Las críticas de Óscar M.:
The Boys. Temporada 4
En la cuarta temporada de The Boys, el mundo está al límite. Victoria Neuman está más cerca que nunca del despacho oval y bajo el férreo control de Patriota, que consolida su poder. Carnicero, a quien le quedan meses de vida, ha perdido al hijo de Becca y el liderazgo de The Boys, y el resto del equipo no aguanta sus mentiras. Con más en juego que nunca, deben averiguar cómo colaborar y salvar el mundo antes de que sea tarde.
The Boys está basada en el cómic superventas del New York Times de Garth Ennis y Darick Robertson, y protagonizada por Karl Urban, Jack Quaid, Antony Starr, Erin Moriarty, Jessie T. Usher, Laz Alonso, Chace Crawford, Tomer Capone, Karen Fukuhara, Colby Minifie, Claudia Doumit y Cameron Crovetti. La cuarta temporada dará la bienvenida a Susan Heyward, Valorie Curry y Jeffrey Dean Morgan. La serie estrena su temporada 4 el 13 de junio en Prime Video.
Nuevas incorporaciones y personajes conocidos
La cuarta temporada de The Boys apuesta por mantener el mismo estilo visual y estético similar a anteriores temporadas, no presentando muchas novedades en ese aspecto, lo que es algo de agradecer por el público seguidor de la serie que lleva dos años esperando. La tranquilidad de estar ante una cuarta temporada le da una consistencia al primer capítulo que le permite tomarse su tiempo para las esperadas y deseadas nuevas salpicaduras sangrientas y para los sorprendentes giros de guión.
Los diálogos siguen apoyándose en las ya clásicas referencias a la cultura popular de la vida real, fuera del universo ficticio de la serie. Por su parte, la incorporación de los nuevos personajes es progresiva y natural, está bien integrada y no se siente como una inclusión forzada en el reparto, tanto en un bando como en otro. Destacan, sobre todo Sister Sage y Firecracker, ambas actrices hacen un esfuerzo increíble por ver qué personaje caerá peor a la audiencia.
Hay mucha continuidad argumental respecto a anteriores temporadas e, incluso, a Gen V, y la evolución de personajes es constante (incluso los secundarios, como Profundo, Negro oscuro o la siempre hilarante Ashley), no intentando hacer una historia nueva cada episodio, haciendo avanzar muy bien la trama, creando una base estable para los nuevos personajes y que fluyan, sin ser intrusivos. Esta era una característica que definía la serie bastante bien desde sus inicios y que la diferencia de Gen V.
Duración excesiva con argumento planificado
Los larguísimos episodios, que rondan la hora de duración, dejan al espectador tan extenuado ante tanta cantidad de información que la publicación de episodios semanales le va a venir muy bien, evitando que los espectadores se den atracones y maratones de capítulos y se saturen pronto de la serie. Esta imposición de dedicar una cantidad de tiempo determinado, en muchos casos, no es posible para todos y dejar los capítulos a medias, con tanta información como contienen, sería un error que añadiría una dificultad más para seguir The Boys.
Esta nueva temporada estrena sus tres primeros capítulos de una vez, pero seguirá la rutina de publicación semanal a partir del cuarto episodio. Es tal la planificación que han tenido que hasta ese cuarto capítulo la serie no vuelve a sus orígenes sangrientos y mórbidos, incluso la acercan a la saga Saw en ciertas escenas. Han sabido muy bien contentar a la audiencia ansiosa de esos momentos sanguinolentos que tan bien la identificaron y que la distinguieron del resto de ofertas protagonizadas por superhéroes.
Cabronazos con corazón
La serie sigue girando intuitivamente hacia los temas más universales que la hicieron famosa en un primer momento: el arrepentimiento, la soledad, la pérdida de un ser querido y las segundas oportunidades en un universo donde existen los superhéroes y donde muchos problemas se pueden solucionar con un simple medicamento. Igual que han tratado temas como el abandono, la necesidad de pertenecer a un grupo o tener un buen apoyo en el entorno más cercano, pero siempre desde la perspectiva de la irreverencia, el humor negro y la crueldad de los asesinatos como envoltorio.
La cuarta temporada de The Boys, como era de esperar, guarda el mejor regalo para los últimos episodios de esta tanda: la interconexiones de personajes y argumentos con su spin off Gen V, los giros de guion más imprevisibles, las referencias más absurdas o los mejores y más sangrientos enfrentamientos entre ambos bandos. Tienen muy difícil superar el nivel al que han llegado en la próxima temporada.
Dos detalles finales, aunque haya cambiado levemente de aspecto, Laz Alonso sigue interpretando a Marvin/L.M. (he dudado prácticamente en cada capítulo) y una recomendación personal es que el espectador vea los episodios hasta los títulos de crédito finales, porque están acompañados de una de las canciones más representativas que haya sonado a lo largo de cada episodio.
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