Muchas veces la Academia de las Artes de Hollywood llega tarde, y otorga el Oscar honorífico a un actor o director que durante años lo ha merecido y no lo ha recibido, y en otras ocasiones, como es el caso, se otorga a alguien que ha aportado todo su saber hacer al séptimo arte, y se ha retirado por la puerta grande, independientemente ya haya ganado el galardón o no.
El próximo año, el director japonés Hayao Miyazaki recibirá el Oscar honorífico tras haber estado nominado la pasada edición de los Oscar por su última película El viento se levanta en la categoría de Mejor Película de Animación. Miyazaki ya consiguió la estatuilla en 2002 a la Mejor Película de Animación por El viaje de Chihiro, con la que también consiguió el Oso de Oro de Berlín.
De esta forma, Hollywood rinde homenaje a la figura de Miyazaki por toda una vida dedicada al mundo del cine, dejando tras de sí innumerables obras maestras del cine de animación, como Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke o El viaje de Chihiro.
Curiosamente, estos últimos días se ha hablado mucho de Studio Ghibli, pues tras la retirada de Miyazaki y las malas cifras de la última película en Japón de Ghibli, sus responsables han anunciado el cese de la producción de nuevas producciones durante un tiempo indeterminado para centrarse únicamente en la gestión de las licencias de sus obras anteriores, además de una gran reestructuración para plantear de ora forma el futuro del estudio.
Con este galardón se pone un broche de oro a la impecable carrera del director japonés de 73 años, que tanto ha influído en la animación actual, y confiamos sirva para que Ghibli pueda retornar al camino que nunca debió dejar.
Además, y no con menos merito, la Academia homenajeará con el Oscar honorífico a la actriz Maureen O’Hara y al guionista francés Jean-Claude Carriere y otorgará el premio humanitario a Harry Belafonte.