Las críticas de David Pérez «Davicine» en el Festival de Sundance 2022:
Speak no Evil
Una familia danesa visita a una familia holandesa que conocieron en unas vacaciones. Lo que se suponía que iba a ser un fin de semana idílico comienza a desmoronarse lentamente mientras los daneses intentan ser educados frente a lo desagradable. Dirigida por Christian Tafdrup, Speak no Evil está protagonizada por Morten Burian, Sidsel Siem Koch, Fedja van Huêt, Karina Smulders, Liva Forsberg y Marius Damslev. La película se ha podido ver el 22 de Enero de 2022 dentro de la programación del Festival de Sundance 2022.
No es idílico todo lo que reluce
Christian Tafdrup dirige esta obra satírica de terror brillantemente provocativa y cocida a fuego lento, mientras prepara a sus personajes para un desconcertante descenso a la oscuridad. Perversamente cercana y extremadamente extraña, Speak No Evil sugiere que la mayor crueldad se encuentra en las fachadas sin sentido que inventamos para nosotros mismos.
Durante sus vacaciones en la Toscana, una familia danesa se hace rápidamente amiga de una familia turista de los Países Bajos. Meses después, cuando llega una invitación animando a la familia danesa a visitar a los holandeses en su casa de campo, no dudan en planear una escapada rápida. De espíritu libre y aventureros, los holandeses dan la bienvenida a los daneses durante el fin de semana, canalizando una energía que despierta a sus visitantes a medida que fluyen las bebidas y comienzan a soltarse.
Pero lo que comienza como una reunión idílica pronto da un giro a medida que los anfitriones prueban cada vez más los límites de sus invitados. Ahora los daneses se encuentran atrapados en la red de su propia cortesía, tratando de entender si sus nuevos amigos son simplemente excéntricos… o esconden algo más siniestro.
Terror social para que reflexionemos
Speak No Evil comienza como una comedia de humor negro antes de dirigirse al territorio del terror social inteligente y empapado de angustia, con una historia que busca estremecernos ante los encuentros satíricos e incómodos, y una sensación de amenaza inminente en el aire que no oculta querer desvelar la importancia de destapar lo que acecha debajo de la superficie.
A pesar de convivir un fin de semana en una pequeña residencia, su idioma y costumbres los separan, y ambas parejas a menudo expresan orgullo por su herencia. Como podría pasarnos a cualquiera de nosotros en un fin de semana de desconexión digital en convivencia con unos conocidos (que no amigos), los temas de conversación amistosos pueden derivar pronto en temas espinosos sobre cuál es la mejor manera de hacer las cosas o cómo educar a los hijos que, al igual que la política, son casi temas tabúes si no queremos acabar discutiendo.
Aunque notemos que a nuestro alrededor las cosas no parecen ser como las pintan, ciertamente el falso compromiso social y la amabilidad son herramientas que se emplean a menudo para manipularnos. Esta película lo sabe bien y juega con las dinámicas de poder que cambian constantemente de una extraña conversación a la siguiente, aprovechando la ansiedad social y la naturaleza claustrofóbica del comportamiento humano extrovertido.
Malestar llevado al límite para introvertidos
Speak No Evil se siente como una película de terror para los introvertidos que rehúyen la confrontación, pero incluso los más extrovertidos se darán cuenta que hay límites que ponerse a la hora de aceptar ciertas invitaciones, pues no podemos fiarnos de quienes conocemos poco.
Las conversaciones y reacciones de los protagonistas en esta «reunión de fin de semana» no son las únicas herramientas que emplea el director para angustiarnos, haciendo un buen uso de la magnífica fotografía de Erik Molberg Hansen, ofreciendo un contraste increíble entre la belleza natural de los paisajes con lo lúgubre de los interiores de la casa hasta las reveladoras expresiones de los rostros de los actores, un clímax profundamente angustioso reforzado por la oscura e intensa partitura de Sune Kølster que insinúa lo que está por venir mientras subraya el peligro que acecha constantemente debajo de la superficie.
¡Salid de ahí!
Sabemos que las cosas no van a ir bien para la pareja danesa, y eso es algo que tenemos claro desde el principio, pues el género de la película apunta que ambos lo pasarán mal. Cocida a fuego lento, los personajes van poco a poco apreciando que algo no va bien, y sin llegar a detonar hasta el final, Speak no Evil mantiene un nivel constante de tensión capaz de generarnos malestar.
No son pocas las veces que, sin tener pruebas claras de lo que les podría suceder, queremos gritar a la pantalla para que se vayan de esa casa. Pero es esa resistencia a abandonar la casa por no quedar mal es lo que también permite que sirva de crítica social con un cierto y oscuro sentido del humor dirigido a evidenciar lo que estamos dispuestos a soportar por no ser descorteses.
Y cuando pensamos que estamos ante una película de terror psicológico y ambiental, cargando nuestra tensión con la sucesión de eventos que se acumulan en nuestro estómago, Speak no Evil nos sorprende con un giro final que no carece en absoluto de brutalidad. Sin destripar nada, nos deja perplejos y pegados a nuestra butaca al detonar lo que habían estado preparando durante todo el metraje anterior, y este impacto que nos depara el tercer acto es capaz de desconcertarnos sin importar cuán experimentados seamos en este género.
Speak No Evil es una escalofriante y terrorífica visión del comportamiento humano, cargada de una tensión creciente perfectamente sincronizada, y a pesar de ir preparándonos para lo peor, no deja de sorprendernos y angustiarnos. Terror danés de alto voltaje del que difícilmente olvidaremos algunas escenas y que se posiciona como una de mis películas favoritas de este género para 2022.
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Speak no Evil
