Las críticas de Laura Zurita:
A Working Man
Levon Cade, un ex agente de operaciones especiales que busca una vida tranquila como obrero de la construcción para estar cerca de su hija, se ve arrastrado de vuelta a la violencia cuando la hija de su jefe es secuestrada por una red de tráfico de personas, desatando su implacable sed de venganza.
A Working Man está dirigida por David Ayer, sobre un guion del propio director junto a Sylvester Stallone, adaptando la novela «Levon’s Trade» de Chuck Dixon. Está interpretada por Jason Statham, Jason Flemyng, Merab Ninidze, Maximilian Osinski, Cokey Falkow, Michael Peña, David Harbour, Noemí González, Arianna Rivas, Emmett J. Scanlan y Eve Mauro. La película se estrenó en España el 28 de marzo de 2025 de la mano de Warner Bros Pictures Spain.
No es original, pero funciona
A Working Man, nos presenta una historia protagonizada por Levon Cade, un ex agente de operaciones especiales que anhela una existencia apacible, trabajando en la construcción con la firme intención de ser un buen padre para su hija. Sin embargo, la tranquilidad se desvanece cuando la hija de su jefe, a quien considera casi como familia, es secuestrada por una red de tráfico de personas. Ante esta terrible situación, se enfrenta a una elección crucial: dejar a la joven a su suerte o desempolvar su antigua identidad e intentar rescatarla.
A Working Man es un thriller de justicieros puro y duro, un género que goza de gran popularidad en el mercado estadounidense, donde la venganza está servida a través de una sucesión de peleas que van escalando en espectacularidad y en la contundente descarga de puñetazos, disparos y un imparable in crescendo de combates que culminan en un enfrentamiento que bien podría definirse como un Armagedón terrenal.
La película encuentra una clara fuente de inspiración en Venganza (Pierre Morel, 2008) y su estética evoca poderosamente el ambiente estilizado y oscuro de la saga de John Wick, aunque no alcance el mismo nivel de refinamiento visual que sus modelos. Otro referente es Beekeeper: El protector (2024), en la que Ayer, como director, y Statham, como actor, ya trabajaron juntos.
Supersoldado vengador
A Working Man no es, ni busca erigirse como, una obra original y rompedora dentro del género. La premisa que plantea es simple y fácilmente predecible, y no duda en recurrir a los sospechosos (tópicos) habituales de este tipo de producciones. Los personajes hispanos se presentan integrados en familias numerosas que parecen vivir en un constante estado de reunión familiar en el hogar; los villanos rusos se comunican entre sí en un inglés forzado con marcado acento y caen abatidos en cantidades industriales; y el protagonista se nos muestra como un auténtico supersoldado que deja en ridículo las habilidades combinadas del Capitán América y el Soldado de Invierno.
A eso, se añaden además los arquetipos clásicos de los justicieros, el héroe implacable, pero honrado, su familia amenazada, una legión de malvados sin escrúpulos y la damisela en apuros, que en este caso, con el signo de los tiempos, resulta ser una joven con recursos y determinación.
A Working Man se apoya en la carismática presencia de Jason Statham, cuya imponente figura llena la pantalla, y en secuencias de acción coreografiadas con eficiencia y espectacularidad. La trama, presenta al héroe solitario que se enfrenta a una legión aparentemente interminable de villanos a cuál más despiadado a modo casi de videojuego.
Mucha acción, pero poca profundidad psicológica
A pesar de su falta de originalidad, A Working Man cumple con creces lo que promete: una dosis de violencia espectacular y un entretenimiento directo que el público aficionado al género sabrá apreciar. Curiosamente, Statham, en los momentos en que su personaje no está desatando una tormenta de golpes, proyecta un atractivo sobrio y misterioso, una seriedad magnética que despierta en el espectador un deseo de conocer algo más de ese hombre que no sean sus peleas.
A Working Man se centra casi de forma exclusiva en la cruzada vengativa de Levon Cade, dejando poco espacio para el desarrollo del resto de personajes. La pantalla se encuentra abarrotada de villanos de toda calaña, desde el secuaz más básico y desechable hasta aquel que podría haber resultado sofisticado si el guion le hubiera concedido algo más de profundidad, pero tanto buenos como malos se quedan en apuntes para soportar la acción.
En definitiva, A Working Man es un thriller de acción sin pretensiones que ofrece exactamente lo que promete, y bebe de clichés ochenteros y de otros thrillers de justicieros. La película ofrece una violencia espectacular y entretenimiento palomitero para fans del género, con un Statham carismático dentro de una trama simple llena de personajes tópicos.
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