En esta película se nos presentan a tres personas muy diferentes que buscan respuestas sobre la muerte en distintos lugares del mundo. George es un ciudadano norteamericano capaz de comunicarse con los muertos; Marie, una reportera francesa que cambia su concepto de la vida tras sufrir una experiencia cercana a la muerte; y, Marcus, un jovencísimo estudiante londinense que acaba de perder a una persona muy querida. La búsqueda personal de cada uno de ellos les llevará a unir sus destinos en una experiencia más allá de la realidad..
Ricky (Mario Casas), un joven que se ha criado en un entorno de delincuencia y que vive rodeado de prostitutas, yonkis y chulos, cuyo único sueño es el reencuentro con su madre Pura (Ángela Molina) encarcelada cuando solo tenía 12 años. En ese reencuentro Ricky le hace a su madre un regalo muy especial: el HIROSHIMA CLUB. Pero la feliz idea resulta no ser tan sencilla de poner en práctica, y para ello Ricky contará con la ayuda de unos amigos de lo más extravagantes: Angelito (Vicente Romero), un chulo que se cree el “ángel de la guarda” de las prostitutas; El Niño (Luciano Cáceres) un matón con el desarrollo mental de un adolescente; o La Infantita (Dámaso Conde), un travesti que está convencido de que desciende de la Familia Real.