martes, marzo 19, 2024

Crítica de ‘Cuentos al caer la noche‘: Pasando miedo en familia

Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Cuentos al caer la noche

Cuentos al caer la noche es una fantasía con sustos para toda la familia basada en la famosa novela y producida por el maestro del terror Sam Raimi. En ella, Alex, un fan de las historias de miedo, debe contar un cuento aterrador cada noche… o acabará encerrado para siempre con su nueva amiga en el piso mágico de una bruja. Dirigida por David Yarovesky, cuenta en su reparto con Winslow Fegley, Lidya Jewett y Krysten Ritter. La película se estrena en Netflix el 15 de septiembre de 2021.

Miedo para los más pequeños y no tan pequeños

Normalmente, el género de terror no suele ser la primera opción en la que piensan los cineastas cuando hacen películas para niños, aún más cuando los padres suelen evitar que sus hijos vean este tipo de películas para proteger las noches de los pequeños y evitar que tengan pesadillas. Curiosamente, la película, escrita por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis, está basada en un libro de J. A. White, que aparentemente es una especie de libro para niños, y por tanto podríamos pensar que Cuentos al caer la noche es un tipo de Creepshow para niños, pero para nada se contenta con ser eso, sino que es una película más extraña que trata temas como el abuso infantil y tiene criaturas bastante aterradoras, quizás excesivamente oscuras para los más pequeños.

En la película, Alex (Winslow Fegley), un niño obsesionado con las historias de miedo, está atrapado en el apartamento mágico de una bruja malvada (Krysten Ritter). Cada noche, debe contarle una historia de terror si quiere seguir con vida. Cuando conoce a otra prisionera, Yasmin (Lidya Jewett), ambos empiezan a buscar la manera de escapar.

No es fácil que las palabras cobren vida

Del papel a la pantalla queda claro que el resultado puede diferir en exceso, y lo que resulta fácil y ligeramente terrorífico para los lectores más jóvenes, traspasado a imágenes puede provocar más de una pesadilla, pero en este caso ayuda a que el espectador, de la edad que sea, tenga más de un sobresalto durante su visionado.

Puede que la película sea confusa, e incluso algo desagradable para las jóvenes mentes de muchos espectadores, pero la forma de plantear la historia y su estructura ayuda a neutralizar una gran parte de los miedos que pueda provocar, siendo básicamente una versión más lúgubre de Hansel y Gretel, cuento al que también se hace referencia varias veces en la película.

Claramente, esta película enlaza con el miedo de los niños al centrarse su trama en un niño obsesionado con las historias de miedo. Su protagonista es puesto a prueba y se ve arrastrado hacia las historias que tanto adora pero que había prometido que dejaría atrás. Mientras que el protagonista quería dejar atrás su pasión, la película incita a los más pequeños a mostrar interés por las historias de terror, con buenos sustos para su audiencia joven, pero no se olvida de los adultos incorporando una historia lo suficientemente interesante como para mantenernos enganchados, y es que en el fondo todos hemos sido alguna vez como el protagonista.

Producida por Sam Raimi, quien tiene a sus espaldas algún que otro clásico como Posesión infernal o Terroríficamente muertos, podríamos ver Cuentos al caer la noche como una versión infantil de sus escalofriantes películas, respetando muchos aspectos de las mismas, como los lugares encantados y los libros mágicos, pero lo que no tenemos es el toque payaso de Terroríficamente muertos, aunque su protagonista adulta hace que la historia alterne el miedo con el entretemiento.

Una gran villana vestida para la ocasión

El reparto, encabezado por Winslow Fegley, Lidya Jewett y Krysten Ritter, es perfecto para la historia, destacando la actuación de Ritter como Natacha, quien demuestra que sabe como interpretar un personaje con un toque oscuro, se nota que disfruta con el papel que tiene entre manos, y se muestra muy natural como una bruja que adora torturar a los niños.

Pero el principal protagonista de la historia es el joven Alex, interpretado por Winslow Fegley, que se muestra realmente cómodo y dinámico con sus diálogos, capaz de pasar de la angustia a la emoción con facilidad, pero sin dejar de recalcar que no deja de ser un niño, al que ha atrapado una bruja, y por tanto es vulnerable.

Alex no es el único prisionero de Natacha, dado que también nos encontramos a Yasmin, interpretada por Lidya Jewett, un personaje complementario a Alex con quien traman un plan para escapar de la malvada Natacha, aunque sencillamente cumple con su función en esta historia que mantiene un número muy reducido de personajes para poder desarrollar y desentrañar mejor los misterios detrás de cada uno de ellos.

La película combina el trabajo de efectos digitales con efectos clásicos, y cuenta con un fantástico diseño de decorados y de vestuario que nos evoca a un oscuro cuento de hadas. Si Ritter hace un gran trabajo interpretativo, no menos fantástico es su diseño de personaje, luciendo un peinado en tonos azules, con maquillaje elegante y un toque refrescante en su look malvado. Tanto vestuario como maquillaje sacan a relucir lo mejor de este personaje con más de un rostro.

Cuentos al caer la noche es una película atractiva visualmente, con una historia bien dirigida, una gran ambientación, y un buen desarrollo en sus personajes, a la que solo se le puede echar en cara su ritmo, pero que no desmerece para nada su visionado.


¿Qué te ha parecido la película?

Cuentos al caer la noche

6

Puntuación

6.0/10

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