(sus problemas le trajo a Millar y sus chicos tras la respuesta de DC ante
ella) se esconde un cómic que hará las delicias de todos aquellos que disfruten
con la lectura gamberra, un tanto amoral y muy, muy cañera.
la crítica de un cómic aquí? La respuesta es bien sencilla:
Millar (el autor del cómic) está íntimamente ligado al mundo del celuloide.
Algunas de sus obras previas a Némesis, como Wanted o Kick-ass, ya han sido
adaptadas al cine. Además, hoy en día se encuentra trabajando con nuestro Nacho
Vigalondo para adaptar otro de sus cómics a la gran pantalla.
una adaptación del cómic que nos ocupa, por lo que a todo aquel cinéfilo que
gusta de leer las obras en las que se basan las películas antes de verlas puede
que esta crítica le interese.
cinematográficas por doquier.
Millar, con dibujos de Steve Mcniven. Además de escribir «Wanted» y «Kick-ass»,
Millar también es autor de «Superman Rojo», y ha escrito series célebres tanto
de Marvel («Lobezno», «Los cuatro fantásticos»…) como de DC («Superman», «La Liga de la Justicia de America»…).
antagonista?) homónimo, un supervillano que se dedica a masacrar a aquellos
agentes de policía que no le entran por el buen ojo, no sin antes torturarlos
un poco a nivel psicológico. Con esta premisa tan interesante al lector se le
ofrece lo que puede esperar de la gamberra mente de Millar: sangre, despiporre,
ironía , balas, sangre, chulería, despiporre y más despiporre. Los dibujos de Mcniven plasman la degradación
humana a la perfección, transmitiendo con las arrugas de la piel toda la mala
baba que encierra cada uno de los personajes.
guiños y referencias a películas de acción de las últimas décadas. Por ejemplo,
el coche utilizado por Némesis recuerda sobremanera al Audi RSQ utilizado por
el protagonista de Yo Robot. Aunque la película que, a buen
seguro, vendrá a la mente del lector será El Caballero Oscuro, y es que el
coche esconde sorpresas comunes con el batmovil de Nolan. Y aquí radica uno de
los (escasos) errores que encuentro al comic: la referencia tan obvia a
productos ajenos a la obra. Esto hace que pierda identidad, y que el impacto en
el consumidor sea menor.
todo fan de personajes socarrones, jocosos, irónicos y de innata chulería. El
guión está muy bien armado, no dejando ningún cabo suelto, y los dibujos son
sencillamente espectaculares. Los escasos errores que contiene no ensombrecen
un cómic que está destinado a convertirse en una obra de culto, y un clásico
del cómic del siglo XXI.
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