70 SEMINCI. Espiga de Honor a Mia Hansen-Løve
Texto: José F. Pérez Pertejo
Uno de los más grandes aciertos de la edición número 70 de la SEMINCI que está llegando a su fin ha sido la de otorgar su máximo galardón de honor a una de las mejores cineastas del panorama cinematográfico europeo, la directora francesa Mia Hansen-Løve por la que siento profunda admiración y a quien hace un par de años dediqué una revisión crítica de su filmografía completa en esta misma página. La noticia de que iba a visitar Valladolid para recoger la Espiga de Honor me pilló por sorpresa y me produjo una enorme alegría.
No se trata de la directora más famosa y sus películas nunca han sido taquillazos, tampoco ha sido particularmente mimada por los festivales, tan solo el Festival de Berlín la distinguió en 2016 con el Oso de Plata a la mejor dirección por El porvenir. Por eso creo que la SEMINCI se apunta un buen tanto reconociéndola con su Espiga de Honor y repara cierto agravio a una directora excelente. Si además sirve para que los espectadores que no la conozcan se acerquen a sus películas (casi todas disponibles en la plataforma FILMIN), la espiga habrá dado, además buen grano.
Como proyección especial de homenaje, la SEMINCI ha programado un pase de su primera película Todo está perdonado (Tout est pardonné), una de las más difíciles de ver pues ni ha sido editada en DVD en España ni está disponible en plataforma alguna en nuestro país.
Cuando hace dos años realicé la retrospectiva completa de Mia Hansen-Løve, la inicié con un extenso texto sobre ella y su filmografía que puede leerse completo a través de este enlace. A continuación reproduzco algunos fragmentos acerca de las claves de su cine. Al final, figura la filmografía completa con enlaces a los análisis críticos de todas sus películas.
Apuntes biográficos
Parisina nacida en 1981, su apellido delata su ascendencia danesa por parte de abuelo paterno. Hija de un matrimonio de profesores de filosofía, fue precisamente esta su primera dedicación académica junto al alemán.
Su llegada al cine se produjo como actriz con su temprana aparición en dos películas: Finales de agosto, principios de septiembre (1998) y Les Destinées sentimentales (2000), ambas dirigidas por el realizador francés Olivier Assayas con quien mantuvo una relación hasta 2017, fruto de la cual nació su primera hija. A pesar de que inició estudios de interpretación, no apareció en más películas y una vez abandonada su breve carrera como actriz, entró a formar parte de la redacción de la prestigiosa revista Cahiers du Cinema donde ejerció la crítica cinematográfica entre 2003 y 2005.
Es decir, estamos ante una actriz y crítica de cine que decidiría dedicarse a la dirección cinematográfica donde, finalmente, ha conseguido asentar una sólida carrera como realizadora.
Si atendemos a las declaraciones de la propia Hansen-Løve en numerosas entrevistas, sus principales referentes cinematográficos son Ingmar Bergman, Robert Bresson, François Truffaut y Éric Rohmer que es con el que más se la compara en las críticas sobre sus películas. Su devoción por Bergman la llevó a realizar La isla de Bergman filmada íntegramente en la isla de Farö donde el cineasta sueco vivió los últimos años de su vida.

