Las críticas de Daniel Farriol:
Reversión
Reversión es un thriller psicológico español que está dirigido por Jacob Santana, que también coescribe el guion junto a Frank Ariza y Marco Lagarde. Mario se muda a una nueva casa con sus padres y con su hermano mayor David, al cual está muy unido. Mario sufre episodios de ansiedad y falta de concentración, por lo que está tomando una medicación de manera regular. Una tarde lluviosa, Mario presencia como secuestran a su hermano mayor. Después de 19 días de angustiosa espera, David vuelve a casa, pero no recuerda nada de su desaparición. Desde ese momento, Mario nota suficientes cambios en la personalidad y el comportamiento de su hermano mayor como para empezar a creer que la persona que ha regresado no es su verdadero hermano.
Está protagonizada por Jaime Lorente, Manuel Vega, Belén Rueda, Fernando Cayo, Manny Perez, Roger Wasserman, Omar Patin, Víc Gómez y Gerardo Mercedes. La película se estrenó en España el día 7 de noviembre de 2025 de la mano de AF Pictures.

Del terror al cine negro
Reversión es un thriller bastante entretenido que acaba enmarañado en sus propias trampas de guion. La ópera prima de Jacob Santana es un remake casi calcado, tanto argumentalmente como en planificación y encuadres, de la película coreana Forgotten (Jang Hang-jun, 2017), que actualmente se puede ver en Netflix, así que lo primero que sorprende es la elección de rehacer una película tan reciente como debut en el cine. El director se siente seguro en un material ajeno, pero nunca logra impregnarlo con personalidad propia, esta nueva versión no aporta nada nuevo y los poquísimos cambios de guion que encontramos no son para mejorar la historia sino para hacerla aún más inverosímil de lo que ya era.
La trama es un juego de cajas chinas donde es difícil discernir lo que es real de lo que es soñado o recreado teatralmente por el entorno. El protagonista es Mario (Jaime Lorente), quien se muda a una nueva casa junto a su familia, tras sufrir diversos episodios de ansiedad y alucinaciones. Se medica para evitar perder la cabeza, pero a veces las pastillas que toma le provocan más pesadillas nocturnas que beneficios mentales. El principio de la película es inquietante, la tensión se palpa incluso en los momentos de cotidianidad de esa extraña familia, se evidencia que algo se cuece en el ambiente. Durante ese brillante primer acto el filme utiliza con acierto algunos tropos del cine de terror (la habitación misteriosa cerrada, apariciones fantasmagóricas en sueños, ruidos que solo escucha el protagonista…), pero luego se irá decantando más hacia el noir y el thriller psicológico.

Elementos que no encajan… ¿o sí?
Lorente es un actor que tiene en la actualidad 33 años, pero su personaje es bastante menor que él (unos 25 años), algo que descoloca bastante de inicio porque, además, interpreta a un estudiante de oposiciones con una disposición gestual casi de adolescente. Sin embargo, todo esto tiene una explicación posterior en uno de los cientos de giros de la historia. A su hermano mayor, David (Manuel Vega, que tiene la misma edad que Lorente), lo secuestran y regresa a casa 19 días después, sin recordar nada de lo sucedido y con un inusual cambio de comportamiento. Los padres de ambos, interpretados por Fernando Cayo y Belén Rueda, también parecen guardar muchos secretos y formar parte de un especie de conspiración. Reversión funciona mejor en la incertidumbre de los hechos que cuando se vuelve explicativa para que entendamos lo que sucede.
Pero todo irá cobrando sentido con el paso de los minutos, bueno, siempre y cuando el espectador tenga la voluntad de hacer un acto de suspensión de la incredulidad para dejarse llevar por las trampas y recovecos de un guion más propenso a buscar la sorpresa que la coherencia interna. Si el espectador entra de lleno en el juego puede pasárselo muy bien intentando recolectar pistas para adelantarse a esas explicaciones. Reversión ofrece momentos de tensión dramática e intriga, pero la trama no soporta una observación crítica de los elementos que la componen, algo que no tiene porqué ser negativo por sí solo.

La salud mental y las relaciones familiares
La película acaba siendo un thriller con presuntos elementos sobrenaturales que vira hacia una novela negra propia de James M. Cain, donde tienen cabida set pieces de terror puro (los sueños, la habitación de los maniquíes, la mina de lápiz acercándose al ojo), de género fantástico (las pastillas que provocan alucinaciones, el hermano que retorna cambiado y hasta cojea de la otra pierna) o de acción ochentera (la estupenda persecución en el mercado chino). Un popurrí palomitero que funcionaba mejor en la película original que en este innecesario remake hispano-dominicano que no encuentra un sendero propio que lo distinga. Por suerte, el buen hacer del reparto (era difícil no caer en la caricatura) y la estilizada fotografía de David Azcano, dan un toque de distinción y elegancia a las imágenes.
Más allá del puro entretenimiento, Reversión aborda reflexiones contemporáneas sobre la salud mental, la búsqueda de la identidad, el sentimiento de culpa o la toxicidad en las relaciones familiares, pero son temas que quedan en segundo plano ante tanto giro de guion. La película es una versión que intenta adaptar los códigos de Forgotten a nuestras coordenadas culturales, perdiendo parte de la esencia original en el trasvase (sin ir más lejos en el propio desenlace, mucho más poético y sentimental en la película asiática), aunque sí resultará un divertimento sorprendente para todos aquellos que no conozcan de antemano la historia.

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