Las críticas de Daniel Farriol:
Vesper
Vesper es un drama de ciencia-ficción que está co producido por Bélgica, Francia y Lituania, que está dirigido por Kristina Buozyte (Aurora (Vanishing Waves), La coleccionista) y Bruno Samper, los cuales también co escriben el guion junto a Brian Clark. La historia está ambientada en un futuro distópico después del colapso del ecosistema de la Tierra donde una niña de 13 años lucha por sobrevivir con su padre enfermo al tiempo que conoce a una misteriosa mujer cuyo secreto puede ser clave para el futuro de la humanidad.
Está protagonizada por Raffiella Chapman (Homebound, The Have-Nots), Eddie Marsan (Fair Play, Elige o muere), Rosy McEwen (Blue Jean), Richard Brake (The Gates, Barbarian), Melanie Gaydos y Edmund Dehn. La película tuvo su presentación en España dentro del Festival de Sitges 2022. Se ha estrenado comercialmente en salas de la mano de YouPlanet Pictures el día 6 de Julio de 2023.
Una distopía ecológica
Vesper nos plantea una distopía realista para reflexionar sobre el daño ecológico que la humanidad ha infringido a lo largo de los últimos años al entorno natural. Kristina Buozyte y Bruno Samper recrean un futuro no determinado en el tiempo donde la investigación genética descontrolada provocó una crisis ambiental cuando diversos virus escaparon de los laboratorios y arrasaron con humanos, animales y plantas. El nuevo mundo, oscuro y caótico, es una oligarquía donde las élites viven encerrados en «Ciudadelas» a las que el resto de supervivientes no tienen acceso.
Allí se fabrican semillas para racionar como sustento mientras afuera la miseria ha convertido a muchos otros en «peregrinos» errantes, marginados sociales que son tratados como leprosos y viven de lo que encuentran en la basura de las ciudades devastadas. El resto de humanos están liderados por mercenarios como Jonas (Eddie Marsan), un líder déspota que usa a sus semejantes en su propio beneficio. Al margen de todo eso, o intentándolo, vive Vesper (Raffiella Chapman), una niña de 13 años que cuida de su padre. Darius (Richard Brake), se encuentra paralizado en la cama tras sufrir un accidente, pero la niña puede comunicarse con él a través de un dron de cara sonriente que nos recordará a la pelota Wilson que hacía compañía a un famoso náufrago.
Es un futuro deprimente, sórdido y desolador que vemos a través de los ojos de la niña protagonsita para dotarlo de un halo de esperanza. La chica posee una inteligencia privilegiada y dedica su tiempo a experimentos de biología sintética en un laboratorio que tiene montado en casa. Todo se volverá más peligroso cuando decida acoger en su casa a Camellia (Rosy McEwen), una misteriosa joven de la «Ciudadela» que se ha estrellado en el bosque con su nave.
Ciencia-ficción humanista
El argumento de Vesper no es especialmente original y, en ocasiones, resulta confuso al plantear muchas cuestiones que no son resueltas ni explicadas convenientemente. Sin embargo, la película contiene un imaginario visual único y fascinante que aprovecha a las mil maravillas los pocos recursos con los que cuenta, ya sea a través de efectos visuales tan sencillos como eficaces o gracias a una ambientación apocalíptica de aspecto retro que logra fabricar un universo propio que trasciende los lugares comunes del género. El contraste entre tecnología, ingeniería genética y naturaleza alcanza un equilibrio visual cautivador que funciona en pantalla como un organismo vivo en el que poder desarrollar las transiciones emocionales de los personajes.
Siguiendo con el argumento, hace tiempo que la madre de Vesper se marchó de casa (posiblemente para convertirse en peregrina, símbolo de la desesperanza absoluta), pero esa ausencia quedará cubierta por la inesperada presencia de Camellia, con quién la niña germinará una preciosa relación maternofilial, y es que Vesper es un filme de ciencia-ficción que prioriza a los personajes por encima de la acción.
En ese sentido, el dúo formado por la lituana Kristina Buozyte y el francés Bruno Samper nutren una típica historia de aprendizaje con elementos fantásticos propios de la fábula del mismo modo que lo hacían aquellas películas infantiles de los años 80 o muchos de los mangas japoneses. Por ello, entre los agradecimientos de los créditos finales, encontramos los nombres de Jim Henson, Hayao Miyazaki o Katsuhiro Ōtomo, entre otros, siendo la alucinógena El planeta salvaje (René Laloux, 1973) otra de las referencias estéticas declaradas para construir el aspecto visual de algunas escenas.
Un cuento de hadas para adultos
Vesper es una obra luminosa que desprende esperanza. Más allá de presentarnos un mundo lúgubre y en plena putrefacción con seres humanos malvados aprovechándose de los más débiles (se sugiere que tanto Jonas como el padre de Camellia son abusadores sexuales), la película finalmente apostilla una tesis halagüeña sobre la posibilidad de que llegue el cambio a través de nuevas generaciones que hallen una porvenir prometedor plantando una nueva semilla que provenga de la investigación de sus propias raíces. El paraíso lo tenemos aquí, esa es la moraleja. Se trata, pues, de ciencia-ficción humanista que medita sobre la sociedad que estamos construyendo/destruyendo en nuestro presente con evidentes conexiones con otra película europea reciente de ciencia-ficción, La tierra de los hijos (Claudio Cupellini, 2021).
Pero más allá de consideraciones sobre los temas implícitos en el argumento del filme, tratados con mayor o menos profundidad, lo que de verdad destaca en Vesper es el diseño visual de ese futuro ilusorio repleto de contrastes. Luz y oscuridad, lo mecánico y lo humano, certidumbre y desesperación, humanidad y naturaleza. A eso mismo juegan las distintas texturas propuestas por el director de fotografía Feliksas Abrukauskas para extraer belleza de la podredumbre o iluminar de distinta manera a algunos de los personajes que desfilan por pantalla (es evidente con Camellia). La ambientación estética acaba asumiendo las formas de un cuento de hadas para adultos con ogros humanos que, además, cuenta con la aportación de una espectacular banda sonora compuesta para la ocasión por Dan Levy.
Vesper es un filme de ciencia-ficción sorprendente e imaginativo en estos tiempos donde el género se encuentra infantilizado de mala manera. Es una propuesta sugerente con grandes hallazgos visuales y suficiente personalidad propia para trascender al paso del tiempo.
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