No es cine todo lo que reluce se ha desplazado hasta el 57 Festival de Sitges 2023, y os iremos contando nuestras primeras impresiones de todas las películas que tengamos la oportunidad de ver, así como todas otras cosas interesantes que sucedan en estos días tan señalados y dedicados al mejor cine fantástico y de terror que se estrenará en los próximos meses. Hoy os hablamos de las películas: Luna, Maldoror, Cloud y It Doesn’t Get Any Better Than This.
LUNA
Dirigida por: Alfonso Cortés-Cavanillas
Intérpretes: Marian Álvarez, Greta Fernández, Asier Etxeandia
País: España
Oficial Fantàstic Competición
Sinopsis: Cuando una expedición privada viaja a la Luna para fotografiar un cometa, un fragmento de este impacta contra la Tierra cortando toda comunicación. Completamente solos, la tripulación luchará desesperadamente por sobrevivir en el vacío lunar, enfrentándose al desafío de redescubrir el significado de su existencia.
Nuestra opinión: Una de las películas protagonistas de esta edición de Sitges 2024 fue la película Luna, pero no por los motivos que cabría esperar… A priori, siempre es interesante acercarse a una producción española ambiciosa que aborda la ciencia-ficción sin tapujos con una historia ambientada en la Luna, sin embargo, el resultado final no puede ser más decepcionante, por no decir bochornoso. Y es que el filme de Alfonso Cortés-Cavanillas se convirtió en una comedia involuntaria que provocó risas y aplausos con sorna durante el pase en la sala Tramuntana, no podíamos creer lo que estábamos viendo.
Desde la primera escena la cosa ya pinta rara y el espectáculo cutre comienza su despliegue mediante un vestuario de baratillo, los saltitos de los actores para simular la ingravidez, unos constantes primeros planos que intentan disimular la falta de presupuesto y, lo que es peor, un guion lleno de presuntas frases grandilocuentes que malogran una historia de supervivencia con eslóganes propios de Mr. Wonderful. Todo mal. No se salva ni un reparto repleto de nombres destacados que se despeñan hacia el vacío absoluto recitando esas frases imposibles, ¿nadie leyó el guion?
Luna es un fracaso en todos los sentidos, un despropósito de Serie B que no asimila su condición de cine independiente y pretende jugar en la liga de las grandes superproducciones estadounidenses del género. Y ciertamente duele porque la valentía de realizar un proyecto de ciencia-ficción de estas características en España merecía convertirse en un éxito por el simple hecho de existir, sin embargo, es imposible rescatar nada de una película infame con aspecto amateur que se convirtió en la comidilla risible entre los asistentes al festival.
MALDOROR
Dirigida por: Fabrice du Welz
Intérpretes: Anthony Bajon, Alba Gaïa Bellugi, Alexis Maneti
País: Bélgica – Francia
Òrbita
Sinopsis: Paul es un joven policía asignado a la unidad secreta Maldoror, la cual investiga a un criminal sexual sospechoso y en el punto de mira tras la desaparición de dos chicas. Dispuesto a llegar al fondo del asunto, cuando la operación falla, Paul decide tomarse la justicia por su propia mano.
Nuestra opinión: Maldoror ha sido en mi opinión la gran película de este Sitges 2024 (no cuento La sustancia porque la vi en San Sebastián). Se trata de un thriller criminal inspirado en hechos reales que durante 155 minutos condensa una intensa investigación policial acerca de la desaparición, tortura y asesinato de varias niñas a manos de un depredador sexual vinculado con una red de pedofilia que salpicó a las más altas esferas.
El «Caso Dutroux» es una herida que está aún abierta, los hechos acontecieron a finales de los años 90 y conmocionaron a toda la sociedad belga. Maldoror es una recreación ficticia sobre lo que sucedió, combinando algunos datos reales con otros que aportan un sentido dramático al discurso de la película, por ejemplo, el desenlace es distinto a los hechos verídicos. Para ello y por respeto, se han cambiado los nombres de los personajes implicados. El guion escrito por Fabrice du Welz junto a Domenico La Porta, encuentra el punto de vista idóneo para la escenificación de unos hechos tan dolorosos mediante la identificación del espectador con las pesquisas de un policía que se obsesiona con el caso, el cuál está interpretado por un sorprendente Anthony Bajon, el chico lobo de Teddy (Ludovic Boukherma y Zoran Boukherma, 2020).
