Las críticas de Daniel Farriol:
Trece vidas
Trece vidas (Thirteen Lives) es un drama de supervivencia basado en hechos reales que está dirigido por Ron Howard (Rush, Hillbilly, una elegía rural). El guion corre a cargo de William Nicholson (Los miserables, Tierras de penumbra), con la colaboración en la historia de Don MacPherson (Caza al asesino, Los vengadores). La trama nos muestra el milagroso rescate en la cueva tailandesa de Tham Luang de un equipo de fútbol de niños que quedó atrapado en la montaña cuando las tormentas inundaron la entrada.
Está protagonizada por Colin Farrell (The Batman, After Yang), Viggo Mortensen (Crímenes del futuro, Green Book), Joel Edgerton (El caballero verde, Gorrión rojo), Tom Bateman (Detrás de sus ojos, Funny Woman), Lewis Fitzgerald, Sahajak Boonthanakit, Vithaya Pansringarm, Paul Gleeson y Pattrakorn Tungsupakul. La película se ha estrenado en España directamente en la plataforma de Amazon Prime Video el 5 de Agosto de 2022.
En el vientre de la Dama Dormida
En el año 2018, el 23 de Junio, un grupo de 12 niños de edades comprendidas entre los 11 y 17 años, que formaban parte de un equipo de fútbol local llamado «Jabalíes salvajes», quedó atrapado junto a su entrenador de 25 años en la cueva tailandesa de Tham Luang Nang No. Ese lugar es conocido como la «Gran Cueva de la Dama Dormida» por la forma que tiene cuando se mira de lejos, y alberga la leyenda sobre una princesa que se suicidó allí tras quedarse embarazada y ser asesinado su amante. Se dice que la sangre y las lágrimas de la princesa son el agua que fluye a través de las rocas hasta un arroyo cercano.
Al adelantarse inesperadamente las lluvias torrenciales provocadas por el Monzón, bastante habituales en la zona, los chicos que estaban de excursión celebrando el cumpleaños de uno de ellos, quedaron atrapados en una pequeña cavidad de la cueva llamada Pattaya Beach sin poder regresar a la entrada al inundarse de agua todas las estancias. Fueron necesarios 17 días y más de 5000 personas llegadas de todas las partes del mundo para completar un rescate tremendamente dificultoso debido a la estrechez y longitud de la cueva que obligaba a los rescatistas a permanecer unas 7 horas buceando bajo el agua hasta llegar a la zona donde se encontraban los chavales que, a su vez, tenían condiciones cada vez más precarias de salud.
El artesano de Hollywood, Ron Howard, siempre capaz de lo mejor y de lo mejor, en Trece vidas asume el reto de llevar a la pantalla esta historia real de superación con un gran respeto por el realismo de lo sucedido, logrando transmitir al espectador la constante sensación de asfixia y claustrofobia que debió vivirse en el interior de la cueva.
Superhéroes de carne y hueso
Trece vidas es la crónica detallada de todo lo que sucedió, enfocada principalmente en los rescatistas británicos Rick Stanton (Viggo Mortensen) y John Volanthen (Colin Farrell), que fueron los primeros en hallar la ubicación donde se encontraban los chicos, con la incorporación posterior al equipo de los espeleólogos Jason Mallinson (Paul Gleeson), Chris Jewel (Tom Bateman) y el médico anestesista Richard «Harry» Harris (Joel Edgerton).
Se incluyen pequeñas píldoras de la complicada coordinación de todos los estamentos implicados, locales y extranjeros, así como una visión general de la situación de desesperación por la que pasaban los familiares de los niños sin tener datos suficientes sobre lo que ocurría en el interior de la cueva. También veremos con cuentagotas como se gestó la supervivencia de los menores mediante el trabajo en equipo junto a su entrenador, un ex monje budista que les ayudó durante el encierro haciendo uso de la meditación. Pero, con todo, el punto de vista principal de la película es el de los rescatistas británicos convertidos en superhéroes de carne y hueso.
La diversificación de la acción no deja demasiado margen para profundizar en la psicología de los personajes, pese a contar con 142 minutos, pero sí se consigue caracterizarlos a todos ellos con suficiente personalidad a base de ligeros detalles para definirles, en especial, los personajes interpretados con tremenda solvencia por Colin Farrell, Viggo Mortensen y Joel Edgerton. Se podría criticar la poca presencia escénica de los rescatistas tailandeses, pero lo veo más como una elección dramática necesaria para no desviar la atención en demasiadas subtramas paralelas. En general, todo está muy bien estudiado y Howard consigue una gran película de supervivencia que años atrás hubiera sido un exitazo de taquilla y que, sin embargo, en este 2022 se ha estrenado en España directamente en la plataforma Amazon para su consumo doméstico, una semana después de pasar por las salas en Estados Unidos.
La mística de la superación humana
Trece vidas es emocionante sin hurgar en lo sentimentaloide, una epopeya humana sincera que resalta los valores de solidaridad, empatía y esperanza como la escenificación de un acto milagroso colectivo para salvar vidas. Tal vez no sea el tipo de cine que esté de moda, no entiendo de modas, pero seguro que si le das una oportunidad te atrapará por la historia y en varios momentos logrará encogerte el corazón. Los 142 minutos no son nunca un obstáculo, la película cuenta con un ritmo pausado acorde al paso de los días de esos niños atrapados mientras los equipos de emergencia intentan hallar una solución viable al rescate. Todo está equilibrado, funciona como un reloj suizo, midiéndose a la perfección la necesidad de centrarse en el aspecto humano, pero sin perder nunca de vista la búsqueda del espectáculo del cine como entretenimiento de masas.
Howard no cae en el error de amplificar los hechos ni abordar escenas lacrimógenas, el rescate es de por sí tan asombroso que no requiere de aditivos emocionales para mantenernos a la expectativa y dominados por una tensión latente. Ocurre, en especial, durante las terroríficas inmersiones por los estrechos recovecos de escasa visibilidad de una cueva llena de estalactitas que se asemeja a las entrañas del mismísimo averno. Trece vidas es un drama poderoso sobre la mística de la superación del hombre frente a las adversidades, encarnada por esos buceadores que arriesgaron sus vidas y, claro está, por esos niños que supieron controlar sus emociones mientras esperaban a ser rescatados. Una película para toda la familia, como las que se hacían antes, para disfrutar y sufrir de principio a fin, incluso conociendo de antemano el desenlace que tuvo la historia.
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