Las críticas de David Pérez «Davicine»:
365 días: Aquel día
Laura y Massimo vuelven más fuertes que nunca, pero las ataduras familiares de Massimo y un misterioso hombre que quiere conquistar a Laura complican su relación. Anna-Maria Sieklucka y Michele Morrone retoman sus papeles en la segunda entrega de este drama erótico. Dirigida por Barbara Bialowas y Tomasz Mandes, 365 días: Aquel día cuenta también en su reparto con Simone Susinna, Magdalena Lamparska, Otar Saralidze, Ewa Kasprzyk, Dariusz Jakubowski, Ramón Langa y Natasza Urbańska. La película se estrena en Netflix el 27 de abril de 2022.
De la obligación al amor
365 días es un drama erótico basado en el bestseller «365 dni», de Blanka Lipinska, que tuvo un gran éxito en Netflix, y en el que una mujer cae en las garras de un jefe de la mafia que la encierra y le da un año para que se enamore de él. En 365 días: Aquel día la historia continúa donde lo dejó su predecesora, volviendo Laura y Massimo (y más fogosos que nunca). La pareja se casa, pero Laura no es feliz viviendo una vida restringida debido a la amenaza de un clan rival de la mafia que conocimos en la película anterior. Vivir una vida protegida no es para ella, por lo que Laura y Massimo comienzan a tener problemas maritales tan pronto se casan. El nuevo comienzo de la pareja se complica por los lazos familiares de Massimo y por un hombre misterioso que irrumpe en la vida de Laura para conquistarla y ganarse su confianza a cualquier precio.
Con esta premisa arranca esta secuela, intentando ir más allá de una mera exhibición de cuerpos de sus protagonistas principales y un erotismo forzado, aunque, por desgracia, poco tardamos en darnos cuenta que todo es predecible y no han querido esforzarse demasiado en el guion. Como buena ampliación de lo que conocemos, esta nueva entrega incorpora nuevos protagonistas, como un nuevo «jardinero» llamado Nacho, que más bien parece un modelo de ropa interior o de cualquier anuncio de colonia, interpretado por Simone Susinna para hacer fibrilar a los espectadores con sus abdominales, a quien seguramente contratarían al ver su Instagram sin necesidad de realizar una audición. Este personaje es contratado por Massimo y es motivo de atracción no sólo del público, sino también de Laura, con quien tiene algunas conversaciones absurdas y forzadas tan sólo para mostrarnos a ambos en pantalla, presentándose a ella como un nuevo jardinero, y acto seguido preguntando Laura «¿Cuánto tiempo llevas trabajando para mi esposo?». Obviamente, más que error de guion podría parecer un error de atención del personaje, centrada más en el físico de él que de lo que comenta, pero viendo que los errores continúan, queda claro que se han esforzado poco en el guion.
¿Actuar? Para qué, si pueden posar
365 días: Aquel día es lo que llamamos un placer culpable, una de esas películas que muchos espectadores verán sin importar su bajo nivel de guion pero con especial atención por el alto nivel de calentamiento, especialmente por servir como portafolio de los actores principales, ya que la mayor parte del tiempo tenemos a Laura, Massimo y Nacho posando, incluso mientras duermen, lo que es todo un alarde de habilidad, dado que cuando yo duermo se me cae la babilla y adquiero posiciones inverosímiles y poco sensuales, pero Anna Maria Sieklucka como Laura es capaz de parecer que posa para una sesión de lencería mientras duerme. Pero no sólo ella luce palmito, dado que a los actores masculinos, interpretados por el citado nuevo fichaje Simone Sussinna y el ya conocido de la primera entrega Michele Morrone, probablemente se les pidió que fueran en pantalla lo más masculinos que pudieran, y no paran de poner sus músculos en tensión y mostrar gestos de tipo duro pero sexy.
Si algo no podemos negar, es que el casting (si hubo, y no fue sólo ver sus redes sociales) ha sido realizado con la clara intención de mostrar actores y actrices atractivos en pantalla todo el tiempo, incapaces de un mal gesto o una postura natural, y ni siquiera se les exige que saquen su parte de interpretación más dramática, pues ni durante las escenas más tristes pueden dejar de coquetear entre ellos, demostrando que en esta saga de películas no hay espacio para la tristeza, y siempre debes lucir tu mejor sonrisa como si estuvieras en una sesión de fotos.
Una trama por y para el lucimiento
Si el reparto ha hecho su trabajo, pues claramente se muestran en pantalla tal y como se les ha pedido, no hay duda que los guionistas no han querido arriesgar y han repetido todo lo que hizo de su predecesora un éxito, pues se han agarrado como si no hubiera un mañana a su idea de ponernos gente atractiva «actuando» de forma muy fotogénica al ritmo de la banda sonora de la película, la cual tampoco es que haya sido excesivamente bien seleccionada, pareciendo una playlist aleatoria de música ambiental y de fiesta sin relación con las escenas.
No voy a adentrarme en detalles de la trama, pues a poco que se diga de las relaciones entre Massimo, Laura y Nacho se eliminaría la sorpresa, aunque tampoco creo que hiciera mal a nadie contando el final, pues no se ve 365 días: Aquel día por su trama. Pero si alguien ve la película y espera algo de coherencia y un final digno, la decepción está asegurada, y no sólo por cómo evolucionan los acontecimientos, sino por la falta de erotismo real en las escenas, con poca química entre los actores aunque sí mucha física.
365 días: Aquel día no defraudará a los fans de 365 días, lo que no es para tirar cohetes pero al menos sabemos que si se llega a ella para disfrutar de un placer culpable, vamos a conseguir nuestro objetivo. Quienes vieron 365 días, a buen seguro repetirán con este nuevo plato que debe servirse… caliente.
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