John Williams: El maestro.
Capítulo 4
Los 90 comienzan con scores de distinto signo pero igual acierto. En Presunto Inocente, Williams crea una orquestación sencilla pero efectiva con momentos en que el dramatismo contenido llena la acción. Sólo en Casa es un score de corte infantil y una estructura narrativa de cuento donde los motivos de inspiración navideña, especialmente en el tema principal, se combinan con gran acierto con otros donde se reconoce el estilo compositivo del autor.
Hook, en 1991, supone un giro a la aventura más clásica donde tanto la épica como los pasajes más líricos rinden tributo a los cuentos infantiles de siempre. Una instrumentación abundante hasta casi hasta lo recargado nos transporta al país de Nunca Jamás donde los niños nunca crecen y es reflejo de la historia misma. Solo en Casa 2, en 1992, retoma los motivos de la primera aventura con un aire renovado y el sabor evocador de una gran ciudad que compensa la lógica pérdida de frescura.
En 1993 John Williams nos entrega una nueva pieza de su maestría en Parque Jurásico. De nuevo la magnificencia toma el papel más relevante y de nuevo la receta del éxito es redonda. Siguiendo su estilo narrativo de siempre, Williams introduce emocionantes pasajes, momentos icónicos y toda su fuerza narrativa al servicio de la historia que resucitó a los dinosaurios 65 millones de años después.
La Lista de Schindler, ese mismo año, nos muestra la cara opuesta de lo anterior. Aquí el lirismo y la sensibilidad inundan el oído melómano en un score que, por momentos, logra emocionar tanto como la película que ilustra sonoramente. Mientras los violines acompañan los momentos más dramáticos del protagonista y de su lucha por la vida de los que le rodean, pasajes de oscura frialdad nos ponen en la piel de los monstruos humanos responsables del genocidio narrado.
Salvar al Soldado Ryan, en 1998, pone a John Williams en la línea de fuego de la Segunda Guerra Mundial en uno de sus mejores trabajos en esta década. Si bien los pasajes de acción están perfectamente ilustrados con una instrumentación frenética pero sencilla, es en los momentos en que callan las armas donde se llega a amar este score. Viento y cuerda se combinan con toques corales de manera magistral en el viaje de un grupo de soldados por sus reflexiones y sus miedos.
El nuevo milenio aún nos depara sorpresas e historias que contar acerca de este genial compositor.
¡Hasta pronto!
Grande John Williamas en esta década también. La verdad es que leyendo estos fenomenales artículos (enhorabuena por la currada)te das cuenta de lo enormemente grande que ha sido (y es) este compositor para el mundo del cine y de la música. No hay década que no haya compuesto al menos cuatro o cinco bandas sonoras míticas e impresionantes. Y durante varias décadas seguidas, que no es nada fácil.
La banda sonora de Parque Jurásico es sencillamente genial. Y si bien es cierto que las bandas sonoras de las nuevas películas de Star Wars no estuvieron a la altura (como bien dices muy posiblemente por la cuestionable calidad y fuerza de la historia), sólo por el gran tema con los coros de "Duel of the Fates" ya mereció la pena volver a ver esa unión Williamas-Lucas.
Espero con ganas ese especial de Star Wars!! Enhorabuena por estos grandes artículos.
Me alegro mucho de que te guste la sección porque está hecha con toda la ilusión de un cinéfilo para otros.