Las críticas de Laura Zurita:
Desconocidos
Una noche, en su torre casi vacía del Londres actual, Adam tiene un encuentro casual con un misterioso vecino, Harry, que pone patas arriba el ritmo de su vida cotidiana. A medida que va surgiendo una relación entre ellos, a Adam le preocupan los recuerdos del pasado y regresa a su ciudad natal y al hogar de su infancia donde sus padres parecen estar vivos, tal y como lo estaban el día de su muerte, 30 años antes.
Desconocidos está escrita y dirigida por Andrew Haigh, basada en «Strangers» de Taichi Yamada. Los intérpretes son Paul Mescal, Claire Foy y Jamie Bell. La película se estrena el 23 de febrero de 2024 de la mano de 20th Century Studios España.
Matices de sentimientos humanos
«Strangers» (異人 た ち と の 夏, Ijintachi to no natsu) es una novela escrita por Taichi Yamada y publicada en 1987. La trama se centra en la vida de Yukihiro Yoshioka, un hombre de mediana edad que trabaja como redactor publicitario en Tokio. A medida que la historia avanza, Yoshioka experimenta una serie de encuentros inusuales con extraños que parecen poseer habilidades sobrenaturales y se parecen de forma inquietante a sus padres.
La novela explora temas de soledad, alienación y la naturaleza de la realidad a través de la lente de lo sobrenatural y el hombre se enfrenta a su propia percepción de la realidad y su lugar en el mundo.»Strangers» ha sido elogiada por su atmósfera inquietante y su capacidad para crear una sensación de inquietud en el lector, ya que lo sobrenatural y lo mundano se entrelazan de manera fascinante.
Ya ha habido una adaptación de esta novela, The Discarnates (異人たちとの夏, Ijintachi to no Natsu), de 1988, que ahonda en la atmósfera de horror al ser una historia de fantasmas. Andrew Haigh, en Desconocidos, en cambio, hace una lectura completamente distinta y crea una hermosa historia de amor con tono de realismo mágico.
Desconocidos es intensa y profunda, y un retrato lleno de sensibilidad, de un amplio espectro de sentimientos humanos. En un principio, vemos la permanente soledad de Adam, languideciendo en su casa, dejando pasar el tiempo en el sofá. El momento en el que Harry entra en su vida supone un cambio que inicia el viaje de Adam hacia su infancia, un cambio que podría enriquecer y transformar su vida. A partir de este momento, aparte de florecer el amor entre los dos, nuestro protagonista encuentra una nueva etapa en su relación con sus padres. Los viajes en tren de Adam hacia sus padres empiezan cuando empieza a descubrir el enamoramiento y sus posibilidades. Nos queda una duda de si sus viajes son visitas reales, y se encuentra con unos seres de su pasado, o todo es un peregrinaje interior del protagonista que bucea en su trayectoria y sus decisiones.
Sea como fuere, los encuentros de Adam con sus padres tiene algo muy evocador, porque los progenitores tienen una edad parecida a la que tiene él ahora, y su diálogo con ellos está teñido de una superposición de su yo presente y el niño que fue. Así se enfrenta a su temprana orfandad, a sus tristezas de la infancia y profundiza en una parte muy importante de su identidad, su orientación sexual. Es muy revelador que sus diálogos con sus padres mantengan una especie de juego de espejos en los diálogos con Harry, quien es unos años más joven y tiene una visión menos traumática de su sexualidad. Con sus diálogos con sus padres, Adam se enfrenta a su pasado, y va reconciliándose con su él. Entre tanto, en sus conversaciones con Harry, Adam empieza a ver que puede tener una vida diferente y menos solitaria.
En cierta manera, en Desconocidos los personajes que rodean a Adam simbolizan su pasado y su futuro. Es uno de los rasgos más poderosos de un espléndido guion, donde lo dicho y lo insinuado van descubriendo la infinita riqueza de los sentimientos humanos. El lenguaje es normal y corriente, y no hay exageraciones ni amaneramientos, pero sabemos que estamos asistiendo a emociones intensas y certeras, estamos ante personajes profundamente verdaderos, hechos de carne y hueso, y no solo postulados ni estereotipos.
Tono alucinatorio
A veces, Desconocidos tiene un tono alucinatorio, en la que el espacio y el tiempo pueden tener discontinuidades, pero siempre se sigue el punto de vista de Adam, visto desde sus ojos. No vamos a relatar más de la trama, pero sí podemos comentar que Adam comprende que reconciliarse con el pasado no significa quedarse en él permanentemente, y que tiene que dirigirse hacia un futuro, y piensa en su recién encontrado amor para emprender juntos ese viaje. Para comprender mejor el grandísimo desenlace de la película, es importante prestarle atención a la ropa que lleva Harry y los objetos que lo rodean en cada momento de la misma.
Para subrayar esta naturaleza mágica de Desconocidos, la fotografía elige tonos cálidos y suaves, creando poesía y ternura tanto en la preciosa historia de amor entre Harry y Adam como en las interacciones de este con sus padres. Mientras el mundo exterior es frío y aséptico, en los interiores anidan la alegría y los sentimientos.
El uso de la música es brillante. Cuando la película empieza, en el momento en el que Harry llama a la puerta y al final de la película suena «The Power of Love», de Frankie Goes to Hollywood, con toda su carga lírica. Y, en un momento maravilloso, los padres de Harry cantan «You Were Always on My Mind» junto con los Pet Shop Boys, un maravilloso texto que habla de un amor siempre presente, pero muy pocas veces expresado.
Desconocidos es una película de presupuesto modesto, y todo en ella sucede con solo cuatro personajes. Las actuaciones son sólidas y muy fuertes, y consiguen reflejar un amplio espectro de emociones y estados de ánimo. Claire Foy y Jamie Bell, los padres de Adam, aparecen sensibles y cariñosos como nunca fueron antes. Están un poco perdidos, y de alguna forma saben que están fuera de la vida, y saben que no fueron los mejores padres del mundo. Paul Mescal (Harry) maneja a la perfección un personaje exigente, que lleva sus sentimientos a flor de piel, combinando la ingenuidad con una cierta tristeza, una especie de ángel tentador y algo patoso. Y Andrew Scott (Adam) ofrece el retrato complejo y lleno de matices de un hombre herido, retirado y triste, que tiene problemas que resolver y su camino para resolverlos.
Desconocidos es una película bellísima sobre la soledad, el amor y el paso del tiempo, con un tono que se acerca a un realismo mágico melancólico y discreto. La belleza de sus imágenes, su banda sonora y las descomunales interpretaciones de sus protagonistas hacen que tenga grandes posibilidades de convertirse en una de las películas del año.
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Muy de acuerdo con tu crítica, Laura. Desconocidos es una de esas joyas que te tocan directamente al alma. Es lo mejor que he podido ver en más de un año. Todo es perfecto, la impresionante adaptación de la novela, las interpretaciones superlativas de sus dos protagonistas, la dirección y la creación de esta maravillosa historia.