La cita anual imprescindible y de referencia para productores y editores, Rodando Páginas. Los libros van a las pantallas, celebrará su cuarta edición en formato híbrido o plenamente online, en función de la evolución de la emergencia sanitaria, el próximo 8 de abril. Su finalidad es lograr sinergias entre el sector audiovisual y el editorial fomentando la posibilidad de adaptación de las obras literarias a las distintas pantallas.
Las 157 obras registradas serán evaluadas por un comité de expertos del sector audiovisual que valorará su potencial de adaptación al sector audiovisual, y en las próxima semanas se hará pública la selección final de obras, cuyos autores, editores o agentes literarios, presentarán públicamente, en el evento previsto para esta cuarta edición.
En este evento anual, los asistentes podrán encontrarse con editores y agentes literarios que busquen nuevas vías de explotación de sus obras, así como con productores audiovisuales, televisiones, distribuidoras, agencias de ventas internacionales y plataformas interesados en nuevos contenidos e ideas para sus proyectos. Además, también servirá de punto de conexión para que los representantes de las 10 obras seleccionadas se reúnan con productores y televisiones.
Rodando Páginas. Los libros van a las pantallas nació en 2018 con el fin de estimular la creación audiovisual y cinematográfica a través de la adaptación de obras literarias, en un encuentro anual donde fomentar la sinergia natural entre las industrias audiovisual y editorial. Un espacio donde promocionar que los cuentos, los tebeos, las novelas, y otros muchos más géneros de libros tengan la posibilidad de adaptarse al lenguaje audiovisual y llevarse a las distintas pantallas.
En pasadas ediciones, además de varias obras que están en un avanzado estado de negociación, se cerraron seis acuerdos de adaptación de las siguientes obras seleccionadas: «Tea Rooms, mujeres obreras» de Luis Carnés; «Lamia» de Rayco Pulido, Premio Nacional de Cómic, «Una madre» de Alejandro Palomas; «Superpatata», cómic infantil de Artur Laperla; y «Feliz final» de Isaac Rosa.