Las críticas de Daniel Farriol:
Sin novedad en el frente
Sin novedad en el frente es un drama bélico alemán que está dirigido por Edward Berger (Patrick Melrose, Conclave), el cuál también co escribe el guion junto a Lesley Paterson e Ian Stokell, adaptando la novela de Erich Maria Remarque (Tiempo de amar, tiempo de morir, Tres camaradas). La historia narra las terribles experiencias y la angustia de un joven soldado alemán y sus amigos tras alistarse en el ejército alemán para combatir en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. Está protagonizada por Felix Kammerer, Albrecht Schuch (Fabian, The Royal Game), Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Edin Hasanovic, Daniel Brühl (La puerta de al lado, The Alienist), Sebastian Hülk y Adrian Grünewald. La película, tras su paso por el Festival de Toronto, se ha estrenado en Netflix el día 28 de Octubre de 2022.
Una novela antibelicista adaptada en varias ocasiones
Sin novedad en el frente es un drama bélico, mejor dicho antibélico, donde el cineasta germano Edward Berger adapta por tercera vez a la pantalla la novela homónima de igual título escrita en 1929 por Erich Maria Remarque. Solo un año después de su publicación el director Lewis Milestone realizó una lujosa adaptación cinematográfica en 1930 y, posteriormente, fue Delbert Mann quien en 1979 la adaptó para televisión. La gran diferencia que aporta esta tercera adaptación es que está dirigida por un alemán, algo que conlleva una inevitable introspección mucho más personal en la historia de su país. Tal y como dijo el propio director en una entrevista «como estadounidense, puedes contar el viaje de un héroe (…) debido a que Estados Unidos liberó a Europa del fascismo. Por su parte, Gran Bretaña fue atacada y tuvo que defenderse. (…) En Alemania, no hay nada de lo que estar orgulloso.». Esa visión efectuada desde la vergüenza de un pasado histórico al que no se puede renunciar queda del todo patente en el tono de su película.
La novela cuenta sin tapujos los horrores de la guerra desde el punto de vista de cuatro amigos de 19 y 20 años que cegados por un ingenuo patriotismo se alistan voluntariamente en el ejército alemán para combatir durante la Primera Guerra Mundial en la Francia ocupada. El proceso de descomposición de la visión heroica de la guerra, la pérdida de la inocencia a través del dolor y el sinsentido de un conflicto donde los soldados son utilizados como marionetas por los oficiales en sus despachos, son algunos de los temas que trata Erich Maria Remarque sin morderse la lengua, algo que le causaría bastantes problemas con el ascenso de los nazis al poder que lo considerarían un enemigo y procedieron a quemar sus libros.
Sin llegar a ser un alter ego, Paul Bäumer, sí que es un protagonista que sirvió al autor para canalizar muchas de sus ideas pacifistas o las experiencias vividas en el frente, ya que él mismo estuvo combatiendo en el Frente Occidental, fue herido por metralla y hasta obtuvo la Cruz de Hierro. Por otro lado, es curioso observar el vínculo del escritor con el cine, ya que durante su exilio mantuvo relaciones sentimentales con diversas actrices como Ilse Jutta Zambona, Hedy Lamarr, Dolores del Río, Marlene Dietrich o Paulette Goddard.
Ven y mira, es el horror de la guerra
Ya centrándonos en la película de Edward Berger, Sin novedad en el frente hace una apuesta intermitente por la narración en primera persona. Sin llegar a los extremos de El hijo de Saúl (László Nemes, 2015), Fires on the Plane (Shinya Tsukamoto, 2014) o Masacre: Ven y Mira (Elem Klimov, 1985), en muchos momentos sí se busca esa implicación emocional del espectador centrando el punto de vista en los ojos de Paul Bäumer (Felix Kammerer), aunque hay otras secuencias en las que se prefiere adoptar un punto de vista externo en tercera persona que nos sirva para reflexionar con más calma sobre el contexto global en que se desarrolla la historia. El director alemán consigue un buen equilibrio entre ambas estilos mediante una narrativa que fluye de manera armónica durante la descripción que hace del descenso a los infiernos de la guerra.
Durante la primera hora aproximadamente se muestra cauto, se dedica a presentarnos a los cuatro amigos protagonistas y esboza la personalidad de algunos de los otros combatientes con los que comparten trincheras. Esta parte es un aperitivo donde lo más destacado son unos elegantes travellings que nos traen al recuerdo la magistral Senderos de gloria (Stanley Kubrick, 1957). Sin embargo, a partir de ahí es cuando Edward Berger comienza a golpearnos fuerte. La parte central con la secuencia del ataque a una trinchera o la lucha cuerpo a cuerpo en un cráter son momentos imborrables que pasarán a formar parte de la memoria colectiva cada vez que tengamos que pensar en cuáles son las mejores películas de género bélico.
Desde ahí hasta el final todo se vuelve sobrecogedor con una deriva emocional/mental del protagonista que se asemeja mucho a la que padecía el niño bielorruso en Masacre: Ven y Mira, incluso la interpretación de Felix Kammerer parece querer inspirarse en la realizada allí por Alexei Kravchenko. La crudeza de las imágenes se vuelve una experiencia sensorial casi insoportable donde los diálogos son sustituidos por el sonido de las bombas para componer una auténtica sinfonía del horror que es subrayada por amenazadores elementos de viento que incorpora la banda sonora de Volker Bertelmann.
La historia se repite
Resulta desalentador que casi un siglo después de que se publicará la novela de Erich Maria Remarque tengamos que asistir en la vida real a hechos tan terribles como la invasión de Putin a Ucrania desde donde nos llegan imágenes de muertos agolpándose en las calles o en las fosas comunes. No hemos aprendido nada. Sin novedad en el frente despoja a la guerra de cualquier heroísmo y la convierte en una lucha por la supervivencia donde los perros de los oficiales comen mejor que los soldados en las trincheras. El sufrimiento de los que están en primera línea de combate contrasta con las frías negociaciones en los despachos donde se esgrime una visión absurda del honor como bandera patriótica mientras se toma una taza de café. «Dale poder a un hombre y se convertirá en bestia», es una de las frases clave que se escuchan en la película.
Sin novedad en el frente quiere representar a Alemania en los Oscar en el apartado de Mejor Película Internacional (antigua habla no inglesa) y revalidar así el éxito que obtuvo la primera versión de Lewis Milestone que se alzó con los galardones a Mejor Película y Mejor Dirección. Sin duda, méritos no le faltan a este apabullante remake que te hiela la sangre a través de secuencias bélicas desgarradoras que te hacen reflexionar desde el pesimismo sobre la insignificancia del individuo dentro de un conflicto global.
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Sin novedad en el frente
Excelente película. En brutalidad de guerra y realismo tiene que ser la mejor de la primera guerra. En cuanto historia hay otros clásicos como Dunquerke, pero eso ya sería la 2nda. Lloré al ver al pobre alemán rendirse solo para que le hayan flameado la cara con un lanzallamas.
Es una muy buena película, aunque hay ejemplos de películas clásicas como ‘Senderos de Gloria’ o ‘Johnny cogió su fusil’ que ya mostraban con igual crudeza los horrores de la guerra siendo menos explícitas. Gracias por leernos y comentar!!!