Bienvenidos a este especial sobre la música del cine de la Segunda Guerra Mundial. Posiblemente el conflicto armado más importante y evocador de los últimos siglos, su influencia en el séptimo arte es innegable. A lo largo de la próximas semanas vamos a repasar algunas de las obras más importantes de este subgénero fijándonos en su música.
Bajo este denominador común directores de renombre iniciaron sus carreras mientras otros se consagraron, y lo mismo sucedió con muchos actores. Por poner un ejemplo, tanto los primeros pinitos de importancia de Steve McQueen como algunos momentos de gloria de David Niven sucedieron entre bombas y campos de concentración.
Del mismo modo, la música que acompañaba a estas producciones fue evolucionando y ganando en importancia hasta convertirse en una parte integral y fundamental de algunas de ellas. Resulta interesante observar la evolución de este subgénero musical en las bandas sonoras, pareja a la temática y la complejidad argumental de las producciones a las que acompañaba.
La historia del cine bélico ambientado en la Segunda Gran Guerra arranca pareja al conflicto. Si bien las primeras producciones eran poco más que panfletos propagandísticos interpretados para el público, pronto los grandes estudios advirtieron el potencial de explotación de la temática. La música de estas producciones mantuvo los mismos cánones de creación durante bastantes años, paralelos a la estructura de las historias que se contaban
Entre las primeras películas de renombre, allá por 1940, encontramos The Long Voyage Home (Hombres Intrépidos), de John Ford y El Gran Dictador, delicioso alegato antibelicista de Charles Chaplin. La primera, por la que Richard Hageman obtuvo una nominación a mejor banda sonora en 1940, podría servirnos para ilustrar el punto de partida de las composiciones de este subgénero; orquestación clásica y figuras de corte militar repetidas en momentos puntuales según transcurre la acción. En el caso de la película de Chaplin, la banda sonora es el elemento que mantiene y articula la película y siendo más un guión que una composición sinfónica instrumental.
Hay mucho más que decir sobre la música de la Gran Guerra, grandes clásicos que repasar y emociones que revivir. Pero esa, amigos, es otra historia.
¡Hasta pronto!