los gritos de terror de una familia indefensa atrapada en el piso inferior con una claridad ensordecedora, lo que refuerza la sensación de confusión del combate. Y esa confusión puede ser aterradora: gritos de heridos, mensajes contradictorios que llegan de todas partes, llenos de urgencias. A veces, la realidad los desborda, y lo más responsable es reconocerlo. No hay banda sonora, lo que contribuye a la sensación de veracidad y peligro.
Warfare. Tiempo de guerra retrata la guerra en toda su crudeza. No es esa guerra limpia y tecnológica que a veces se quiere imaginar. Los soldados forman parte de una maquinaria, y el espectador queda con la impresión de que hay una responsabilidad profunda en el sufrimiento y las muchas muertes que dejan a su paso.
Gracias a su epílogo, no se limita a mostrar la violencia del combate. También, de manera discreta, explora las secuelas físicas y psicológicas. Los personajes cargan con el peso de sus experiencias, que los persiguen incluso después de regresar a casa. Algunos vuelven heridos físicamente, otros no quieren mostrar su rostro, lo cual sugiere las dificultades que enfrentan al reintegrarse a la vida civil.
El elenco de Warfare. Tiempo de guerra ofrece un trabajo coral con interpretaciones cercanas y convincentes, en la que lo importante no es el lucimiento de cada uno sino la sensación de trabajar en equipo, un detalle más que aumenta la verdad de la película.
Warfare. Tiempo de guerra es una obra señera dentro del cine bélico moderno. Alex Garland y Ray Mendoza han creado una experiencia cinematográfica intensa y perturbadora, que nos ayuda a reflexionar sobre una guerra concreta y cuestionarla, pero también sobre la experiencia de la guerra en general.
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