En todas las ramas artísticas ha habido improvisaciones, quizá en la música es donde tenga mayor historia, aunque es en el teatro donde se origina la improvisación en el mundo de la representación, haciendo como una regla obligada el que un actor supiera improvisar.
Históricamente se podría dar su origen concreto alrededor de 1897, cuando Konstantin Stanilavski intentaba determinar como una persona podría llegar controlar ciertas emociones en momentos precisos.
De esta manera, las grandes improvisaciones de los actores han sido los sellos de muchas películas, siendo en algunos casos la marca por la cual se conoce la película e incluso momentos que serán repetidos hasta la saciedad por los fans de estas. Esto sucede por ejemplo con el «shshsh» de Anthony Hopkins en El silencio de los corderos o el «You talking to me?» de Robert De Niro en Taxi Driver.
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