Las críticas de Laura Zurita:
Secretos de un crimen
Recién enviudada, Santosh hereda el trabajo policial de su marido en la India rural del norte. Cuando se encuentra el cadáver de una niña, se ve envuelta en la investigación bajo el ala de la carismática inspectora feminista Sharma.

El contexto cultural
Secretos de un crimen está dirigida por Sandhya Suri, documentalista británica de origen indio, que ha trabajado mucho son su origen cultural en obras suyas anteriores. Esto se hace evidente en esta nueva película, claramente india en su ambiente, localización y contexto, pero con una directora que trabaja para hacer el contexto cultural comprensible a los espectadores del resto del mundo. La película se presentó en el Festival de Cannes de 2024 al mismo tiempo que otra brillante película india con capital extranjero, la estupenda La luz que imaginamos (Payal Kapadia, 2024), con la que tiene en común unas estupendas interpretaciones y una mirada lúcida a un país en profundo proceso de transformación.
La introducción de Secretos de un crimen marca una presentación de personaje magistral. Santosh corre desesperada en la noche, consumida por el dolor. La siguiente escena revela que ha enviudado de un hombre con quien se casó por voluntad propia, desafiando las convenciones familiares. Su hogar, impecablemente ordenado y diáfano, refleja su meticulosidad y claridad de ideas. Poco después, somos testigos de la transformación: de viuda desamparada a policía. La economía narrativa es excepcional, evidenciando la mano firme de una narradora experta.
La vida de Santosh como mujer policía en Uttar Pradesh, un estado arraigado en la tradición, desde el sistema de castas (algo central para entender la película) hasta la distribución del poder en el mundo rural, está llena de desafíos. Secretos de un crimen nos muestra que para ella, la vida en la aldea es un laberinto mental donde las costumbres ocultan más de lo que revelan. El ambiente laboral se convierte en una escala de espejos oscuros, donde la verdad parece esquivarla y la va colocando en una situación intrincada hasta lo imposible.
Narrativa brillante
La eficacia narrativa del inicio de Secretos de un crimen se mantiene a lo largo del resto de la película. Los diálogos son concisos y cargados de significado, y las escenas entre ellos aportan información vital. No hay momentos superfluos ni momentos para distraerse; cada detalle contribuye al desarrollo de la trama, que se construye pieza a pieza, revelando una forma cada vez más angustiosa.
La dirección es precisa y elegante, nos ofrece información tanto del mundo exterior como de la psicología de los personajes, siempre a través de detalles sutiles. En Secretos de un crimen, un primer plano, aparentemente simple, de un vaso de agua introduce un mundo de prejuicios y normas. La directora los sugiere de forma indirecta, pero consciente de que la película se dirige a un público global, añade pistas para quienes no conocen la cultura india en profundidad.
Protagonista fuerte y vulnerable
La lucidez del estilo se intensifica hacia el desenlace, cuando una mirada a través de una ventana revela una verdad devastadora a Santosh y al público. A partir de ese momento, el final es inevitable, y resignifica de manera decisiva las escenas iniciales. El espectador participa activamente en la película, compartiendo las emociones de su protagonista, un personaje complejo, fuerte y vulnerable, profundamente humano.
La atmósfera de Secretos de un crimen se construye con una fotografía meticulosa y a menudo triste. La luz y los colores, incluso a mediodía, sugieren una tensión y oscuridad subyacentes. Las localizaciones son lugares reales, la comisaría, la aldea o los trenes que aparecen, aunque no se da el nombre de la población en la que transcurre, tal vez, para evitar estigmas. La música acompaña la narración, evocando las sutilezas de la sociedad y, en ocasiones, creando una atmósfera inquietante de tan incoherente que resulta. Secretos de un crimen no es una película de acción, sino un viaje a las profundidades de una sociedad llena de contradicciones y a las almas que se han sumergido en un laberinto de sombras.
Aunque algunos giros puedan parecer predecibles, la película mantiene la atención gracias a su ritmo constante y un mensaje poderoso. Secretos de un crimen es un thriller psicológico y de suspense, al tiempo demoledor y discreto, creado por una directora con mucho que decir.
Una experiencia profunda que deja huella en el espectador
Los personajes cobran vida gracias a un reparto excepcional. Sandosh, la protagonista, Shahana Goswami, atrapa con su mirada, transmitiendo una tormenta interior de dolor e incertidumbre, y una inteligencia subestimada. Sharma, Sunita Rajwar, irradia fuerza y entereza, pero también una vida marcada por profundas contradicciones y una cierta resignación debido a un secreto que influye en sus decisiones. El duelo interpretativo entre ambos es sutil y callado, pero cada mirada revela mundos interiores, y el mínimo gesto tiene importancia. Secretos de un crimen es una película que pide no apartar la vista de la pantalla.
Entre todas sus virtudes, destaca una narrativa eficiente y una dirección precisa. La película construye una atmósfera tensa a través de detalles sutiles en fotografía y música, revelando una sociedad llena de contradicciones. Shahana Goswami ofrece una actuación intensa, que combina poder con sutileza. El filme profundiza en la psicología de sus personajes y las dinámicas sociales, ofreciendo una experiencia profunda que recomendamos encarecidamente.
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