Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Ciclo Takeshi Kitano
Chacun son cinéma (A cada uno su cine): One Fine Day
Chacun son cinéma es una película antológica francesa de 2007 cuya producción fue organizada por el 60º aniversario del Festival de Cine de Cannes. Se trata de una colección de 33 cortometrajes, cada uno de tres minutos de duración, dirigidos por 34 reconocidos cineastas. Representando a cinco continentes y 25 países, los realizadores fueron invitados a expresar «sus estados mentales del momento inspirado por la sala de cine», y uno de estos cortometrajes cuenta con la dirección de Takeshi Kitano, One Fine Day, cuyo reparto está compuesto exclusivamente por Moro Morooka y «Beat» Takeshi.
El origen del proyecto
Con el objetivo de celebrar el 60º aniversario del Festival de Cannes, pero sin echar una mirada nostálgica a los últimos 60 años, desde el Festival optaron por reiterar la admiración y testimoniar la confianza en los grandes cineastas del mundo, quienes siempre buscan sorprender y reinventar constantemente el cine.
La naturaleza de este proyecto sedujo y animó a los grandes cineastas convocados para ofrecer su estado mental actual inspirado en el cine, lugar de comunión por excelencia de los cinéfilos de todo el mundo, y ofrecieron trabajos que van de lo conmovedor a lo provocador, de lo humorístico a lo emotivo.
La amplia variedad de culturas y talentos inspiró el título de este largometraje, traducido literalmente como A cada uno su cine, estando compuesto por 33 obras individuales que sirven de celebración colectiva. La novedad de la forma se debe a su extrema fragmentación, invitando al constante cambio de escenario. Ningún director estaba al tanto de los otros fragmentos, ni siquiera de la sinopsis de sus colegas, habiendo acordado descubrirlos al mismo tiempo que los asistentes al festival durante la velada dedicada
al aniversario.
Takeshi Kitano y sus primeras experiencias con el cine
A la hora de llevar a cabo su fragmento, Takeshi Kitano evoca los recuerdos de su infancia, una época en la que vio muy pocas películas pues su madre era muy estricta y estaba muy centrada en su educación, evitando de todas las maneras posibles que hiciera cosas divertidas, de ahí que su cortometraje no sea precisamente una celebración alegre del deleite que supone ver una película en pantalla grande.
Para entender por qué la primera película que Kitano vio en el cine le trae recuerdos muy tristes, el propio cineasta ha contado que su primera experiencia con las salas de cine fue para ver una película italiana, El ferroviario (Pietro Germí, 1956), y como era muy joven no entendió bien esa película por su temática sociocultural de los trabajadores, tratando las huelgas y el socialismo, pero sí que le quedó claro que era una película triste. Por si no fuera suficiente, les robaron el dinero a la salida del cine y tuvieron que volver a casa andando durante más de dos horas, haciendo más traumática y triste su primera experiencia con el séptimo arte en pantalla grande.
Siempre hay que ser optimista
El cineasta japonés ofrece en este recopilatorio de cortometrajes un trabajo sencillo y tranquilo en el que un anciano se sienta solo en una sala de cine para ver Kids Return, de Takeshi Kitano. El rollo de película se rompe justo al principio, y puede ir viendo poco a poco la película con múltiples interrupciones por fallos técnicos, hasta que incluso se incendia. Mientras, el paciente anciano fuma durante las largas interrupciones y sale tras concluir el complicado visionado de la película con un proyeccionista de excepción, el propio Kitano.
Al concluir la película, descubre que han robado su bicicleta y debe regresar a casa paseando, pero es algo que no parece importarle, pues acaba de ir al cine. Claramente, se trata de un reflejo de lo complicado que fue ver su primera película, con la dificultad de poder verla y apreciarla en su plenitud, pero aún así esa película permitió que ahora mismo disfrutemos de grandes trabajos del director japonés, como el anciano del corto sigue optimista pues su objetivo esa tarde era ver una película en pantalla grande, y eso lo ha conseguido a pesar de todo.
Este fragmento de Kitano para Chacun son cinéma tiene una puesta en escena humorística y muy cuidada, en la que no hacen falta más que dos protagonistas para presentarnos su historia y que comprendamos su mensaje, y es que uno puede tener un gran día si disfruta de una buena sesión de cine en pantalla grande. Es imposible un mejor mensaje para homenajear tanto al séptimo arte como al aniversario de uno de los festivales más importantes del mundo.