Hasta ahora Fabrice du Welz se había mostrado como un director solvente que se estaba labrando un universo propio donde destacaba su estilizado acercamiento al cine de género con filmes tan interesantes como Alleluia (2014), Adoration (2019) o Inexorable (2021), todos ellos vistos en Sitges. Con Maldoror logra su mejor obra apelando al policíaco siniestro de estilo noventero sin descuidar un espacio importante para el debate moral (esa mirada final…), muy al estilo de Prisioneros (Denis Villeneuve, 2013) o Zodiac (David Fincher, 2007), consiguiendo una obra compleja y madura que te desgarra por dentro.
Maldoror comienza de manera tranquila adentrándose con naturalismo en una pequeña comunidad siciliana a la que el protagonista debe adaptarse tras casarse con una chica italiana. A partir de entonces, la película urde un complejo entramado de situaciones que combinan la cotidianidad con la investigación policial, poniendo de manifiesto las contradicciones sociales y la impunidad de los delincuentes ante la pasividad policial. En especial, sucede debido a la falta de coordinación y las luchas de ego entre los distintos estamentos que deberían velar por nuestra seguridad e impartir justicia. Son un cúmulo de decisiones absurdas que facilitaron al monstruo Marc Dutroux perpetrar sus fechorías y es muy duro asimilar que varias de las niñas asesinadas hubieran podido salvarse si la policía hubiese hecho su trabajo.
Pese a tratarse de una obra de ficción, el retrato minucioso que se hace de todo esto en Maldoror bebe mucho del caso real y el espectador que no conozca previamente los hechos reales será incapaz de diferenciar donde comienza o termina la ficción. La película deja entrever algunas claves sobre la conspiración que rodeaba el caso sin poder desvelar todo lo que hubo detrás, no fue solo un psicópata que mataba niñas, había muchos otros implicados en la sombra como demuestran las grabaciones que tenía de sus víctimas.
Maldoror es una película que te agarra desde el principio y no te suelta hasta los créditos finales, es un puñetazo en el estómago que remueve conciencias y exhuma las miserias de un sistema judicial con graves fisuras. El tramo final es verdaderamente asfixiante y la narrativa de Fabrice du Welz se tiñe de una negrura insoportable que acerca el género policíaco al terror puro. Maldoror es una obra magna repleta de tristeza y amoralidad a la que no sobra ni un minuto y que convierte la mirada obsesiva del policía protagonista en una arma de purificación para sanar a la sociedad belga a través de la ficción cinematográfica como recurso definitivo para trascender la oscura realidad. Imprescindible.
CLOUD
Dirigida por: Kiyoshi Kurosawa
Intérpretes: Masaki Suda, Kotone Furukawa, Masataka Kubota
País: Japón
Òrbita
Sinopsis: Un chico que se gana la vida revendiendo objetos a través de Internet, descubre que a veces los actos pueden tener consecuencias imprevistas… y letales.
Nuestra opinión: Cloud es un thriller del maestro japonés Kiyoshi Kurosawa que fue recibido con división de opiniones y no siempre comprendido por el público. El prolífico director ha presentado tres títulos en este 2024: el mediometraje Chime, que se vio en Berlín; el remake de una de sus obras anteriores Serpent’s Path, que se vio en San Sebastián; y la juguetona Cloud, que competía en la sección Órbita de Sitges (sección donde confluyen obras más afines al suspense o la acción que al terror puro o el fantástico).
Esta última propuesta tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera construye un relato con elementos dramáticos y cierta intriga dentro de un contexto social que analiza la situación económica del Japón actual y la tendencia especuladora de las nuevas generaciones para conseguir dinero rápido con el mínimo esfuerzo, así como su dependencia de las nuevas tecnologías.
