Cuentos de cuarentena
(Quarantine Tales)
Cuentos de cuarentena (Quarantine Tales) es una antología indonesia compuesta por 5 cortometrajes de distintos géneros ambientados durante la pandemia. Los segmentos están escritos y dirigidos por
Ifa Isfansyah (The Golden Cane Warrior), Jason Iskandar, Dian Sastrowardoyo, Tata Sidharta y Aco Tenriyagelli. Las historias se centran en cómo han evolucionado las relaciones humanas con el distanciamiento y el uso de las nuevas tecnologías. Están protagonizadas por Adinia Wirasti, Faradina Mufti, Marissa Anita (La mujer del infierno), Verdi Solaiman, T. Rifnu Wikana, Arawinda Kirana, Abdurrahman Arif, Kukuh Prasetya, Roy Sungkono, Windy Apsari, Kiki Narendra y Brigitta Cynthia. La serie se ha estrenado en Netflix el día 1 de Julio de 2021.
Cuéntame un cuento
Cuentos de cuarentena (Quarantine Tales) son cinco historias cortas independientes con el único nexo en común de estar ambientadas de una manera u otra durante la pandemia del COVID-19. Sin embargo, no pretenden ser un reflejo de lo que sucedió y ese hecho se utiliza como excusa para realizar estos cinco cortometrajes que se centran en las relaciones humanas y cómo se han visto afectadas por el uso de las nuevas tecnologías o el distanciamiento social. Algunas de ellas incluso podrían ubicarse temporalmente fuera de la pandemia.
Son pequeños cuentos adscritos a distintos géneros cinematográficos y estilos narrativos. Como suele suceder en este tipo de antologías, hay cierta desconexión entre los episodios y tampoco todos poseen el mismo nivel de interés o calidad. Las duraciones oscilan entre los 14 y los 25 minutos y aunque todos se dejan ver con facilidad, ninguno consigue trascender más allá de la anécdota. Lo más interesante puede ser adentrarse en algunas particularidades de la cultura de Indonesia que se dibujan como trasfondo de las historias, así como comprobar que los dispositivos electrónicos se han convertido en una herramienta fundamental (para bien y para mal) en nuestro día a día, incluso en entornos inesperados.
Dirigido por Sidharta Tata
Intérpretes: Abdurrahman Arif
Duración: 17 minutos.
Sinopsis: Un atracador de bancos se las ingenia para deshacerse del cuerpo de su cómplice siguiendo el protocolo sanitario. Sin embargo, no le resultará fácil deshacerse de su propia conciencia.
Entre la comedia negra y el thriller tenemos este corto sobre dos presos liberados por el Gobierno indonesio para reducir el riesgo de transmisión del virus. La historia comienza como una road movie en la que huyen con el botín por unos paisajes desérticos. La repentina muerte de uno de ellos hace que el superviviente decida deshacerse del cuerpo y quedarse con todo el dinero, pero el fantasma del fallecido le reclamará lo que es suyo. Este segmento empieza bien y está bastante bien realizado, pero se vuelve muy repetitivo y no acaba de concentrar sus esfuerzos en qué quiere contar exactamente ni cómo. Es el que más se aleja del tono ambiental general al acontecer en espacios exteriores.
Este segmento de Cuentos de cuarentena tiene un planteamiento bastante interesante. Una familia endeudada malvive en una casucha al tiempo que supera la pérdida del hijo menor que acaba de fallecer por una enfermedad mal tratada. Su hermana está enganchada al móvil y participa en concursos para obtener algún premio que le ofrezca una oportunidad de futuro. Tras grabarse ella misma con una sonrisa en medio de las penosas condiciones en que convive con sus progenitores consigue como premio un iMac. Sin embargo, algo que debería aportar algo de luz a su situación solo hará que acrecentar los problemas y diferencias internas de la familia. Mientras que los padres quieren usar el ordenador para venderlo y pagar a sus acreedores, la hija quiere aprender a usarlo para convertirse en youtuber y ganar dinero.
