ALMA VIVA
Dirigida por: Cristèle Alves Meira
Intérpretes: Lua Michel, Ana Padrão, Jacqueline Corado, Ester Catalão, Duarte Pina
País: Portugal / Francia / Bélgica
Sección Oficial
Sinopsis: Como todos los años, la pequeña Salomé viaja hasta el pueblo de su familia en lo alto de las montañas en Portugal para pasar las vacaciones. El periodo estival arranca con tranquilidad pero su adorada abuela fallece repentinamente. Mientras los adultos se pelean en la organización del funeral, a Salomé le persigue el espíritu de la que todos consideraban una bruja.
Nuestra opinión: En Alma viva convive el costumbrismo rural, el realismo mágico, la comedia vodevilesca y el cine fantástico en un marco que utiliza las supersticiones locales respecto a la brujería o la muerte. Aunque está gustando bastante en esta Seminci 2022, a mi no ha conseguido convencerme su mezcla de elementos, al menos, hasta que llega a sus inspirados 20 minutos finales donde todo confluye de manera más dinámica y apostando conscientemente por lo histriónico. La trama nos presenta a una familia portuguesa bastante peculiar que debe enfrentarse al funeral de la abuela, una mujer que tenía poderes nigrománticos. Los distintos miembros de la familia se enfrentarán entre sí debido a los gastos que supone la organización del funeral, así que mientras se ponen de acuerdo entre ellos se alarga la vigila del cadáver en el interior de la casa provocando una causa-efecto entre la putrefacción del cuerpo y la degradación de las relaciones familiares.
La mirada de Cristèle Alves Meira hacia sus personajes es de ternura y complicidad para lograr extraer el humor de situaciones delirantes donde esa familia acabará enfrentada a todo un entorno vecinal con el que resurgen viejas rencillas que van caldeando el ambiente derivadas del pasado de la abuela muerta cuyo espíritu parece estar provocando nuevas desgracias al no ser enterrado. Y entre todo ese barullo slapstick de griterío, aparece la mirada serena de una niña que ha heredado los poderes de su abuela y que sirve como nexo entre el mundo de los vivos y de los muertos. Por muchos elementos fantásticos que incluya la película, en realidad, lo que destaca es el tono costumbrista en la descripción de personajes y ambientes que transita en un lugar indeterminado entre el humor del tándem Berlanga-Azcona y el realismo mágico portugués de Saramago o João de Melo.
LOVE ACCORDING TO DALVA
Dirigida por: Emmanuelle Nicot
Intérpretes: Zelda Samson, Alexis Manenti, Fanta Guirassy, Marie Denarnaud, Jean-Louis Coulloc’h
País: Bélgica / Francia
Punto de Encuentro
Sinopsis: Aunque Dalva tiene 12 años, se viste, se maquilla y vive como una mujer. Una noche, de repente, se la llevan de la casa de su padre. Atónita e indignada al principio, conocerá más tarde a Jayden, un trabajador social, y a Samia, una adolescente con mal genio. Una nueva vida parece iniciarse para Dalva: la de una niña de su edad.
Nuestra opinión: Love According to Dalva es un excelente coming of age que maneja con habilidad y respeto un material tan sensible como es la pedofilia dentro del entorno familiar. La niña protagonista, excelente Zelda Samson, a sus 12 años lleva casi todo el tiempo viviendo una realidad impropia para su edad junto a su padre que la apartó de su madre y se la llevó consigo. Desde entonces y pese a su corta edad él la ha tratado como si fuera su amante, por eso la niña viste y se maquilla como una mujer adulta. Los servicios sociales intervienen, detienen al padre e internan a la niña en un centro en el que deberá aprender a recuperar su infancia.
La directora belga Emmanuelle Nicot pone su foco y la cámara en la menor para que el espectador comprenda todas las fases por las que irá pasando desde la incertidumbre inicial, después la negación que provoca una rabia rebelde, y finalmente el autoreconocimiento de la niña que lleva dentro para aprender a desarrollarse como la mujer que será en el futuro. Es un proceso complejo y doloroso que está descrito con detalle y mucha sensibilidad, sin caer en el morbo gratuito y a través de una narrativa sencilla que pone a los personajes por encima de la puesta en escena. La ayuda de las instituciones se muestra como insuficiente y es la amistad sincera con otra de las niñas internas la que provocará el cambio definitivo, el mirar atrás para reescribir su historia sin la manipulación del padre.