El protagonista es un joven que rechaza un ascenso en la empresa donde trabaja para dedicarse a tiempo completo a la reventa de objetos de colección que adquiere por lotes a bajo precio y pone a la venta en internet diez veces más caros. Al parecer es una práctica habitual en Japón aunque tampoco hace falta irse tan lejos, por ejemplo, en España sucede algo parecido con las entradas para conciertos y, aún más surrealista, ya hay usuarios de Wallapop que han puesto a la venta los catálogos y programas de mano (casi imposibles de conseguir) del propio Festival de Sitges de este año… Por tanto, Kurosawa está sacando a la luz una realidad contemporánea donde la economía sumergida se ha convertido en un nido de estafadores sin ninguna ética (¿Cuántas llamadas recibimos al día buscando engañarnos para robar nuestros datos y/o dinero?).
La película tiene un tono bastante peculiar que navega entre la negrura y la comicidad, algo que explota definitivamente en una segunda mitad bastante loca mediante la exageración de unos eventos que obligan a dar un salto de fe al espectador para no salirse de la película. Su crónica social sobre la especulación económica se transforma entonces en un vertiginoso filme de acción con tiroteos imposibles entre usuarios despechados y el presunto estafador. No hay que tomarse demasiado en serio todo lo que sucede, el tratamiento humorístico queda claro con situaciones y diálogos que llevan la sacudida violenta a una búsqueda de la parodia y el entretenimiento puro con códigos del cine negro (la femme fatale, la localización del tiroteo, el concepto de traición y fidelidad, etc.).
Cloud funciona de manera inteligente en ambas partes y su discurso también es coherente con la filmografía anterior del director que ya advirtió en películas de terror tecnológico tan míticas como Kairo (2001) sobre los peligros de las nuevas tecnologías en el desarrollo de las relaciones humanas.
IT DOESN’T GET ANY BETTER THAN THIS
Dirigida por: Rachel Kempf, Nick Toti
Intérpretes: Rachel Kempf, Nick Toti, Christian
País: Estados Unidos
Noves Visions
Sinopsis: Dos aficionados al terror compran un espeluznante dúplex para rodar una película. Descubren que los miembros de una secta se reúnen fuera en trance. Los amigos investigan el fenómeno y su obsesión aumenta a medida que buscan emociones de terror en la vida real.
Nuestra opinión: It Doesn’t Get Any Better Than This combina el estilo de falso documental y el found footage en una historia juguetona que tenía bastantes más posibilidades de las que finalmente desarrolla, cayendo en algunos lugares comunes de este subgénero de «cámara en mano subjetiva». La parte inicial nos propone la llegada de los protagonistas a una casa encantada, con la salvedad que ellos ya saben que lo está, no les pilla por sorpresa, incluso la han comprado para filmar una película de terror en su interior. El cine dentro del cine. La idea es sugerente y la presentación de los personajes bastante realista.
Por desgracia, la película tarda en arrancar y se detiene en exceso en escenas cotidianas que poco nos importan mientras acondicionan la casa para el rodaje (en realidad el rodaje es la grabación de esos eventos). Tampoco ayuda la risa nerviosa y bastante histriónica de la protagonista y codirectora Rachel Kempf, su constante falta de respeto hacia lo sobrenatural contradice a su presunto interés por esas temáticas (quiere rodar una peli de fantasmas, realizar una sesión ouija, etc), así que los espectadores estarán deseando que le suceda algo malo lo antes posible para que se calle y deje descansar a nuestros oídos.
It Doesn’t Get Any Better Than This tiene un montaje capitular poco aprovechado que solo funciona en su tercio final con la inclusión de un par de detalles interesantes (las personas que rodean la casa, el ruido ensordecedor de las puertas del infierno, la fusión de la realidad con un mural pintado en la pared…), pero cuando llega todo eso ya estamos desconectados de una trama sin chicha que tampoco decide explorar el imaginario que crea alrededor de la maldición de la casa. Hubiera sido un corto simpático, pero como largo no cuela y aporta poco al subgénero del found footage.
57 Festival de Sitges 2024
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