Este episodio empieza lleno de fantasía cuándo vemos unos dibujos que cobran vida o a la chica protagonista conversar con un pez, pero luego se abandona ese tono fantástico que podría haber diferenciado el relato de los otros y prefiere concentrarse en un tono de comedia costumbrista que aligera el drama de lo que explica. La introducción del elemento tecnológico en un entorno de miseria sirve para reflexionar sobre las diferencias de clases y también las generacionales, pero el giro final de la historia se siente demasiado forzado y acaba estropeando lo conseguido hasta entonces.
Este segmento es el más largo de los cinco Cuentos de cuarentena. Es más dramático y se centra en las tensiones que surgen entre tres hermanas cuándo no se ponen de acuerdo en la venta de la casa familiar. Son tres mujeres muy distintas que se comunican por videollamadas debido a las restricciones y confinamientos, lo que provoca un mayor distanciamiento emocional entre ellas, aunque en realidad se quieren y necesitan mucho. El desarrollo de la historia es bastante previsible, en especial en lo que concierne a cómo les pasa factura la relación tóxica de una de ellas con un hombre. El tratamiento visual del segmento es el de una desktop movie, es decir, ese nuevo subgénero en el que toda la acción transcurre en el escritorio de un ordenador. Aunque se hace largo, las tres actrices realizan un trabajo estupendo y la historia se cierra con criterio.
Este fragmento es uno de los más interesantes de Cuentos de cuarentena aunque termina dispersándose demasiado, tal vez, por querer concentrar demasiadas cosas en tan poco tiempo. Por un lado tenemos el reflejo de la vida pandémica en soledad, en el aislamiento del hogar con la única comunicación exterior de las llamadas telefónicas y las videollamadas por ordenador. Es una situación fácilmente reconocible por todos. El protagonista es un chef al que le reclaman que escriba un libro de recetas, aunque él preferiría escribir una novela de ficción. Realidad e imaginación se combinarán para describir la relación del solitario hombre con una chica misteriosa que le contacta por internet, pero también para adentrarse en las profundidades de la creación literaria cómo método de superar el pasado y exorcizar nuestros propios fantasmas.
Entre el drama y la distopía apocalíptica, se plantea una relación a distancia entre las dos únicas personas que parecen haber sobrevivido a una pandemia mundial. Es un corto filmado con gusto, bien editado y fotografiado, probablemente el que tiene más calidad técnica de los cinco. El guion hace aguas al tener tantas capas en las que no da tiempo a profundizar como esa trascendental referencia a los disturbios de mayo de 1998 que produjeron numerosas muertes y que son la clave para mostrar el tormento que acecha por las noches al protagonista, así como lo que da sentido a los hechos posteriores.
Este es el más corto de los episodios y uno de los más efectivos. Con formato también de desktop movie, hay una realización ágil que muestra con mucha fidelidad lo que son las transmisiones en vivo de youtubers convertidos en celebridades y referentes para los jóvenes. En este caso, el protagonista se dedica a gastar bromas pesadas, algo que a todos nos hace mucha gracia ver sin vislumbrar las consecuencias que a veces pueden tener en la persona que las sufre. En el programa de esa noche tiene como invitada a una conocida influencer con la que recordará la primera broma que le hizo al tiempo que le prepara otras más en directo. Sin embargo, las tornas pueden cambiarse y el sentimiento interno de venganza puede traspasar incluso la distancia física que implica una pantalla. La historia no está muy trabajada, pero funciona por su estética moderna y el trabajo caricaturesco de los protagonistas. Se puede entender como una crítica a estos ídolos de barro que se sienten intocables y muchos de ellos no dejan de ser niñatos caprichosos sin ninguna consideración ética hacia los demás.
¿Qué te ha parecido la serie?
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...