Las críticas de Laura Zurita:
Nosotros
Nosotros reconstruye la historia de un amor empezando por su final: Ángela (María Vázquez) y Antonio (Pablo Molinero) son una pareja que, como tantas, se enamoró, vivió una ilusión, tuvo hijos, se esforzó para no rendirse y cayó varias veces. Cuando el amor termina, surgen las preguntas: ¿Dónde se torció todo?, ¿Cómo hemos acabado así? En un viaje por las luces y sombras de su relación, Ángela y Antonio luchan contra la precariedad, las interferencias del deseo o la idealización del amor.
Nosotros está dirigida por Helena Taberna (Acantilado, La buena nueva), sobre un guion de Virginia Yagüe, basado a su vez adapta la novela escrita por Isaac Rosa. En su reparto encontramos a Pablo Molinero y María Vázquez. La película se estrena en España el 28 de febrero de 2025 de la mano de Vértigo Films.
Del enamoramiento a la distancia
Desde que el divorcio se convirtió en una realidad común en las sociedades occidentales, hemos visto películas que exploran el enamoramiento, la convivencia y la posterior separación de parejas, con todas las consecuencias que esto conlleva para ellos, sus hijos y sus relaciones familiares. Ejemplos notables y diversos incluyen la pionera Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979), la comedia triste Señora Doubtfire, papá de por vida (Chris Columbus, 1993) o la dolorosa Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019), sendos reflejos de miradas sobre el amor y lo que queda después.
La película Nosotros de Helena Taberna adopta un prisma distinto. Consciente de la alta tasa de divorcios en la actualidad, la directora toma este hecho como su punto de partida. Con una mirada analítica y lúcida, la directora elige un enfoque tan interesante y valiente como desilusionado. En lugar de centrarse en el enamoramiento y el idilio, se adentra en la compleja y a menudo dolorosa experiencia del desamor. Al alejarse de las representaciones convencionales del romance, nos permite ver la historia de amor y tristeza desde una perspectiva inusual.
Una pareja rota
Nosotros comienza con la pareja ya separada, saludándose incómodamente y discutiendo la gestión de los detalles prácticos del día a día. Se percibe un ambiente de tristeza y rencor apenas consciente y es terrible ver cómo el resentimiento se transforma en disputas económicas de difícil entendimiento. Luego, a través de recuerdos y sensaciones, nos vamos adentrando en momentos pasados de la pareja, desde un enamoramiento arrebatador, hasta la relación primero estable y luego rota, pasando por los hijos, en común o por separado.
Aunque la directora muestra en Nosotros momentos de la pareja en su pasado feliz, el conocimiento del desenlace nos recuerda que el amor no es siempre para siempre y cómo incluso los lazos más indudables pueden transformarse, debilitarse y morir. Esta perspectiva resalta la importancia de los gestos cotidianos, inconscientes y apenas percibidos, de las palabras no dichas y las negligencias menudas que van minando el torrente de felicidad inicial. Incluso cuando la relación parece sana y estable, se detectan pequeñas incomodidades, expresiones y miradas que presagian el final. De forma gráfica, la vibrante y cálida luz del sol de las escenas de felicidad se torna gradualmente más fría y gris, revelando las fisuras en el entramado del matrimonio.
La luz gris del desamor
María Vázquez y Pablo Molinero, el corazón de Nosotros, encarnan a estos personajes que han experimentado tanto la alegría como el fracaso. Los actores, bien compenetrados en sus actuaciones, transmiten un amplio abanico de emociones y un palpable río de sentimientos en cada etapa de la relación.
Sin embargo, Nosotros se resiente con la distancia que la directora mantiene hacia sus personajes. Taberna adopta un punto de vista más analítico que compasivo, lo que dificulta la creación de una sintonía emocional entre el espectador y la pareja protagonista.
Esto se evidencia también en la puesta en escena de la película, donde la directora guarda casi siempre una cierta distancia entre la cámara y sus personajes. A menudo, incluso en momentos aparentemente normales de convivencia, hay barreras visuales entre ellos, tanto reales como metafóricas. En el centro de la sala de la vivienda familiar, un sofá, de gran valor simbólico por su historia, por su apariencia y la relación que los personajes tienen con él, actúa como un elemento a la vez vinculante y divisorio.
En resumen, Nosotros es una propuesta interesante y valiente, muy acorde con los tiempos actuales, que explora el desamor en lugar del idilio. La película contiene una mirada lúcida sobre las relaciones humanas, aunque su narrativa distante pueda limitar su impacto emocional en el espectador.
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