miércoles, septiembre 18, 2024

Crítica de ‘Monolith’: La culpa metafísica

Las críticas de Daniel Farriol:
Monolith

Monolith es un filme de ciencia-ficción australiano que está dirigido por el debutante Matt Vesely y cuenta con un guion de Lucy Campbell. La historia sigue a una periodista caída en desgracia que ahora se dedica a grabar podcast de misterios sin resolver y fake news, que inicia una investigación alrededor del caso de la aparición de unos extraños bloques de color negro que cambian la vida de aquellas personas que los encuentran.

Está protagonizada por Lily Sullivan (Posesión infernal: El despertar, El misterio de Hanging Rock) y Belle Kalendra-Harding, más las voces de Ling Cooper Tang, Erik Thomson, Ansuya Nathan, Terence Crawford, Matt Crook y Kate Box. La película no llegó a estrenarse en España en salas comerciales, pero tuvo su presentación en el marco del Festival de Sitges 2023. Ahora ha llegado a la plataforma Filmin el 23 de agosto de 2024.

La paradoja más allá de las palabras

Monolith fue una de las más gratas sorpresas a las que tuvimos la suerte de asistir durante el Festival de Sitges de 2023, es una pena que la película no haya encontrado distribución comercial en los cines y nos haya llegado a casa a través de las plataformas. Se trata de un filme de ciencia-ficción low-cost protagonizado por una sola actriz y que prácticamente transcurre en un único espacio. En ese sentido, recuerda mucho al concepto que tenía la película española La paradoja de Antares (Luis Tinoco, 2022), también estupenda, aunque posiblemente la mirada de Matt Vesely esté en más consonancia a la The Vast of the Night (Andrew Patterson, 2019), ya que también hace un acercamiento similar al abordar los desafíos del universo a través de la transmisión de la palabra.

La protagonista absoluta es Lily Sullivan, quien ya demostró ser un rostro afín al género en la sobresaliente Posesión infernal: El despertar (Lee Cronin, 2023), enfrentándose aquí a un intenso tour de force interpretativo al tener que sostener sobre sus hombros toda la película relacionándose con el resto de personajes a través de la línea telefónica.

Monolith es una película sumamente inteligente que utiliza el mundo de los podcast como medio de comunicación para las nuevas generaciones, la radio de este siglo. Y es que a través de unos auriculares o de una pantalla de ordenador los jóvenes de hoy en día pueden recibir del podcaster de turno el mismo impacto (o incluso más) del que antaño existía en la relación entre locutor y oyente.

De Orson Welles al clickbait de los nuevos medios

Corría el año 1938 cuando el inefable Orson Welles aterró a todos sus oyentes con aquel mítico episodio de la «Guerra de los mundos» que formaba parte del serial radiofónico «The Mercury Theatre on the Air», en el que muchos creyeron que la invasión alienígena que allí se narraba era algo verídico que estaba sucediendo en su ciudad.

Recuperando ese espíritu poderoso y a veces manipulador que tiene la palabra, en este filme la periodista busca incesantemente historias que puedan producir ese mismo impacto para lograr aumentar el número de oyentes que tienen sus grabaciones. La necesidad de atención en redes por parte de los influencers es paralelamente proporcional al rendimiento económico que esperan conseguir, así que muchas veces lo que importa no es tanto la noticia sino la manera de contarla para atraer la atención del mayor número de personas. Eso es algo que también ha derivado en la problemática actual de las fake news y del periodismo de baja estofa que se enfoca en titulares engañosos para aumentar el clickbait a las noticias de sus medios como parte de una estrategia comercial más que periodística.

Una investigación que se vuelve personal

La protagonista de Monolith era una periodista «seria» caída en desgracia tras no contrastar debidamente la fuente de una noticia que dio en exclusiva y tuvo consecuencias inesperadas. Han pasado los años y ahora trabaja bajo el anonimato que le ofrece el seudónimo de «La Entrevistadora», autodefiniéndose como una periodista de investigación al frente de un podcast sobre misterios sin resolver. A su redacción (que está en su propia casa) le llega un mensaje anónimo sobre una historia que podría cambiar su suerte y su futuro, recuperando la credibilidad perdida en su carrera periodística.

Es un caso extraño acerca de unos bloques de color negro en forma de ladrillo que han recibido diversas personas de distintas partes del mundo, sin conexión aparente entre ellas, y a las que parece les ha cambiado completamente la vida desde entonces. A medida que investiga los hechos comienza a sospechar que podrían estar relacionados con la presencia extraterrestre en nuestro planeta y que podría existir una red secreta de conspiración a su alrededor.

La propia investigación le llevará por un proceso interior de autodescubrimiento y redención rememorando una parte de sus recuerdos familiares olvidados que serán los que terminen por unir las piezas del caso. La indagación profesional entrará en conflicto con la indagación íntima de su pasado vinculando el discurrir de sus emociones más profundas con la solución del enigma a ese artefacto de presunto origen alienígena que le cambiará la vida, pero no de la manera que imaginaba.

Los monolitos negros

¿Qué significado real tienen las piedras? Explicarlo aquí sería lo mismo que aquellas llamadas al programa radiofónico «Polvo de estrellas» que pretendían conocer la opinión de Carlos Pumares sobre 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), así que mejor lo dejaremos al raciocinio de cada espectador, pero está claro que el significado del mismo entra en el terreno de lo alegórico al igual que sucedía en otro clásico de la ciencia-ficción metafísica como Solaris (Andréi Tarkovski, 1972). Monolith es un filme más accesible para todo tipo de público, pero por concretar sin escurrir el bulto podríamos decir que el sentimiento de culpa y la conciencia de clase estarían detrás del ADN con forma de jeroglífico que hay en el interior de esos misteriosos lingotes negros.

La película solventa sus carencias presupuestarias mediante una puesta en escena ágil y un guion lleno de giros dramáticos nunca gratuitos que hacen avanzar la acción pese a la limitación del único espacio. El punto de vista de la protagonista es el mismo que tiene el espectador que irá descubriendo junto a ella los resultados y peligros que surgen de la investigación que lleva a cabo. Eso sí, la sutileza de los primeros dos tercios de la película entra en un terreno resbaladizo durante su desenlace, cuando la sugerencia da paso a la evidencia, pero aún ahí el director logra resultar convincente escenificando cómo los miedos personales pueden adoptar una presencia física (hasta ahí puedo contar).

En definitiva, Monolith es una modesta película de ciencia-ficción que sorprende y te mantiene pegado al asiento gracias a una historia fascinante que apela a lo desconocido y al imaginario colectivo.


¿Qué te ha parecido la película?

Monolith

8

Puntuación

8.0/10

Deja un comentario (si estás conforme con nuestra Política de Privacidad)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Síguenos

9,670FansMe gusta
2,070SeguidoresSeguir
500SeguidoresSeguir
23,108SeguidoresSeguir
5,210SuscriptoresSuscribirte
- Publicidad-

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Tráiler de la adaptación canina contra el crimen del fenómeno literario ‘Policán’

Ya ha visto la luz el tráiler en español de Policán, la nueva adaptación de DreamWorks Animation (responsable de éxitos como Kung Fu Panda...