Las críticas de Óscar M.: Operación U.N.C.L.E.
La siempre recurrente opción de adaptar a la gran pantalla una serie de televisión ha dejado películas para salir del paso (como el caso de Expediente X), olvidables tropiezos (como el de Los vengadores o Superagente 86) y magníficos inicios de franquicias (como la saga Misión Imposible).
A pesar de que esta última llegó a las pantallas de televisión después de la serie original, llamada El agente de C.I.P.O.L. (que se emitió en la década de los sesenta durante cuatro temporadas), Operación U.N.C.L.E. llega ahora a las salas de cine para recuperar el espíritu del cine de suspense y las aventuras de agentes secretos que ya ha explotado la saga de Paramount que ha estrenado este mismo verano su quinta entrega.
La película se ambienta en la época de la guerra fría y en plena era del terror nuclear (evitando de esta forma alejarse demasiado de la serie original y acercarse peligrosamente a la franquicia protagonizada por Tom Cruise o a la saga de James Bond, ambas situadas temporalmente en el momento actual), excusa perfecta para que Guy Ritchie aporte el brío y la acción a una película que, aunque los tiene, no necesita de grandes alardes visuales para ganarse el favor del público.
Un guión simple (aunque sólido) que desarrolla una película común de espías, entretiene y atrapa al espectador en un mundo de lujo y peligros innumerables, apoyándose con soltura en las interpretaciones de unos actores masculinos (Henry Cavill y Armie Hammer) que aprueban con matricula de honor, y que explotan al máximo tanto su lado cómico (impagable la constante medida de miembros durante todo el metraje) como su enfrentamiento físico.
Alicia Vikander (que interpreta a la chica centro de la trama) tarda en destacar interpretativamente (todo lo contrario que físicamente, donde un simple cambio de vestuario provoca el interés del público) y puede llegar a desconcertar, algo que se subsana según avanza la trama. Mientras que Elizabeth Debicki está deslumbrante de principio a fin: asombrosa, exquisita y que con muy poco esfuerzo consigue lucirse en cada escena.
Con una trama fácil de seguir y que se deja de complicaciones técnicas o verborrea innecesaria, Ritchie puede dedicarse a lo que más le gusta y no defrauda a la hora de ofrecer un montaje con una acción que no decae en ningún momento (aunque llegue a abusar de los microflashbacks) y que utiliza la música (otra marca del director), tanto las canciones como las adecuadas composiciones instrumentales de Daniel Pemberton, como base para las imágenes, logrando una perfecta sincronización entre imágenes, argumento y temas musicales.
Pantallas partidas, acción a varios niveles y con diferentes planos, el director no escatima a la hora de resumir la trama y hacerla tan ágil y rápida que el espectador sólo puede mantener los ojos abiertos y disfrutar de un espectáculo que recuerda a la saga Ocean’s eleven y que hace que las tediosas y comunes escenas de disparos y peleas pasen tan rápido por la retina que dan ganas de volver a verlas a cámara lenta.
Pero de nada hubiera servido todo lo anterior si la ambientación histórica no estuviera perfectamente al servicio de la historia (con insertos de imágenes históricas), el diseño de producción no fuera deliciosamente perfecto o el rodaje no se hubiera llevado a cabo en escenarios reales (aunque sea más que evidente el uso de pantalla azul). Los efectos visuales vuelven a ser parte de la trama (otro sello característico de Ritchie) y consiguen que, aunque no los veamos, aporten realismo a lo rodado en un estudio.
Hay que hacer una mención especial al diseño de vestuario, tanto el masculino como el femenino, y no sólo de los actores principales. La vestimenta está cuidada hasta el más mínimo detalle (algo de lo que ya disfrutamos en Kingsman: Servicio secreto, la cual está más que inspirada tanto en la serie original precedente de esta película como en la posterior Misión Imposible) y ayuda a dar un empaque, realismo y solidez a las imágenes y a las interpretaciones.
Operación U.N.C.L.E. abre una nueva franquicia y se afianza como una excelente, brillante y vibrante primera película para una saga de acción que, esperamos, continúe ofreciendo más entretenimiento y diversión con nuevas aventuras del trío protagonista como ha conseguido en esta ocasión.