Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Un asesino debajo de la cama
En Un asesino debajo de la cama, una adolescente que ha perdido a su padre y tiene problemas en casa y en el instituto se muda con su familia a un nuevo hogar, donde encuentra una muñeca maldita. Dirigida por Jeff Hare, está protagonizada por Kristy Swanson, Brec Bassinger, Madison Lawlor, Chris Prascus, Ashlee Füss, Kristin Carey, Frederick Dawson y Tunisha Hubbard. La película se estrena en Netflix el 1 de septiembre de 2021.
Empezando de cero
Sarah (Kristy Swanson) se muda a una nueva casa y consigue uun nuevo trabajo tras quedarse viuda. Tiene dos hijas adolescentes que todavía luchan por lidiar con la muerte de su padre. La hija mayor es Chrissy (Madison Lawlor), una joven popular que protege a su hermana menor, incluso si no siempre está dispuesta a admitirlo. Mientras tanto, Kilee (Brec Bassinger) está luchando por escapar de la sombra de su hermana y encajar en su nueva escuela. Por desgracia, las típicas chicas malas de instituto quieren acabar con Kilee, y está enamorada de uno de sus profesores que parece estar cada vez más obsesionado por ella. Por si no fuera suficiente, Kilee tiene un secreto que no puede contarle ni a su madre ni a su hermana.
Hasta ahí tenemos la típica historia de una familia que debe empezar de cero, una madre con problemas familiares y unas adolescentes que buscan encajar en su nuevo instituto. Pero la historia tiene un giro, pues los problemas de Kilee están relacionados con una muñeca que encontró en su nuevo hogar. Se trata de una muñeca de vudú con la que Kilee consigue todo lo que se propone… pero a un precio muy elevado, dado que todo tiene sus consecuencias. Ella comienza a hacer que sus deseos se conviertan en realidad, pero la muñeca tiene un pasado oscuro y sus deseos comienzan a volverse malévolos. ¿Podrá Kilee derrotar a la muñeca a tiempo?
Otra película más con muñecos poco amables
Habitualmente los muñecos y muñecas están para acompañar y divertir a los más pequeños, siendo sus confidentes y fieles compañeros en las noches más oscuras, pero bien es sabido que en el cine de terror casi siempre los muñecos tienen otra finalidad, como los casos de Annabelle y Chucky, ejemplos de muñecos famosos que pasan de inofensivos juguetes a peligros mortales. En esta ocasión, la película se centra más en la influencia que tiene la muñeca en los demás que en la muñeca misma.
Un asesino debajo de la cama ofrece su mejor parte cuando vemos a la joven oprimida sacando su lado más oscuro, y ciertamente podemos sentir un interés adicional a la hora de saber hasta donde será capaz de llegar con el poder que ha conseguido gracias a la muñeca. No puedo negar que estamos ante una película tan exagerada y ridícula que puede divertir a muchos espectadores, pero la falta de presupuesto no permite que lleguemos a ver escenas que nos pongan la piel de gallina y esbozamos más de una sonrisa cuando tendríamos que sentir pavor al ver a la muñeca acercarse a una posible victima, y es que han dotado de un movimiento tan cutre a la muñeca que nos saca de más de una escena. Obviamente el Stop Motion es caro y costoso a la hora de realizar, al igual que los gráficos generados por ordenador, pero podrían haber buscado otra forma de mostrarnos a la muñeca mientras se mueve amenazante.
Personajes serios y realistas
El tono es oscuro, serio y terrorífico, por lo que no se trata de una sucesión de escenas de terror introducidas en un melodrama, sino una película de terror que tiene algunos toques de melodrama, lo que permite a los protagonistas ofrecer interpretaciones sólidas y realistas. Así, el elenco principal ofrece actuaciones convincentes, con Kristy Swanson y Brec Bassinger en roles agradables como madre e hija. Swanson ya había tenido papeles en el género, y puede servir de reclamo aunque su papel sea pequeño, y Bassinger equilibra el drama adolescente con el horror con una actuación bastante mejor de lo esperado teniendo en cuenta lo que parecía ibamos a ver, siendo la verdadera protagonista y sobre la que recae el peso de la historia más que sobre la propia muñeca.
Junto a ellas tenemos en el reparto a Madison Lawlor como la hermana de Kilee, y tiene buena sintonía con Bassinger, manifestando una química fraternal bastante creíble con ella, lo que ayuda a que la película sea más realista dentro de la irreal trama que tiene. En general, las tres protagonistas principales transmiten una buena química dando la sensación de ser una familia real, siendo quizás lo más destacado de la película.
Aunque podamos sacar algo positivo de Un asesino debajo de la cama cuando vemos el lado más oscuro de la protagonista, no llega a intensificar nunca la tensión y la emoción como para ser terrorífica, lo que provoca que se torne en una película que no hará las delicias de los fans del género pero si sea una producción entretenida para ver en una sesión de cine en casa una noche cualquiera.
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