Las críticas de Daniel Farriol:
Phantom
Phantom (Yuryeong) es un thriller surcoreano que está escrito y dirigido por Lee Hae-young (Desaparecidas (The Silenced), Believer), inspirándose en la novela «Sound of the Wind» de Mai Jia. Ambientada en 1933 durante la colonización japonesa de Corea. Cuenta la historia de cinco personas sospechosas de ser un misterioso «fantasma», un espía de un grupo de resistencia antijaponés. Atrapados en un hotel aislado, los cinco personajes deberán usar su ingenio para sobrevivir y escapar mientras sospechan unos de otros.
Está protagonizada por Sol Kyung-gu, Lee Ha-nee, Park So-dam, Park Hae-soo, Kim Dong-hee, Seo Hyun-woo, Esom, BIBI y Lee Joo-Young. La película no se ha estrenado en cines comerciales en España, pero clausuró el KFFB (Korean Film Festival de Barcelona). Ahora puede verse en plataformas VOD y desde el 29 de julio de 2025 a través de Movistar+ de la mano de La Aventura Cine.
Cine de espías e intriga policíaca
Phantom (Yuryeong) es un auténtico espectáculo visual que combina clasicismo, acción y un sentido del ritmo trepidante. La trama nos sitúa en Corea en el año 1933, en plena época de la ocupación japonesa del país, donde un grupo de insurgentes ofrece resistencia a la colonización forzosa mediante acciones terroristas organizadas. Un «fantasma» es el sobrenombre que tenían los espías coreanos que se infiltraban en las instituciones japonesas para dinamitarlas desde dentro compartiendo información con el resto de insurgentes.
La película comienza cuando el ejército japonés detiene a cinco personas como sospechosas de ser el «fantasma». A partir de ahí se iniciará un juego de sospechas cercano al whodunnit que vertebra las novelas policíacas, con constantes giros inesperados de guion que obligan al espectador a cuestionarse quién será en verdad ese «fantasma» (aunque a priori la escena inicial parezca descubrirnos parte del pastel).
Estamos ante una monumental incursión en el cine de espías similar en su magnitud a la también coreana El imperio de las sombras (Kim Jee-woon, 2016) o la china Cliff Walkers (Zhang Yimou, 2021), una revitalización del cine clásico puro que, más allá de las connotaciones socioculturales asiáticas, bien podrían formar parte de una trilogía ideada por John Le Carré. Si te gustaron las dos películas citadas no puedes perderte esta tercera.
Adrenalina y acción
Phantom es también cine de acción con secuencias de persecuciones, tiroteos, luchas a pecho descubierto y peligros que acechan en cualquier esquina. El director Lee Hae-young no escatima en recursos cinematográficos para que no apartemos la vista de la pantalla, el montaje es dinámico con una concatenación de planos que apenas duran 2 o 3 segundos o con la cámara en constante movimiento si son más extensos. Pero no son planos realizados al azar, cada encuadre está perfectamente pensado y sin margen para la improvisación, muchos de ellos contienen una belleza plástica arrebatadora e información narrativa a través de la profundidad de campo o el uso del foco. Hay secuencias con una planificación tan matemática que deberían mostrarse en las escuelas de cine.
Phantom también tiene suspense, emoción y dramatismo. Los personajes tienen entidad propia, de cada uno de ellos obtendremos las pinceladas necesarias para conocer sus motivaciones, sus emociones internas y que de verdad nos importen, con una especial atención a los personajes femeninos. Esto es clave para que los 133 minutos de metraje no se conviertan en una farragosa sucesión de secuencias de acción sin más sentido que el entretenimiento palomitero, aquí también hay espacio para la emotividad, la sororidad, la venganza y el idealismo. Eso enriquece una película que acelera su ritmo aún más en el tramo final.
Códigos de cine clásico actualizados
No es casualidad que una de las primeras escenas acontezca en el interior de un cine donde se proyecta El expreso de Shanghai (Josef von Sternberg, 1932) y que una de las últimas ocurra en el interior de un teatro, más bien yo diría que es una declaración de intenciones. Lee Hae-young tiene claro que sus influencias principales proceden del cine clásico de los años 40 y 50 y del cine negro estadounidense, por ejemplo, directores como Alfred Hitchcock, Carol Reed, Joseph L. Mankiewicz y tantos otros que incursionaron en el cine de espías… pero actualizando los códigos visuales al thriller coreano contemporáneo y bajo el ritmo frenético a que nos someten los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías (hay algún efecto de CGI bien integrado en momentos puntuales).
El cine y el teatro se usan como escenarios de recreación histórica desde la ficción, algo que, a menudo, sirve a los creadores para impartir justicia y sanar las heridas que aún perduran en el imaginario colectivo de un país. Por eso no es de extrañar el uso de una violencia extrema e inmisericorde hacia alguno de los personajes japoneses, rodeándola de un aura heroica y casi mística (la iluminación, la música…) que otorga belleza incluso a los momentos más sangrientos. Phantom es cine con mayúsculas, repleto de imágenes deslumbrantes y escenas de acción tan trepidantes que serían capaces de levantar a un muerto de su tumba para no perderse el espectáculo.
¿Qué te ha parecido la película ‘Phantom’?
Descubre más desde No es cine todo lo que reluce
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.