Esta película, tiene bastantes cosas en común con otra de las propuestas más interesantes vistas hasta ahora en Punto de Encuentro, Palm Trees and Power Lines (Jamie Dack, 2022), ambas son retratos sobre el poder de manipulación que tiene un adulto sobre un menor para moldear su personalidad y las decisiones que toma. Eso sí, aunque la película de Nicot también tiene momentos incómodos, es mucho más optimista y su mensaje se concentra en la superación de un trauma inconsciente del pasado.
EDÉN
Dirigida por: Estefanía Cortés
Intérpretes: Charlotte Vega, Israel Elejalde, Marta Nieto, Ramón Barea
País: España
Punto de Encuentro
Sinopsis: Cuatro desconocidos acuden a Edén, una empresa clandestina en plena naturaleza, para acabar con su vida. Una joven rota por la culpa que no puede olvidar su pasado; un anciano que quiere evitar el dolor de sus seres queridos; una carismática mujer con un trastorno de la personalidad; y un hombre desesperado que esconde un oscuro secreto. Edén les une en el momento previo a su muerte, pero ¿es tan sencillo escapar de la vida?
Nuestra opinión: La película Edén de Estefanía Cortés es un thriller dramático que arriesga mediante una puesta en escena tan fría como deudora del cine escandinavo o del griego Yorgos Lanthimos. La premisa argumental me trajo a la mente la película Fin (Luis Sampieri, 2010) en la que tres adolescentes que solo se conocían por el nick de sus redes sociales y quedaban para verse con la intención de acabar con su vida juntos en mitad de un entorno natural donde se enfrentaban a sus últimas reflexiones vitales. En esta ocasión, en la película de Cortés, son cuatro los desconocidos que se encuentran para convivir en una lujosa casa de diseño en mitad de un idílico lugar que no saben donde está situado exactamente al haber sido llevados hasta allí con los ojos vendados. Están solos, si se hubiera introducido una vigilancia externa habría adquirido un enfoque de Gran Hermano orwelliano, pero la apuesta que se hace por el fantástico es mucho menos evidente y se prefiere inclinar hacia el drama existencialista. Se mantiene cierto suspense al principio, pero es bastante obvio que han ido hasta allí para suicidarse o ser ayudados a morir.
Pocos detalles tendremos de quién hay detrás de la organización que gestiona sus muertes (algo de plena actualidad en el debate político sobre la eutanasia), ni tampoco del pasado de los personajes o los motivos que les han llevado hasta allí. Eso tiene algo bueno y algo malo. Lo bueno es que durante 40-45 minutos se mantiene el suspense acerca de la deriva que tomarán los acontecimientos y sobre el encaje de las distintas personalidades de los cuatro huéspedes interpretados por Charlotte Vega, Israel Elejalde, Marta Nieto y Ramón Barea (¿por qué no una Espiga de Honor a él para reconocer lo grande que es y lo poco reconocido que está?). Sin embargo, el escamotear tanta información al espectador hace que el desarrollo sea pesado y la carga alegórica pierda fuelle hasta dejar de importarnos cuál vaya a ser el destino final de los personajes.
Planos largos y de ritmo pausado en un escenario aséptico que contrasta con la belleza que les rodea, han terminado por ocasionar más de un ronquido entre los espectadores que tenía sentados a mi alrededor. No es una propuesta para todos los públicos. La impostura hace aparición en diálogos que traicionan el minimalismo escénico para rellenar los huecos que deja una acción inerte que tan solo eclosiona en un tercer acto desnortado y efectista que no ofrece ninguna respuesta más allá de la obvio. Edén destaca por el reparto o por el diseño de arte, pero queda la impresión final es que la historia se queda a medio camino de reflexiones más profundas y menos abstractas que no daba para más de 60 minutos. Aún así, se agradece que aparezcan nuevas voces femeninas en nuestro cine que no sigan el «modelo ESCAC» o de realismo social para ampliar el espectro de posibilidades de lo que se puede contar.