sábado, febrero 24, 2024

Crítica de ‘Battle: Freestyle‘: Una secuela tan innecesaria como carente de ritmo

Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Battle: Freestyle

En Battle: Freestyle, Amalie está eufórica porque han seleccionado al grupo de baile del que forma parte junto con Mikael para competir en París, pero el reencuentro con su madre la distrae. Lisa Teige (Skam) y Fabian Svegaard Tapia retoman sus papeles como Amalie y Mikael en esta secuela de Battle, dirigida por Ingvild Søderlind. Completan el reparto Ellen Dorrit Petersen, Morad Aziman, Georgia May Anta y Bao Andre Nguyen. La película se estrena en Netflix el 1 de abril de 2022.

La música como forma de vida

Netflix acostumbra a producir con bastante rapidez secuelas de sus películas de éxito, aunque curiosamente con Battle no parecían tener especial prisa. Han tenido que pasar más de tres años para que volvamos a ver en Battle: Freestyle lo que ha acontecido en la vida de la bailarina de ballet Amalie desde que descubrió el hip-hop, se enamoró de Mikael y tuvo que encontrar su propio camino. Puede parecer que no es tanto tiempo de espera, pero cuando hablamos de un drama juvenil, los actores y actrices pueden parecer demasiado mayores para seguir pudiendo identificarse con los personajes que pretenden mostrarnos.

En esta nueva entrega, desde su pisito de un dormitorio en Oslo, Amalie y su novio Mikael sueñan con su triunfo internacional en el gran mundo del baile urbano. Y cuando su compañía, Illicit, es seleccionada para competir en un célebre concurso parisino, por fin tienen su oportunidad. Pero entonces el grupo comprende que no tendrá posibilidades si no renueva su número. Entretanto, Amalie está distraída porque busca a su madre, de quien se distanció y que vive en París, donde dirige una escuela de danza.

La presencia escénica de Amalie se resiente cuando estropea los nuevos pasos del grupo y surgen tensiones en su seno. Cuando sus compañeros se le echan encima, se da cuenta de una verdad devastadora: ya no forma parte del grupo. Pero, mientras busca a su madre, descubre un club de baile clandestino donde se siente libre y puede reavivar su pasión por bailar. Dividida entre su amor por Mikael, el deseo de reencontrarse con su madre ausente y su pasión por el baile, Amalie deberá escoger. ¿En quién quiere convertirse?

Sin mucho que contar o, al menos, algo relevante que contar

A pesar de no haber progresado demasiado en su vida, Amalie esta vez no tiene que elegir entre dos estilos de baile, pero todavía vaga por el mundo sin rumbo, con la diferencia de que Noruega ha sido cambiada por Francia. Pero no solo han cambiado la localización, sino que también han eliminado el choque de culturas y el factor de la diferencia social, que era aún más importante en la primera parte, cuando nos mostraban cómo una chica de familia adinerada se encontraba en un entorno mucho más humilde.

En Battle: Freestyle el baile sigue teniendo mucho peso en la historia, pero el eje central vuelve a ser Amalie, quien ahora busca ser aceptada por su madre mientras encuentra algo que la apasione y despierte su interés en un momento de bajón anímico en lo personal y lo profesional. Es una base para cualquier historia de una película del paso a la madurez y de autodescubrimiento, y no es que aporte en exceso, pero tampoco se han esforzado en ello, dado que ni cuentan claramente los motivos por los que tiene tan mala relación con su madre, ni tampoco desarrollan el mal momento por el que pasa su relación con Mikael. Demasiados son los temas en los que no se profundiza, siendo tratados superficialmente y con una buena dosis de clichés.

Más que contar algo, lo que quieren es mostrarlo, aunque para una película de este género deberíamos tener aún más números musicales, pero las escenas de baile son cortas y sin emoción alguna, reflejando de mala gana la pasión de estos jóvenes. Eso no quita que tengamos algunas buenas actuaciones de baile, en concreto al final, pero no tienen el suficiente impacto en comparación con otras películas que tratan las peleas de baile.

Battle: Freestyle continúa la historia del drama juvenil de baile Battle, pero no había necesidad para ello, con una ausencia total de profundidad en los personajes, una carencia de desarrollo en la historia y unos números musicales más pobres que los de su predecesora. Ni para pasar el rato.


¿Qué te ha parecido la película?

Battle: Freestyle

4

Puntuación

4.0/10

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