Las críticas de Laura Zurita:
Mi nombre es Alfred Hitchcock
Dirigido por Mark Cousins, Mi nombre es Alfred Hitchcock se acerca al icónico autor británico con un nuevo y radical enfoque: a través de su propia voz (esta a través del actor Alistair McGowan). Mientras Hitchcock vuelve a ver sus películas, nos embarcamos en una odisea a través de su vasta carrera: sus vívidas películas mudas, las legendarias películas de las décadas de 1950 y 1960 y sus obras posteriores. La película se estrena en España el 18 de agosto de 2023 de la mano de A Contracorriente Films.
Genio sobresaliente
Hablar de Alfred Hitchcock es hablar de un genio sobresaliente en la historia del séptimo arte. Empezó a dirigir en los tiempos del llamado cine mudo, cuando el cine era nuevo y todo estaba por descubrir. De esa época heredó su entusiasmo por contar las cosas en imágenes, en lugar de contarlas con palabras, que lo convirtió en un maestro del lenguaje cinematográfico. Fue un pionero, un creador y, en muchas ocasiones, mostró su habilidad para innovar y crear caminos que luego otros seguirían.
Para la historia del cine han quedado joyas como el sensual momento de Encadenados, (largos minutos de besos para burlar la autocensura de la industria), la escalofriante escena de la ducha de Psicosis o la caza del hombre en Con la muerte en los talones, por citar solo algunas.
Un cineasta sobre el que se ha hablado mucho
Sobre Hitchcock se han escrito libros, hecho películas, y su rostro y orondo perfil son de sobra conocidos. Por ello, requiere una cierta valentía hacer un documental sobre el director, tratando de contar algo nuevo y revelador sobre el maestro y su obra. Mi nombre es Alfred Hitchcock lo consigue.
Mark Cousins es el director adecuado para emprender este proyecto. Documentalista prolífico, escritor, y un profundo conocedor de teoría cinematográfica, es capaz tanto de conocer a fondo su material como de dar a su documental en formato interesante y atractivo. El formato es singular, en tanto que el narrador usa la primera persona, como si el maestro contara la historia él mismo. El tono de la narración es íntimo y convincente, y de veras se siente como si el director estuviera hablando con nosotros, y el interesara nuestra opinión.
Mi nombre es Alfred Hitchcock habla de siete temas que se consideran esenciales para hacer películas: Evasión, deseo, soledad, tiempo, cumplimiento y altura. Estos temas , es cierto, pueden parecer algo arbitrarios, pero están bien elegidos para encuadrar la narración y sirven para crear estructura, y dar alguna pausa al espectador.
Contenido denso y relevante
Como documental, Mi nombre es Alfred Hitchcock es denso y lleno de contenido, y hará las delicias de los aficionados al cine como tema, aparte de ser un material excelente para la educación de estudiantes de cinematografía. El espectador lego, no obstante, no tendrá problema para seguir el hilo, porque el contenido, aunque riguroso, está hecho con fines divulgativos y no se pierde en vericuetos eruditos, más bien se concentra en el disfrute del espectador y la celebración del buen cine.
Mi nombre es Alfred Hitchcock se concentra en la figura del cineasta, más que la del hombre, evitando las disquisiciones sobre su relación con actores o actrices que tanto espacio han ocupado en la prensa. El director ha elegido, con acierto a mi entender, dejar este aspecto de lado en lugar de abordarlo de modo superficial e insuficiente.
El formato es monumental, dos horas, y quizás le hubiera venido bien aligerarlo un poco, sobre todo teniendo en cuenta lo denso del texto, pero también es cierto que se disfruta cada momento.
Mi nombre es Alfred Hitchcock es una obra monumental hecha con cariño y admiración por la figura del maestro. Rigurosa, densa, y muy asequible, hará las delicias de los aficionados a Hitchcock y a los interesados en el cine como tema.
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