viernes, noviembre 21, 2025

Crítica de ‘Aullar’: Vínculos familiares y adicciones

Las críticas de Daniel Farriol:
Aullar

Aullar es un drama español que está dirigido por Sergio Siruela bajo un guion de Ezekiel Montes. Mamen siempre quiso ser bailarina profesional, pero su sueño se vio truncado cuando era apenas una adolescente. Ahora, malvive en un barrio de la periferia de Málaga y trabaja bailando en un club de un polígono para poder mantener a su hijo. Su vida se ve alterada cuando su padre reaparece tras años de ausencia.

Está protagonizada por Elena Martínez, Antonio Dechent, Paco Tous, Adelfa Calvo, Antonio Jesús Serrano, Sandra Torrecillas, Jorge Tapia e Iris Justo Rodríguez. La película tuvo su presentación fuera de concurso en la Sección Oficial del Festival de Málaga 2025 y se ha estrenado en salas comerciales de España el 21 de noviembre de 2025, de la mano de CineAND Distribución.

Padres e hijos

Aullar es un bienintencionado drama social sobre los vínculos familiares, el dolor de la ausencia y las adicciones. La trama nos presenta a Mamen (Elena Martínez), una madre soltera que para sacar adelante la crianza de su hijo trabaja por las noches como bailarina de un club de carretera y por las mañanas en una pescadería del mercado. A los 15 años perdió a su madre tras una penosa enfermedad y tuvo que lidiar con un padre alcohólico (Antonio Dechent) con el que ha perdido el contacto. 12 años después el hombre aparece tirado en la puerta de su casa, inconsciente por otra de sus borracheras. La mujer se verá en la obligación de acogerlo durante unos días al enterarse de que unos gitanos han ocupado la casa familiar donde seguía viviendo su padre.

Sergio Siruela se esfuerza en mostrar con realismo esa relación llena de malos recuerdos y reproches, al tiempo que busca la comprensión a su errático comportamiento. Sin embargo, tras un inicio con cierto interés la película se desinfla a partir de la mitad por un exceso melodramático que subraya cada situación sin ninguna sutileza. Los altibajos en la relación paternofilial se irán recortando a medida que el hombre se esfuerza en abandonar la bebida para convertirse en un buen abuelo para su nieto. Las situaciones se edulcoran hasta el coma diabético con escapada a la playa incluida y la visita de turno a una feria. Los tópicos nunca vienen solos y tras un día familiar cuasi perfecto llegará otro socavón en la relación que trae a escena los viejos fantasmas del pasado.

La relación entre la protagonista y su padre tiene un espejo en la suya propia con su hijo. No quiere repetir los errores que le hicieron tener una infancia infeliz, pero pese a todos sus esfuerzos no logra conectar del todo con su hijo. El planteamiento no es nuevo, pero hubiera podido funcionar en otro contexto.

Elementos de thriller que no cuajan

Aullar está ambientada en la periferia de Málaga y ofrece un retrato desesperanzador de la vida en los márgenes. Mamen tuvo que abandonar el sueño de adolescencia de convertirse en bailarina profesional para acabar bailando en un podio acristalado donde los hombres la observan como un objeto de deseo. La relación que mantiene con el dueño del local (Paco Tous) es extraña y no acaba de definirse del todo, pese a contar con un par de buenas escenas. Se trata de un viejo amigo de la familia que a veces la cuida y a veces la putea como si fuera su chulo. Los únicos apoyos verdaderos para la protagonista son una vecina con la que trabaja en la pescadería (Adelfa Calvo) y un frutero que le va detrás (Antonio Jesús Serrano), aunque su relación sentimental nunca llega a despegar.

La presencia como guionista de Ezekiel Montes, autor del thriller Hombre muerto no sabe vivir (2021), introduce una subtrama de corte criminal en la línea de esa película citada que hubiera podido dar algo de vidilla a la trama principal. En ella vemos a un clan de gitanos que tiene atemorizado a un barrio de la periferia mientras se dedican a traficar con droga y ocupar viviendas. Por desgracia, esta subtrama se reduce a un par de secuencias que quedan muy desconectadas del resto y tampoco ofrecen la tensión dramática necesaria para hacer crecer el interés. De hecho, hay varios momentos donde la credibilidad brilla por su ausencia (el primer enfrentamiento con los ocupas, el padre borracho tirado en la calle durante horas, etc), sin que tenga nada que ver con el bajo presupuesto de la producción.

Un proyecto pequeño y bienintencionado

Se aprecia el esfuerzo y el cariño puesto en el proyecto, pero Aullar acaba siendo un drama social más preocupado en encontrar la lágrima que la reflexión, incluso cuando su finalidad última sea precisamente esa, la de reivindicar los vínculos familiares como verdadero motor de nuestras vidas, más allá de las dificultades que eso conlleve, y, a la vez, concienciarnos respecto a las adicciones como una enfermedad, quitando responsabilidad a los adictos. La mirada hacia ambos temas es bastante simplista y encuentra poco espacio para el debate, tal vez, con un enfoque más crudo y menos melodramático hubiera funcionado mejor.

El aspecto más destacado del filme acaba siendo las entregadas interpretaciones del elenco principal, con desigual desempeño por culpa de la tendencia al estereotipo inherente a los personajes, por eso el duelo entre Elena Martínez y Antonio Dechent nos regala sus mejores momentos cuando comparten escenas íntimas y cotidianas, en la sencillez está lo grande.


¿Qué te ha parecido la película ‘Aullar’?

Aullar

5

Puntuación

5.0/10

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