Principales inquietudes temáticas
Aunque Mia Hansen-Løve ha negado en repetidas ocasiones que sus películas sean autobiográficas, sí ha reconocido que en todas o la mayoría de ellas hay un componente personal que sirve como punto de partida argumental. Varias de ellas, como veremos más adelante, están inspiradas en personas de su familia o de su entorno.
Una de las principales preocupaciones temáticas de Mia Hansen-Løve es el efecto del paso del tiempo, pero no desde el punto de vista físico sino del personal. Es decir, prácticamente todas sus películas cuentan una historia que transcurre a lo largo de varios años durante los cuales los personajes evolucionan, maduran, cambian su visión de las cosas y superan (o no) sus crisis vitales. En cambio, no hay un esfuerzo por mostrar la evolución física de los personajes que son habitualmente interpretados por los mismos actores durante toda la película a pesar de que pasen varios años, con la única excepción de la Pamela de Todo está perdonado interpretada durante la primera parte del film por la niña Victoire Rousseau y once años después por Constance Rousseau.
Otro de los temas nucleares en sus películas son los vínculos familiares y las interferencias entre el trabajo y la familia. En las películas de Mia Hansen-Løve siempre sabemos en qué trabajan sus personajes protagonistas. En este sentido es fundamental la vocación por aquello a lo que se dedican sus protagonistas, desde el productor de cine de El padre de mis hijos o el DJ de Eden: Lost in Music a la profesora de filosofía que interpreta Isabelle Huppert en El porvenir, el reportero de guerra de Maya, los cineastas de La isla de Bergman o la traductora de Una bonita mañana. “La vocación, dependiendo de cómo se viva, puede ser una forma de libertad o, todo lo contrario, una esclavitud” ha llegado a decir la directora en alguna ocasión.
La crisis existencial: todos los personajes protagonistas de Mia Hansen-Løve atraviesan una situación de crisis, ya sea personal, familiar, profesional o de todo al mismo tiempo, todos se encuentran en una encrucijada vital ante la que deben decidir si se rinden (de ahí la casi permanente sombra del suicidio planeando sobre sus films) o rompen con su situación y buscan soluciones a través de sí mismos, de nuevas relaciones, de viajes a otra ciudad u otro país, de cambios de trabajo. Es decir, son personajes enfrentados a cambios radicales y que, por tanto, dudan.
La pérdida de seres queridos, fundamentalmente de la figura paterna, algo presente en las dos primeras películas en la que Pamela pierde a Víctor en Todo está perdonado y Clémence pierde a Grégoire en El padre de mis hijos. Tema al que volverá de manera mucho más sustancial en Una bonita mañana en la que la vivencia de esta (anticipada) pérdida ocupa el tema central de la película. También en El porvenir, la protagonista Nathalie (Huppert) vive la pérdida de su madre, tras una breve estancia en una residencia de ancianos, de forma similar a lo que ocurrirá en Una bonita mañana.
La principal preocupación de Mia Hansen-Løve son sus personajes, todos en general y los protagonistas en particular. Aunque todas sus películas son de ficción, es frecuente (por no decir constante) que sus protagonistas estén inspirados en personajes reales, generalmente de su entorno o su propia familia. No cabe duda que el Grégoire Canvel de El padre de mis hijos está inspirado en el productor francés Humbert Balsan, o que el Paul de Eden: Lost in Music está inspirado en su hermano Sven con quien coescribió el guion. Nathalie, protagonista absoluta de El porvenir a la que interpreta Isabelle Huppert está inspirada en su madre, también profesora de filosofía. En Maya, aunque Gabriel no esté directamente basado en el abuelo de la directora, sí está inspirado en las historias que, sobre él, también reportero de guerra, oía contar a su madre y a su abuela. En La isla de Bergman no es difícil encontrar ecos de la relación de pareja que la propia directora vivió durante más de una década con el realizador francés Olivier Assayas, veintiséis años mayor que ella y padre de su primera hija. Por último, en Una bonita mañana, su más reciente film, el personaje de Georg interpretado por Pascal Greggory está basado en su padre. Esto hace que la propia Mia Hansen-Løve esté presente en sus películas de forma más o menos notoria, aunque sus personajes estén siempre recreados para la ficción.
Sus argumentos, a pesar de la pesada carga dramática, siempre ofrecen un rayo de luz, una posible vía de salida hacia un cambio de vida y no es extraño que sus finales tengan un tono luminoso o dejen, al menos, una puerta abierta al optimismo. Es habitual que sus personajes, a los que nunca juzga desde la realización, alcancen la libertad librándose de aquello que les atormenta, sea el desamor, la enfermedad de un progenitor, el bloqueo creativo, el estrés postraumático o las deudas económicas, algo para lo que, previamente, han de perdonarse a sí mismos o a los demás.
Filmografía de Mia Hansen-Løve:
Filmografía como directora:
Cortometrajes:
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- Aprés mure reflexión (2004)
- Un pur Esprit (2004)
 
 
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Largometrajes:
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- Todo está perdonado (Tout est pardonné, 2007)
- El padre de mis hijos (Le père de mes enfants, 2009)
- Un amour de Jeunesse (Primer amor) (Un amour de Jeuneusse, 2011)
- Eden: Lost in music (Eden, 2014)
- El porvenir (L’avenir, 2016)
- Maya (Maya, 2018)
- La isla de Bergman (Bergman’s Island, 2021)
- Una bonita mañana (Un beau matin, 2022)
 
 
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