sábado, diciembre 14, 2024

Crítica de ’Un día en Nueva York con Woody Allen’: Gracias, David Trueba

Las críticas de José F. Pérez Pertejo:
Un día en Nueva York con Woody Allen

Hace aproximadamente un mes, con motivo de la gala de entrega de los premios Feroz, tuve ocasión de ver en persona a David Trueba y, sin la menor intención de soltar un chascarrillo, comenté con mis compañeros de mesa que, con el tiempo, cada vez se parecía más físicamente a Woody Allen. El comentario despertó un divertido acuerdo general entre los que me escucharon y la conversación no dio para más. El caso es que, en aquel momento, yo no tenía conocimiento de la entrevista que ahora nos ocupa y que con el título Un día en Nueva York con Woody Allen se estrena hoy en la plataforma Movistar+.

David Trueba siempre me ha parecido un estupendo escritor y un muy interesante director de cine que se maneja con brillantez en el terreno de la ficción y con soltura en el documental. Su más reciente película, Saben aquell, sobre el humorista Eugenio, me parece de lo mejor del cine español en 2023 y la excelente dirección de Trueba ha quedado un poco en segundo plano eclipsada por las magníficas interpretaciones de la pareja protagonista, particularmente la impresionante recreación de David Verdaguer que le ha procurado los más importantes premios de interpretación del año.

Pero vamos al asunto que nos ocupa. David Trueba ha retomado su primera vocación, la de periodista, y ha viajado a Nueva York para reunirse con Woody Allen, algo que los incondicionales del genio neoyorquino le agradeceremos siempre, más aún en estos tiempos en los que las hordas de cínicos bienpensantes de la mal llamada corrección política han decidido hacer un juicio paralelo (a Woody Allen ya le juzgó la justicia ordinaria en su momento y le declaró inocente) y ejercer de censores intentando cancelar (qué palabra más nauseabunda) su obra.

Pero la voz en off de David Trueba ya nos tranquiliza desde el primer minuto aclarando que a él lo que le interesa es hablar de cine y tan solo sobre cine va a ocuparse en los cuarenta y ocho minutos que dura este breve documental.

La conversación entre ambos cineastas se desarrolla en las oficinas de Woody Allen en Nueva York siguiendo un canon clásico de entrevista: ambos sentados frente a frente en dos sillas sin mesa de por medio. Ambos están situados de forma que tienen ventanales detrás que permiten vislumbrar algunos edificios de la Gran Manzana.

Trueba cumple su palabra y se muestra particularmente interesado en cuestiones como el origen de la decisión de Allen de dirigir sus propias películas, cómo recuerda el primer día de rodaje de su primer film (Toma el dinero y corre) y a qué cree que obedece la innegable impronta europea que puede advertirse en muchos de sus films.

El encuentro transcurre con fluidez y a los espectadores se nos hace corto, pero ya podemos imaginar que Allen haya puesto la brevedad como condición para aceptar la entrevista. En el rostro de Trueba puede advertirse (con sutileza) la admiración por el genio neoyorquino mientras éste habla con placidez, en ese tono que tanto conocemos los seguidores de su obra, intercalando numerosos “you know” como si ya lo supiéramos todo sobre él.

Ante la imposibilidad de abarcar sus cincuenta películas como director (amén de otros guiones, obras teatrales, relatos, una serie de televisión y hasta la puesta en escena de una ópera), Trueba se detiene en los que según su (buen) juicio son los hitos de su carrera como esa primera Toma el dinero y corre, Annie Hall o La rosa púrpura del Cairo (al parecer la favorita de ambos). También le interpela sobre el carácter de falso documental de algunos de sus films (Zelig, por ejemplo) o de las dificultades de conseguir un presupuesto para rodar, algo que para Allen es lo más difícil de hacer una película, “el resto es trabajo”.

Para los que somos muy cafeteros de Woody Allen, la entrevista es una auténtica delicia, y aunque breves, las imágenes de la oficina de Woody en Nueva York son impagables. Libros sobre los muebles, algunos posters colgados, latas de películas y el cajón de un archivador con la etiqueta “guiones” que muchos pagaríamos por poder curiosear en su interior.

La primicia es que Allen tiene una nueva película escrita y que le gustaría rodarla en Italia, está buscando productores que la financien. Si a sus 88 años consigue llevarla a cabo será la número 51 de una filmografía prolífica como “la de los grandes maestros que trabajaron para estudios, Lubitsch o John Ford” (palabras de David Trueba).

Un día en Nueva York con Woody Allen se estrena hoy, 23 de febrero de 2024, en Movistar+. Imprescindible para los amantes de uno de los últimos grandes maestros del cine que siguen vivos.

Gracias, David Trueba.

Un día en Nueva York con Woody Allen

9

Puntuación

9.0/10

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