Dennis Hopper, una estrella que se apaga

Dennis Hopper ha recibido recientemente el reconocimiento a toda una carrera con su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard. Lo hace en los que pueden ser sus últimos días, pues padece cáncer de próstata. Uno ve las últimas fotos que le han tomado y se le cae el alma a los pies, al ver a un actor como él, de los clásicos y populares, que parece que van a estar allí siempre, y que nos recuerdan que la vida es efímera y el cine casi eterno.

Al actor se le vio visiblemente demacrado y ayudado por un amigo para poder dar su discurso de aceptación. Hopper acudió a la ceremonia rodeado de familiares (ha estado casado en cinco ocasiones y tiene cuatro hijos y dos nietos) y compañeros de profesión como Jack Nicholson, Viggo Mortensen, David Lynch o el productor Marc Canton. De hecho, tuvo que pasar el visto bueno del médico para poder acudir. Su estado de salud ha salido a la luz pública a raíz de que el actor presentara los papeles del divorcio de su mujer, Victoria Duffy, con quien ha estado casado durante 14 años.

Hopper, uno de los actores secundarios más reconocidos de la industria, dio sus primeros pasos junto a una de las mayores leyendas de aquel entonces, James Dean, con quien participó en dos de sus cintas, Rebelde sin causa y Gigante.

Pero su rostro ha estado presente en más 140 capítulos de series como Bonanza, The Defenders o The Legend of Jesse James hasta que dio el salto con su papel de motero en Easy Rider, junto a Jack Nicholson, quien, como decíamos, le acompañó en este homenaje. Ha estado en títulos destacados Valor de Ley o Apocalypse Now, además de la comercial Speed, que le ayudó a recuperar prestigio en el papel de antagonista.

La estrella del actor se convierte en la número 2.403 del Paseo de la Fama y fue situada a la altura del emblemático teatro Egipcio del bulevar de Hollywood. El homenaje podría suponer la última comparecencia pública del veterano actor con vida.