Las críticas de Óscar M.: El desconocido
El cine proporciona, a veces, esa pequeña satisfacción de mostrar en pantalla los actos que todos deseamos poder realizar en algún momento de nuestras vidas para obtener la recompensa que creemos merecer o simplemente poder alcanzar nuestros propósitos, independientemente de las consecuencias posteriores.
El desconocido pone imágenes a la fría y cruda realidad que puebla los telediarios nacionales y a la realidad de muchas familias que, con más o menos posibilidades económicas, han perdido sus ahorros (y, por extensión, sus hogares) por confiar en las entidades financieras (las cuales, en definitiva, son una empresa que sólo quiere obtener beneficios y los consigue a costa de destruir vidas y familias enteras).
Mucho mejor que una película «basada en hechos reales», El desconocido crea una versión cinematográfica de la realidad, creando una situación perfectamente real y posible sin recurrir a las noticias de los telediarios, y con una historia infinítamente más fílmica que las aburridas e innecesarias adaptaciones de Madoffs o Bárcenas, donde se ensalza la figura del corrupto y el estafador, otorgándole un papel principal de víctima.
El desconocido lo tiene fácil para destacar y señalar a los culpables de dicha situación, los cuales han salido y continuarán saliendo libres, indemnes y sin responsabilidad de engañar y timar al prójimo, es el timo de la estampita adaptado a las nuevas tecnologías. Porque por muy adultos que nos creamos, todos conservamos ese sueño infantil del negocio redondo que nos aporta mucho dinero y de forma rápida, como el caso de los sellos (otra estafa piramidal de la que casi no hay culpables y, mucho menos, responsables que cumplan condena por sus demostradas fechorías).
El guión es tan realista hasta un punto inimaginable, cuando el personaje interpretado excelentemente por Luis Tosar no duda en continuar estafando a sus clientes para salvar su cuello y el de sus hijos, una medida desesperada, pero que ejemplifica fielmente las artimañas para «robar» a los clientes que emplearon en los bancos para mantener los puestos de trabajo hace pocos años.
A pesar de su irregular y contradictorio final (no hay que olvidar que es una película y siempre queremos que el malo pierda y que el bueno gane, aunque, en esta ocasión, los papeles estén intercambiados y la línea que separa la inocencia de la culpabilidad sea tan débil y fina),
El desconocido tiene un brillante guión y una realización excepcional, con planos muy cinematográficos y unas escenas de acción que llegan a ser apabullantes, con diálogos superpuestos y acciones a diferentes niveles que aportan más realismo, si cabe, al guión y con unos medios que no tienen nada que envidiar a otras producciones americanas.
De hecho, tiene un guión tan trabajado que podría pasar perfectamente por uno firmado en Estados Unidos (Alberto Marini es responsable del guión de Mientras duermes, también con Tosar, la adaptación de Extinction y próximamente debutará como director con Summer camp) y, aunque esté interpretado por actores españoles, tiene una fotografía muy peculiar (que recuerda a El niño, donde también está Tosar), alejada de las producciones televisivas rodadas con cámaras digitales donde todo es el «Festival del pixel» y la alta definición.
A nivel interpretativo, Luis Tosar ya ha demostrado lo excelente actor que es y la naturalidad con la que da vida a los personajes. Puede hacer de conserje en Mientras duermes, de convicto en Celda 211 o de policía en El niño, que siempre está más que correcto y hace creíble sus personajes. Casi están a su mismo nivel su hija en la ficción, Paula del Río, y Elvira Mínguez, que están muy por encima del pequeño, de Fernando Cayo o de Javier Gutiérrez (un error incluirlo en la campaña publicitaria, puesto que su aparición impactaría más en el espectador).
La omnipresente música remarca las escenas de acción, que parecen sacadas de Última llamada o Deja vu y no tienen nada que envidiar a éstas (no en vano el director agradece a Tony Scott su contribución al género de acción) y hasta hacen que nos olvidemos de los pequeños errores de continuidad tontos (como las machas de sangre del móvil, un fallo bastante estúpido y de principiante, dado que se ven en primer plano).
Dani de la Torre debuta por la puerta grande con El desconocido, una imprescindible cinta de acción que hará las delicias del público más exigente y removerá las conciencias de los estafadores que pueblan nuestro país.
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Quiero verla, seguro que Tosar como siempre bien.
He vuelto a verla y me he hundido con mi opinión sobre ella. El guión es muy irregular, muy arrítmico, y los secundarios son exageradamente típicos, previsibles. La fotografía y los colores de la película muy bien, pero no levantan una historia y un final inevitables
Tiene incongruencias para parar un tren. Hago spoilers:
-La madre diciéndole al protagonista "quién te ha dado este teléfono"? (refiriéndose al número de teléfono de su amante. Vamos a ver mujer, lo tiene tu hija. Agua y en botella.
-NADIE creyéndose la versión de él. Pero vamos a ver, no véis que habla con alguien al pinganillo? Pues nada, todos entran en una especie de escepticismo ABSURDO. Él no tiene ningún motivo real para llevarse a los hijos, y su comportamiento es de lo más extraño, se le ve con un pinganillo y hablando constantemente. . Pues nada, él es el culpable porque sí. Vaya panda de polis inútiles, ¿no? , y como a los 40 minutos una persona dice "oh, habla con un pinganillo y quizás no es él…"
-Cuando explota el primer coche, ¿a nadie se le ocurrió pensar que estaba relacionado? ¿Tantos coches explotan diariamiente porque sí? Si su móvil era suicidarse con sus hijos, ¿por qué ha explotado otro coche? El único intento es alguien diciendo: "y el coche que ha explotado esta mañana?" y alguien diciendo "aún no hemos identificado a las víctimas para ver si tenían alguna relación con él". Pero VAMOS A VER, aunque no las hayáis identificado, ¿NADIE MIRÓ LA MATRÍCULA? Con eso averiguas al dueño del móvil y ves la relación laboral/de amistad que tenía la víctima de la primera explosión con el protagonista.
-Según los policías, no tenía llamadas. Vale que no la hayáis registrado, pero es IMPOSIBLE salvo previa manipulación, y NADIE tocó ese móvil, que no aparezca la llamada, aunque sea sin identificar, registrada en el registro de llamadas.
-Dejan al "malo" que se acerque al protagonista COMO SI TAL COSA. Vale que los polis creyesen que era su hermano porque él lo dijo, pero… ¿no le piden identificarse? ¿A cualquier civil le dejarían acercarse diciendo cualquier estupidez sin identificarse? No es nada creíble. Por no hablar de que no para de hacer movimientos extraños, incluso la hija levanta la compuerta del airbag a petición de él, y la policía, que está prácticamente enfrente, NO HACE NADA ni le extraña un ápice.
-Al principio de la película, el padre le pide a la hija que escriba a su madre contándole lo ocurrido, para a continuación llamar a su madre. Porque al final la hija no escribió a su madre pero, ¿no se le ocurrió pensar que si se lo cuenta a la madre de los niños, al coger ésta la llamada, hubiese delatado que había recibido el chivatazo (diciendo algo así como "qué es eso de una bomba????", cuando el desconocido le EXIGIÓ que no se lo contase a nadie).
-LLuis Tosar me parece un actor bastante sobrevalorado. Se mantiene prácticamente impasible muchas veces, con todo lo que le está cayendo.
Tiene tantas incongruencias y absurdeces, que cuesta tomársela en serio. Eso sí, es muy intensa y se pasa un buen rato. Pero no entiendo las excelentes críticas que ha tenido.