La productora FilmEngine se ha hecho con los derechos de una historia de Lionel Grandison, quien investigó las causas de la muerte de la estrella de cine, aprovechando su condición de asistente del médico forense a cargo. La investigación determinó que se había suicidado, pero por presiones, según sugiere la historia, porque había sospechas de asesinato.
Marilyn fue encontrada muerta en agosto de 1962 en el cuarto de su casa en Brentwood. Los restos de barbitúricos en el estómago y la sangre de la actriz indicaban que había muerto por sobredosis de pastillas. Aunque no falta quien sospechaba que la actriz había sido asesinada por su estrecha relación con los hermanos Kennedy.
Con la nueva película sobre la estrella llegaría por primera vez al cine la hipótesis de Grandison, uniéndose así a las obras escritas que abordan las investigaciones sobre la muerte del ícono de Hollywood.
Fuente: El Mundo