La 35 SECIME (Semana de Cine Medina del Campo) ha reconocido este fin de semana al medinense Óscar de la Fuente con el Roel de Actor del Siglo XXI. El reconocimiento reivindica el talento interpretativo del nominado al Goya al mejor actor revelación por su papel en la exitosa El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, después de más de dos décadas de oficio.
La distinción contradice la sentencia de que nadie es profeta en su tierra y estos días el actor ha podido apreciar «el cariño de todo lo que hay alrededor de este premio». Formado en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid y en el Teatro de la Abadía, De la Fuente ha recibido anteriormente en su vertiente teatral el Premio Giordano Bruno a la trayectoria (2015), además de la nominación al Max a mejor actor de reparto por Los hermanos Karamazov.
El actor ha llegado a decir en la rueda de prensa previa a la entrega del reconocimiento:
Me he sentido acariciado todo el rato. Verme aquí recibiendo un Roel… El Goya a lo mejor me lo esperaba, el Roel no.
El galardonado ha admitido el especial significado que tiene para él verse reconocido en un certamen al que ha visto nacer y para el que incluso hacía las animaciones en su día, tal y como ha recordado. Cuando el director de la Semana de Cine, Emiliano Allende, se lo comunicó, se echó a llorar, ha confesado al agradecer un galardón del que se queda fundamentalmente con «el hecho de que la gente se alegre, de que te acompañen quienes saben que has estado mucho ahí, trabajando, luchando». Además, a su madre «le hace feliz», ha añadido.
De la Fuente ha asegurado que El buen patrón ha supuesto:
Un punto de inflexión a la hora de afrontar trabajo.
Entre los trabajos en el horizonte, el actor ha desvelado su participación en tres series de televisión, para Disney, Netflix y Antena3; en este último caso, la adaptación de La novia gitana, de los ganadores del Planeta aliados bajo el seudónimo de Carmen Mola.
Precisamente, sobre las plataformas, De la Fuente ha señalado su doble cara: durante la pandemia evitaron que la mitad de las producciones se viniesen abajo y después han tenido un efecto en la bajada de afluencia de espectadores en las salas. En todo caso, no se ha atrevido a augurar cómo evolucionará el ecosistema audiovisual con la irrupción de estos canales de exhibición.
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