Hay ocasiones en las que damos noticias de estrellas que nos han dejado, pero normalmente consecuencia de las leyes de la naturaleza humana, por edad o por enfermedad, por ejemplo. Otras veces hablamos de estrellas que se jubilan a una edad más que adecuada, aunque en Hollywood ya no hay una jubilación definitiva, pues son muchas los actores que regresan pasado un tiempo, bien protagonizando una película o bien en un mero cameo. Pero pocas veces hablamos de un actor que se retira a una edad temprana y por motivos tan peculiares como el que aquí os vamos a comentar.
Tony Jaa, conocido por sus habilidades a la hora de repartir tortazos, y protagonista de Ong Bak, entre otras, no ha llegado a dar el salto definitivo a Hollywood y ha decidido dejar la industria cinematográfica. Según indican diversas fuentes, el pasado viernes 28 de mayo se montó en un elefante en dirección a un templo budista en Surin, Tailandia, donde se afeitó la cabeza, tomó los votos, y fue ordenado oficialmente como un monje budista.
La verdad es que no era un gran actor, pero sí que nos sorprendió con el tipo de coreografías con las que nos deleitaba, tan pocas veces vistas en el cine, y con las grandes dosis de codazos, rodillazos y golpes imposibles con los que saturaba sus películas. Sin haber estudiado interpretación sólo necesitó demostrar sus habilidades marciales para abrirse un hueco en el corazón de los amantes de este tipo de películas. Aunque la noticia de su «jubilación» no nos coge por sorpresa, pues durante el rodaje de Ong Bak 2, la cual dirigió él mismo, hubo multitud de rumores sobre el actor, como por ejemplo que sacrificaba pollos antes de cada día de rodaje, y finalmente se derrumbó bajo la presión, desapareciendo durante un par de meses para practicar mágia negro en los bosques de Camboya.
Pasado un tiempo, trajeron de vuelta al actor y en la televisión apareció llorando y asegurando que completaría la película, pero a pesar de todo, empezó a recibir demandas y acabó siendo secuestrado por un grupo de hombres que trabajaban para una de las productoras implicadas en la película. No obstante, pronto volvió a aparecer y se refugió en una comisaría, donde más tarde se reunió con una persona responsable de la productora y acordó dividir Ong Bak 2 en dos películas para que la empresa pudiera recuperar sus costes.
En estos momentos, Jaa ha concluido el rodaje de Ong Bak 3 y ha decidido alejarse de todo el caos para convertirse en un monje. Aunque ya se sabe que el actor no permanecerá allí de por vida, y casi seguro esté durante los diez años que tenía acuerdo con la productora con la que ha tenido problemas. Esperemos que se pronto y haga lo que mejor sabe hacer, sin tantas historias raras por detrás.
Fuente: TwitchFilm