
Lo traigo a colación por una interesante entrevista a Paolo Vasile, famoso por algo más que por denunciar de vez en cuando a Sé lo que hicisteis. El consejero delegado de Telecinco es por ello responsable económico de Ágora, película producida por su cadena (en cierto modo por el imperativo legal de invertir un 5% de la facturación de la cadena. Ahí queda su libertad y bueno ojo para escoger buenos proyectos). Para quien viva en otro planeta, Ágora es el supertaquillazo de Amenábar, que va camino de convertirse en la película que más dinero recaude en la historia del cine español y la más taquillera del año.
La entrevista en cuestión la publica hoy el diario El Mundo y en ella hace afirmaciones del siguiente pelaje: “La subvención es la mejor forma de acabar con el arte. Se tira de subvenciones para dar de comer a gente que quizá debería hacer otra cosa”. No tira balones fuera y cuando se le pregunta si está en contra de las subvenciones afirma con una honestidad sorprendente: “Muchas películas que hemos hechos nosotros no deberían haber recibido ayudas públicas”.
Acerca de dónde poner la frontera, remarca la dificultad de este aspecto, porque «si no se tiene idea al respecto, es un suicidio cultural. La subvención es pública y si no contribuye a mejorar la vida de los que han pagado, está mal dado», subraya Vasile.
En nuestro país, la que más tendría que saber del tema (o al menos asesorarse por los que mejor saben) es la ministra Ángeles González-Sinde. Su ministerio mantiene la ayuda al ICAA, ya que el cine es la niña mimada de Cultura (por suerte para el cine), y no sólo mantiene sino aumenta un 0,3% sus recursos. La Academia de Cine recibirá, a mayores de la ayuda para preparar la gala de los Goya, de 270.000 euros. Las ayudas a la producción audiovisual se cifran en 91 millones.
Ya en el desarrollo de Seminci TV, el director del ICAA, Ignasi Guardans avanzó la línea de ayudas para telefilmes mostrando una idea principal: Hay películas que por llevarse a formato cine son pequeñas películas de cine y que si se hubieran enfocado como telefilmes habrían sido grandes telefilmes. Si como dice Vasile, esas subvenciones se dan con criterio, es una buena noticia para el cine, si no, y por las mismas, el fomento de una cultura anticultura.
Fuente: El Mundo.
Imagen: El País y www.nocompresmusica.es
Madre mía, pensar que hay mucha gente en apro y se dan subvenciones de este tipo a cualquier producto…
Aunque en la variedad está el gusto, también se debe mirar donde se invierte…
Gran reflexión surgida de una conversación de los más "sencilla".