Las críticas de Laura Zurita:
Maigret
Paris, década de 1950. El cuerpo de una hermosa joven vestida con un elegante traje de noche aparece en mitad de una plaza. El célebre inspector Jules Maigret se encarga de investigar el caso, pero le resulta imposible identificar a la víctima, ya que absolutamente nadie parece haberla conocido ni recordarla. En el transcurso de sus indagaciones, el camino de Maigret se cruza con el de Betty, una joven delincuente con un parecido sorprendente con la víctima. Todo ello despierta en Maigret el recuerdo de otra desaparición mucho más antigua e íntima.
Maigret está dirigida por Patrice Leconte, e interpretada por Gérard Depardieu, Aurore Clément, Mélanie Bernier y Anne Loiret. La película se estrena en España el 27 de mayo de 2022. La vimos en un preestreno organizado por los cines Verdi en colaboración con BCN Film Fest y la distribuidora, Selecta Visión.
Célebre personaje de Georges Simenon
Maigret es probablemente el personaje favorito del autor belga Georges Simenon, tanto entre sus lectores como entre los espectadores de sus múltiples adaptaciones tanto para la gran como para la pequeña pantalla. Jules Maigret, o simplemente Maigret, es un detective de policía francés ficticio, un comisario («commissaire») de la Brigada Criminelle de París (Direction Régionale de la Police Judiciaire de Paris: 36, Quai des Orfèvres).
Conocidos y amigos lo llaman simplemente Maigret; Hasta su esposa, un personaje entrañable que presta luz a las horas bajas del comisario, lo llama por su apellido. El comisario es un investigador minucioso, que procura ponerse en el lugar de la víctima para obtener informaciones y pistas. Resuelve sus casos con ayuda de una extensa labor policial, atención a los detalles y una inagotable paciencia. A Maigret no le gustan, según sus propias declaraciones, las películas policíacas, con tanta acción y tantos tiros, porque sabe que la realidad es otra, más aburrida, aunque a veces terrible. Pero Maigret es, sobre todo, un buen hombre, compasivo y honesto, aunque adusto, y valora en grado sumo el bien de sus semejantes, tanto o a veces más que el concepto abstracto de justicia.
La edad pasa factura
En Maigret (adaptación de la novela «Maigret y la joven muerta», 1955) la edad empieza a pesarle a Maigret. Está mayor, mermado de fuerzas y cansado. De hecho, en la película ese cansancio parece extenderse a todo París, que aparece gris y apagado, triste y sucio. La trama policial va progresando en el ritmo tranquilo y pausado habitual en Maigret, y, en realidad, resolverlo no es lo más importante de la película. El asesinato de la muchacha sirve para descubrir un mundo sórdido y oscuro, un lado siniestro de la sociedad, que devora y escupe a jóvenes como la muchacha asesinada. Encontrarse con este turbio ambiente y sus víctimas va ensombreciendo aún más el ya melancólico estado de ánimo del protagonista.
Dicho esto, el caso policial está bien narrado, y es verosímil a la par que conmovedor. Resulta aún más inquietante porque es algo que podría suceder a nuestros amigos, vecinos o hijos. Patrice Leconte ya ha demostrado de sobra su capacidad de poner en relieve el lado humano, de sus personajes, sus luces y sus sombras, sin aspavientos, y esta capacidad ha profundizado con el tiempo. Aunque contada en voz baja, la historia de corrupción y bajas pasiones es como una carga de profundidad e impacta mucho más que otras, más someras, que se difunden a gritos entre escenas de acción.
Elegir a Gerard Depardieu para dar vida a nuestro protagonista es todo un acierto. El físico poderoso del actor se imbuye de dignidad y bonhomía, y su evidente sobrepeso casa perfectamente con la edad y el cansancio del inspector. Con su aire imponente, sus anchas espaldas y sus andares pesados, a los que se añaden en proverbial bombín y el abrigo grueso, tiene el físico perfecto para el papel (con mucho dolor, Maigret tiene que despedirse de su otrora sempiterna pipa). Depardieu, él mismo de vuelta de un momento personal bajo, sabe representar esa tristeza honda e imborrable del hombre que es muy consciente de sus errores, y que tiene muy claro que sus mejores días ya han pasado.
En resumen, Maigret es una historia clásica contada con talento que discurre en un París melancólico. La ilumina la impresionante actuación de un enorme Gerard Depardieu.
¿Qué te ha parecido la película?
Totalmente de acuerdo Laura, Patrice Leconte ha tomado el personaje de Maigret y lo ha hecho suyo sin perder el respeto al espíritu de Simenon. Una película clásica en el buen sentido donde lo importante es la trama (que fluye perfectamente) y los personajes, fundamentalmente el protagonista interpretado como bien dices por un excepcional Depardieu.
Es muy de agradecer que se recuperen este tipo de personajes y se mantenga el foco en lo importante y no en el artificio, cosa que hicieron Guy Ritchie con sus dos insoportables películas sobre Sherlock Holmes y, más recientemente, Kenneth Branagh con sus ampulosas, largas y aburridas películas de Hercules Poirot: Asesinato en el Orient Express y Muerte en el Nilo.
Este es el Maigret de Patrice Leconte, sí, pero sigue siendo también el Maigret de Simenon. Una película fantástica con una duración muy agradecible (89 minutos). Otro punto a favor de Leconte.
Gracias por tu comentario.
Ciertamente, una película clásica no quiere decir ni anticuada ni aburrida, se puede actualizar una historia sin distorsionarla ni firvolizarla, Y Leconte lo hace de manera elegante.